Sí los 435 integrantes de la nueva legislatura estadounidense complicaron tanto la elección a su nuevo líder, mal están las cosas, sobre todo si ponemos la vista en los temas complejos que tendrán los integrantes de la 118 legislatura que discutir.

La sesión donde se debería elegir a Kevin McCarthy como relevo de Nancy Pelosi simplemente no logró reunir los votos entre los mismos integrantes del partido republicano para obtener esa posición.

Lo vivido en la Cámara de representantes fue un caos político no visto en 100 años y es que la mayoría republicana se reveló y no logró reunir los votos necesarios para impulsar a uno de los suyos a esa trascendental posición. McCarthy no obtuvo los 218 votos necesarios para convertirse en el líder que conduzca los trabajos legislativos de la Cámara Baja y, es que al menos 20 republicanos eligieron a Byron Donalds, republicano por FloridaEl candidato no puede permitirse más de cuatro opositores si cada miembro ejerce el voto.

En verdad que los políticos de cualquier parte del mundo después se niegan a aceptar una realidad diferente a la que buscan, prueba de ello es que antes de entrar al pleno el martes por la mañana, el congresista californiano Kevin McCarthy había admitido que no contaba con los votos suficientes para convertirse en el nuevo presidente de la Cámara de Representantes. El candidato demócrata, Hakeem Jeffries, de Nueva York, obtuvo 212 votos mientras que los republicanos que se rebelaron contra McCarthy propusieron a otro candidato, el congresista ultraderechista de Arizona, Andy Biggs, obtuvo 10 votos. Un total de 9 congresistas no votaron por ninguno de ellos y faltó el voto del legislador demócrata Donald McEachin fallecido en noviembre.

Mientras que McCarthy obtuvo 201 votos (menos que el martes), el representante demócrata por Nueva York, Hakeem Jeffries, obtuvo 212.

En las tres rondas del martes, McCarthy no logró más de 203 votos, mientras 20 republicanos seguían aferrándose a cerrarle el paso votando por otros candidatos al puesto a el segundo en la línea de sucesión presidencial.

Es la primera vez, en un siglo, que un candidato no consigue la mayoría de votos desde la primera votación y, la Cámara Baja tendrá que elegir un presidente antes de comenzar con cualquier otro procedimiento legislativo.

Hay que mencionar que Donald Trump buscó imponerse y mandó diversos mensajes a favor de McCarthy para que los republicanos dejaran de oponerse y con ello, evitar una derrota más. El expresidente escribió en su red Truth Social…” los Republicanos no pueden convertir un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota.

Pese al llamado, el republicano por Texas, Chip Roy, uno de los llamados ultras, propuso al inicio de la primera ronda de votación del miércoles la candidatura alternativa de Byron Donald, representante de Florida, nominación que la polémica representante de Colorado, Lauren Boebert repitió al inicio de la segunda ronda del día y el representante de Pennsylvania, Scott Perry en la tercera.

En su discurso de nominación de Donald a la presidencia de la Cámara Boebert llamó a Trump, “su presidente favorito” a lo que siguió con que el exmandatario le pidiera a McCarthy que retire su nominación “porque sencillamente no tiene los votos. Estos hechos de la Cámara Baja exhiben a un político débil que no logra obtener el puesto en primera votación en un siglo.

El encargado de hacer la cuarta postulación de McCarthy fue Mike Gallagher, de Wisconsin. Su nominación fue seguida por una ovación en honor al aspirante a suceder a Nancy Pelosi al frente de la Cámara Baja.

Gallagher cuestionó que los demócratas estén “pasando un buen momento” viendo el espectáculo del caos en el que está metido el partido republicano con la imposibilidad de llegar a un acuerdo en torno a su líder y aseguró que “la democracia es un enredo”. Acto seguido, el representante demócrata Pete Aguilar, hizo la nominación de Jeffries, líder de la bancada del Partido Demócrata.

Tras meses de intensas negociaciones en las que McCarthy dio su brazo a torcer en numerosos asuntos, el líder republicano llegó a la votación sin los apoyos necesarios. McCarthy pareció no entender sólo puede sumar cuatro votos de entre los republicanos, si el quorum está completo.

La Cámara de Representante no puede quedarse sin un líder, por lo que las votaciones se sucedieron una a una y la ley señala que de no lograrlo el partido con la mayoría (los republicanos con 222 de los 435 escaños) se verían abocados a presentar un nuevo candidato.

La última vez que se necesitó más de una votación para elegir al speaker fue hace un siglo. En 1923, el presidente de la Cámara fue elegido en una novena votación, mientras que en 1869 se logró tras 60 votaciones, un proceso que se alargó durante dos meses. La Cámara no puede dirimir ningún asunto hasta que sea nombrado el speaker que es la tercera autoridad de Estados Unidos, después del presidente Joe Biden y de la vicepresidenta Kamala Harris, quien también preside el Senado.

Con este caos legislativo nadie gana en los Estados Unidos, Joe Biden se ve imposibilitado a buscar un avance en temas sustanciales y Donald Trump, logra un clavo más para su ataúd político.

@lalocampos03