El derecho a saber está reconocido por nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es de capital importancia para la transparencia y la rendición de cuentas que van contra la opacidad y malas prácticas que se constituyen en un obstáculo para la democracia.

Los derechos humanos no son concesiones de los estados, nacemos con ellos, lo que se hace desde el ámbito público a través de las legislaciones vigentes es reconocerlos porque se trata de un tema imperativo. Al hablar de los derechos estamos invocando la libertad.

Si recordamos la revolución francesa ahí se inscriben los derechos humanos de primera generación como se reconoce, entre ellos la libertad de expresión como una característica del estado moderno. Antes de ello ya se registraba el iusnaturalismo.

Nuestro país también experimentó cambios de acuerdo al ámbito temporal y las características propias de los tiempos, durante muchos años se vivió un estado autoritario en donde se impidió el avance democrático porque no hubo diversidad, la cultura política fue monolítica, un ejemplo fue la llamada guerra sucia que se distinguió por la persecución contra la disidencia.

La presión del gobierno convertido en un Leviatán impidió la divulgación de diferentes modos de pensar México, un partido hegemónico en agravio de otras formaciones ideológicas, eso sucedió hace algunas décadas.

Hace poco más de veinte años se dio la creación del Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública INAI, órgano autónomo, recordemos que en ese entonces se supo de un costo elevado de unas toallas en la residencia oficial de Los Pinos, ello en la administración de Vicente Fox.

El derecho a saber no debe sufrir menoscabo alguno. Actualmente vivimos el encono del presidente Andrés Manuel López Obrador contra el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, el mandatario ha dicho que el INAI no sirve para nada.

Actualmente el INAI funciona con cuatro comisionados de siete porque el senado de la república ha retrasado los tres nombramientos restantes, el presidente señaló que el citado órgano autónomo ha sido de simulación.

Recientemente el coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz, señaló que el INAI aporta a la vida transparente del país porque se trata de limitar al poder y vigilar el uso de los recursos públicos.

La rendición de cuentas debe ser una constante si se habla de la apertura, de reforzar las prácticas democráticas para confrontar la opacidad que se caracteriza por ocultar la información, los entes gubernamentales son sujetos obligados que deben transparentar presupuestos, obras y acciones. Dichos entes públicos no deben manifestar interés jurídico en torno a las solicitudes de información, deben contestar de acuerdo con lo que establece la norma vigente en la materia.

Desconocemos cuál habrá de ser el desenlace en la disputa pública contra el INAI, lo cierto es que la transparencia y rendición de cuentas deben ser una constante porque se trata de respetar derechos, lo contrario sería una práctica que no vigoriza a la democracia porque el autoritarismo no tiene razón de ser.