Lograr el apoyo social para lograr la representación de un grupo, no es tarea fácil, pero en la política es una ambición que muchas personas buscan conseguirlo, el costo por ello después pasa a un segundo término.

La historia que a continuación relataré está aún en desarrollo y tiene como escenario en la legislatura 118, particularmente en la Cámara de Representantes, el actor principal un hombre de 34 años del que poco se puede confirmar ya que, a lo largo de su vida política y personal incluso, se ha encadenado a una serie de episodios obscuros, turbios y fraudulentos.

No, no es Donald Trump, pero sí uno de sus seguidores que han escalado al nivel del fanatismo y teniendo como base el actuar de este controvertido presidente se encuentra hoy en el ojo del huracán.

En un ensayo presentado por el catedrático mexicano Alejandro Tomasini Bassols bajo el título “Engaño, mentira y desorientación” en junio del 2020 aborda parte del tema…” “engañar” es el más básico de todos, dado que mentir es algo que sólo los usuarios de un lenguaje pueden hacer y el fenómeno del engaño lo encontramos en el reino animal.

A lo largo de su trabajo explica que no es posible mentir sin tener la intención de engañar, pero también, explica que no es posible mentir usando acciones verdaderas, pero no propias.

Y bien que encuadran estas situaciones en George Santos, un hombre que participa en política y busca escalar en la jerarquía del poder y la influencia, teniendo como escenario la ciudad de Nueva York.

Y más allá de ser repetitivo deseo acentuar que la gran mayoría de políticos están dispuestos a cruzar cualquier línea para lograr sus objetivos, un ejemplo es, George Santos, quien se encuentran en medio de un escándalo tras mentir sobre sus antecedentes, su experiencia laboral, incluso sobre sus orígenes raciales.

Todo parece que Santos no logra salir del ojo del huracán después de las múltiples mentiras que dijo a lo largo de su campaña para ganar el Tercer Distrito de Nueva York, en la Cámara de Representantes.

Y es que, se ha vuelto una práctica recurrente que los políticos busquen engrandecer su vida para parecer más “atractivos” ante sus seguidores y, este joven de 34 años no se resistió.

Santos presumió que era judío y que sus abuelos eran judíos de Ucrania, pero en realidad, ellos nacieron en Brasil. Cuando descubrieron su mentira no tuvo de otra que aceptar que estaba “judaizado” porque su educación tuvo una influencia judía.

Al ser cuestionado por reporteros del New York Times… “Nunca dije ser judío. Soy católico, cuando me enteré de que mi familia materna tenía antecedentes judíos, dije que estaba judaizado” y bueno, se niega a renunciar.

Esta mentira fue reportada por The North Shore Leader, un medio de Long Island, Nueva York y rápidamente alcanzó repercusión nacional.

La cadena de mentiras siguen, Santos dijo que se graduó de Baruch University y que fue a la Universidad de Nueva York (NYU), además de afirmar que trabajaba para Citigroup o Goldman Sachs, sin embrago, admitió que había tenido imprecisiones acerca de graduarse de Baruch College, tras reconocer que no tenía un título universitario.

El periódico The New York Times echó por tierra estas mentiras sobre que Santos había laborado en una firma financiera al descubrir que, en realidad, durante el periodo que el republicano indicó, trabajó en un call center de Dish Network.

Después de estos descubrimientos, el Fisco lo examina, entre otras cosas, las presentaciones de divulgación financiera del político de Long Island donde Santos informó haber ganado $750,000 de su firma consultora Devolder Organization, junto con dividendos valorados entre $1 millón y $5 millones.

Santos parece ser un coleccionista de fraudes, mentiras y engaños de acuerdo con las autoridades brasileñas. Santos usó una chequera robada para comprar artículos de lujo de la tienda Niterói, valorados en casi $700 USD bajo un nombre falso, razón que complicó aún más su búsqueda, pero ahora que conocen el paradero del político estadounidense, están listos para retomar el caso, contactar al Departamento de Justicia y buscar una respuesta formal a las acusaciones.

Santos ofreció una entrevista y negó todas las acusaciones que recaen sobre sus hombros, así como los señalamientos sobre fraude de cheques en Brasil.

En el caso que hoy relatamos podemos ver que, en la Cámara de Representantes, todo puede suceder y que esas rutas cortas o caminos rápidos para alcanzar un objetivo no funcionan.

A George Anthony Devolder Santos, se le investiga a nivel estatal y federal por la financiación de su campaña en la Cámara, y también en Brasil por presunto fraude con cheques, el político se comprometió a ceder su cargo en el Congreso si las poco más de 140,000 personas que votaron por él se lo solicitaban, acción considerada por sus opositores como una cortina de humo para salir al paso.

Veremos qué pasa.

@lalocampos03