Con el avance de la tecnología y la masificación de los dispositivos móviles, aunado a la gran cantidad de transacciones comerciales y bancarias que realizamos a diario, la ciberdelincuencia se ha vuelto una amenaza más para todos, la única diferencia con la delincuencia común es que los asaltos no se realizan en la calle y con violencia, pero podemos perder mucho dinero si no tenemos cuidado.

Es tal el nivel de riesgo de este tipo de amenazas, que empiezan a circular distintas recomendaciones para evitar que seamos víctimas de este tipo de delitos, entre los que destacan la suplantación de identidades para que realices una compra o des tus datos bancarios en un sitio que simula ser el de un banco o tienda, o los mensajes en los que se te pide que confirmes o rechaces una adquisición en línea, algo que sólo sirve para intervenir tu teléfono celular y robar tus datos.

Si en el pasado nos llegaba a nuestro correo un mensaje en el que se nos ofrecía compartir una herencia o que habíamos sido beneficiario de una donación millonaria, para lo cual nos pedían hacer un depósito o dar datos bancarios, ahora los delincuentes buscan métodos más sofisticados para el mismo fin, por lo que debemos tener más cuidado en esta época de tecnología móvil.

Hay que estar conscientes que todos estamos en riesgo y buscar la mejor manera de proteger nuestros datos, algo que representa una mina de oro para este tipo de delincuentes.