Luego de comprar la red social del pajarito azul, Elon Musk –apoyado por sus otras empresas como Tesla y Space X– logró lo que pocos creían posible en el corto tiempo: tener tanto a admiradores como detractores con una opinión en común respecto a los cambios que está implementado en Twitter, una que se resume en una palabra: preocupación.

Y es que, a partir de la llegada de Musk, dicha red ha visto como vuelven los mensajes racistas, con discursos de odio y de representantes de extremismos, vaya, hasta Donald Trump pudo recuperar su cuenta –a lo que no le dio importancia, por el momento, pero veamos que sucede conforme se acerque la fecha de la siguiente elección presidencial–.

Pero, además, ha implementado un sistema para que las cuentas verificadas, en Twitter Blue, paguen una mensualidad para mantener la palomita que las muestra como diferentes al resto de los demás usuarios, algo que en teoría es una distinción, pero que para el nuevo dueño es una oportunidad de incrementar los necesarios ingresos de la red.

Lo último que ha hecho el nuevo dueño de la red, es pedir al personal que activen un algoritmo para que sus tuits, de acuerdo al portal Platformer, fueran privilegiados en los time lines de todos los usuarios de la red, esto debido a que en el Superbowl pasado, el mensaje de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, tuvo más atención que el suyo, lo que provocó –entre amenazas de despidos– que los ingenieros que quedaban en la red azul se pusieran a trabajar para complacer al jefe. Así, los tuits de Elon Musk tienen luz verde para evadir los filtros de la plataforma, “el algoritmo ahora impulsó artificialmente los tuits de Musk por un factor de 1000, una puntuación constante que aseguró que sus tuits se clasificarán más alto que los de cualquier otra persona”, señala el portal Platformer.