Futbol y fiesta, luto y corruptelas

El año 2022, recién salido del mundial de futbol en Qatar, nos deparó la grata sorpresa de la selección marroquí, de altos vuelos para orgullo del Reino y de África y una final de lujo, entre Francia y Argentina, que finalmente ganaron los sudamericanos de la mano de Leo Messi, Una euforia que días después, sin embargo, trajo la triste noticia de la muerte de Pelé, O Rei, ¿el mejor futbolista de todos los tiempos?, quizá, pero ciertamente un gran ser humano.

El mundial de futbol reveló también el llamado Qatargate: cuantiosos sobornos a personalidades del Parlamento Europeo, que ejerce atribuciones legislativas en la Unión Europea, para lograr políticas de la eurocámara favorables a Qatar, Marruecos y Mauritania. El descubrimiento de estos sobornos escandalosos dio ya lugar a la destitución y prisión de la griega Eva Kaili, una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, y a sanciones a otros parlamentarios. Desprestigia a los miembros del grupo socialista y afecta gravemente a la Unión Europea. De inmediato la presidenta de la eurocámara, Roberta Metsola se comprometió a realizar reformas para recuperar la confianza perdida.

 

Muerte y resurrección

Al lado del deceso de Pelé, los católicos y millones de no católicos lamentaron la muerte de Benedicto XVI, el papa emérito que renunció al papado y “liberó”, por así decirlo a Francisco, el pontífice argentino, cuyo dramático mensaje navideño ha sido comentado ampliamente por el columnista de esta nuestra revista, Bernardo González Solano. Yo rescato del insigne fallecido su diálogo respetuoso con musulmanes, judíos, drusos y otras confesiones, su respeto a las mujeres -como símbolo de ese reconocimiento y respeto, cuando inició su pontificado, declaró doctora de la Iglesia a la monja medieval Hildegarda de Bingen.

Intransigente ante la pedofilia y abusos sexuales de los clérigos, guardó también enorme respeto por su sucesor, aunque los enemigos del progresista Francisco han tratado de presentar a ambos pontífices enfrentados -muestra elocuente de esta mentira fue la playera del ultra Matteo Salvini, con una imagen de Jorge Bergoglio y el eslogan “Il mio Papa è Benedetto” [mi Papa es Benedicto]. Lo cierto es que el papa argentino seguirá enfrentado a corrientes retrógradas de eclesiásticos y laicos en la Iglesia católica, que lo consideran el Anticristo.

 

China y los Jinetes del Apocalipsis 

Concluye 2022 e inicia 2023 con guerra, epidemias y hambre. Para empezar, la epidemia del COVID, que no termina de irse y sigue siendo objeto de informaciones opacas provenientes de China, después de cancelar su política esquizofrénica de “cero Covid”, con resultados contradictorios. Aunque los Jinetes del Apocalipsis se centran más en el conflicto Pekín – Washington por el liderazgo mundial, que definirá el nuevo orden internacional. En un momento en el que Estados Unidos ha dejado de ser el Gendarme del mundo y el motor de la economía se está desplazando del Atlántico al Pacífico, que constituye ya el 40% de la economía mundial: además de China, son miembros del G20 Australia, Corea del Sur. India, Indonesia y Japón.

Según William Thay y Marion Pariset, del think tank francés Millénaire, a diferencia de Estados Unidos que defiende la universalidad de su modelo económico y político: liberalismo y democracia, China no se interesa más que por consolidar su influencia económica y preservar su autonomía política.

En este contexto, Joe Biden habrá de recibir el 13 de enero al primer ministro japonés Fumio Kissida, con quien abordará temas “incendiarios”, China en primer lugar, como Corea del Norte, Ucrania y el cambio climático; asimismo, Washington renovará su apoyo a la presidencia japonesa del G7. Recuérdese, por otro lado, que Japón aprobó su mayor rearme desde 1945 para hacer frente a China.

 

El amigo americano

Estados Unidos es escenario de turbulencias en el partido republicano, el Grand Old Party -GOP- que está pagando factura a su vergonzosa sumisión a Trump, quien se lo había embolsado: los representantes republicanos ultra impiden, en una sexta elección, que su líder Kevin McCarthy sea nombrado presidente de la Cámara de Representantes.

A pesar de las exhortaciones del expresidente apoyando al candidato McCarthy. Mientras, Biden, con el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, “enemigo jurado de Trump” -al que sin embargo en un momento del pasado apoyó- echa a andar las cuantiosas inversiones, derivadas de un ambicioso proyecto bipartidista. Por otro lado, está en veremos la situación política-penal y financiera del mencionado Trump, mientras las noticias destacan que el Congreso de Estados Unidos “es más hispano que nunca”: 47 representantes, de los cuales 35 son demócratas.

 

And beyond

La maldición del Brexit reaparece en el Reino Unido, donde el primer ministro promete maravillas: reducir sustancialmente la inflación, hacer crecer la economía, reducir la deuda pública, reducir las listas de espera para el servicio de salud y terminar con la inmigración irregular, devolviendo o deportando a tales inmigrantes. Sin embargo, respetados analistas han descubierto que dos de cada tres ciudadanos respaldan un nuevo referéndum de adhesión a la Unión Europea en los próximos años. Además de que tanto en Escocia como en Irlanda del Norte y la República de Irlanda soplan vientos independentistas.

Otro escenario internacional peligroso se da en el Magreb y el Sahel africanos: En la primera de estas regiones, solo Marruecos se muestra libre de turbulencias y estable y progresando. Argelia parece también avanzar, pero Túnez es rehén de un autócrata -la muerte definitiva de la Primavera Árabe- y Libia, tierra de nadie, desde el derrocamiento y asesinato de Kadafi. El Sahel, desde la retirada de Francia y la iniciativa Barkhane, es territorio de golpes de Estado, del grupo Wagner, milicia armada rusa y del islamismo integrista y terrorista: Boko Haram y el Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS).

No podemos ignorar los regímenes extremistas de Medio Oriente, como ha sido el caso de Saudi Arabia, Irán hoy haciendo del asesinato y el terror sello del actual gobierno e Israel, que estrena el gobierno más derechista y agresivo, encabezado por el corrupto Benjamín Netanyahu. Víctimas de este Israel secuestrado por extremistas y de la displicencia de las monarquías el Golfo, son los palestinos, que ven alejarse, ¿para siempre?, un Estado palestino.

Víctimas también, vuelvo al Magreb, los saharauis, que rehenes de sus caudillos, son incapaces de negociar con Marruecos el amplio estatuto de autonomía que les ofrece el rey Mohamed VI.

 

¿Y la guerra de Putin?

El tema nunca concluye, pero vale la pena comentar lo que dice el sociólogo francés Edgar Morin, quien a sus 101 años está publicando el libro De guerre en guerre. De 1940 à l’Ukraine, que sale el 6 de enero. Contra lo que sostiene el presidente de Ucrania, Zelensky y los aliados de Kiev, de que es demasiado pronto para dialogar, “porque hay que consolidar la reconquista”, Morin afirma que debe negociarse ya y que Putin, “un déspota capaz de realismo”, ya frenó su ofensiva y dio marcha atrás en Georgia, en 2008.

Reconoce que Rusia fue el agresor y que Ucrania debe recuperar su independencia y soberanía. Pero no es Rusia el único imperialismo. Las reflexiones y propuestas concretas de Morin son que Crimea, “por lógica” se quede en Rusia, después de una negociación, plantea además, un condominio sobre la industria del Donbass -región de ucranianos rusófonos- y que Mariúpol, Berdiansk y Odesa sean puertos francos. Y, de vital importancia, que Ucrania se integre a la Unión Europea, acordando un estatuto de neutralidad. Si mi memoria no falla, propuestas similares fueron puestas por Ucrania en las primeras mesas de negociaciones que se establecieron a inicios del conflicto.

 

La marea rosa

La toma de posesión, este 1º de enero, de Lula como presidente de Brasil, la sólida presencia política, con proyectos importantes, de los mandatarios colombiano Petro y chileno Boric, a los que se unió Alberto Fernández, de Argentina, están haciendo realidad la Marea Rosa, sólida y que despierta esperanzas. Me duele que México no esté presente en este proyecto, empequeñecido nuestro país, en manos de saltimbanquis, hombres y mujeres, de nuestra política exterior.

Deseo un feliz año a todos los compañeros de nuestra revista y a mis lectores.