La cultura de la cancelación, cada día más frecuente en los distintos niveles sociales, es la puerta rápida a la censura. Cancelar es anular o dejar sin efecto. En esencia es una decisión personal; en el ámbito social constituye un valor cultural cambiante de generación en generación y de nación en nación. También constituye una vía de manipulación de las élites a las masas, una forma de discriminación o bien una moda, cuyas consecuencias pueden ser desastrosas para personas o grupos sociales.

Ejemplos. La película “Lo que el viento se llevó”, un clásico del cine hollywoodense, fue cancelada por HBO, porque según ellos contenía elementos racistas. Otro ejemplo es lo ocurrido a Meg Ryan, una de las actrices norteamericanas más populares en la década de los años 80 y 90. En gran parte de su carrera interpretó el papel de mujer buena, romántica, inocente y fiel. A mediados de los años noventa, en la película “Proof of Life” o prueba de vida, como la titularon en español, interpretó el papel de una esposa infiel mientras su marido fue secuestrado por un grupo paramilitar colombiano. Su público no aceptó verla en un papel diferente y la canceló de su gusto.

El ejemplo más conocido es la cancelación de algunos capítulos de “Los Simpson”. Esta serie animada, tradicionalmente irreverente, ha sobrevivido a varios intentos de cancelación. Varios de sus capítulos fueron cancelados, mejor dicho censurados, en países como Alemania, Brasil, Japón y Chile. En sus más de 36 temporadas “Los Simpson” perdieron ironía y se han inclinado hacia lo políticamente correcto.

En México los dos ejemplos de cancelación más conocidos son los circos con animales y las corridas de toros. A simple vista se trata de eliminar dos espectáculos donde se maltrata y abusa de los animales. En realidad es seguir una moda, el animalismo, sin considerar las consecuencias sociales, económicas y culturales que esto implica. La gran mayoría de circos que presentaban espectáculos con animales quebraron. Compañías enteras se quedaron en la calle, sin que el gobierno hiciera nada para apoyarlos en su periodo de transición. Lo paradójico de todo esto fue que la inmensa mayoría de los animales de circo terminaron muertos, abandonados o sacrificados.

Desde hace un año, las corridas de toros están canceladas en la Ciudad de México. Para los grupos animalistas fue un triunfo histórico, realmente la cancelación de la plaza obedece a motivos económicos. Con el pretexto de evitar el maltrato animal, pretenden construir un nuevo centro comercial en los terrenos de la plaza, como ocurrió hace unos años con el Toreo de Cuatro Caminos, como si esta ciudad necesitara otro centro comercial.

Como van las cosas, las obras de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, como “El Amor en los tiempos del cólera”, el “Diario de mis putas tristes” o “Pantaleón y las visitadoras!, serán canceladas por incitar a la pedofilia o a la prostitución. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

@onelortiz

Audio: https://youtu.be/vVgNOyZ2rWg