Luego de tres años de incesante lucha, la noticia oficial para desaparecer a la Agencia Notimex, abre una inmensa interrogante sobre la cuestionada recuperación del Estado de Derecho en México, sobre todo si se considera que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), resolvió sobre la licitud de la huelga estallada por los trabajadores sindicalizados ante las agresiones y represión en su contra por parte de la Directora, Sanjuana Martínez, quien dicho sea de paso, nunca se presentó a alguna audiencia ante las autoridades laborales. Censurable y lamentable que un funcionario público no cumpla con lo que marca la ley sin que, al menos, haya una reconvención en su contra.

No pasó desapercibido que sin tener un interés jurídico en el asunto, diversos funcionarios se atrevieron a revisar el expediente y determinar a su muy particular criterio, que los trabajadores pronunciados a favor de la huelga carecían de contratos de trabajo con la empresa. Falacia que la propia autoridad laboral se encargó de echar abajo.

Creada en 1968 por el Estado Mexicano para difundir al mundo los Juegos Olímpicos, Notimex se convirtió en un medio de apoyo para difundir las acciones de gobierno a través de los sexenios y se ganó un sitio especial en las agencias mundiales, pero toda esa historia ahora pretende ser cancelada, sobre todo porque siguiendo sus propios intereses algunos funcionarios han malinformado al Jefe del Ejecutivo de mejor cerrarla que dar prioridad a la conservación de empleos y el respeto a la contratación colectiva.

Entre las primeras declaraciones oficiales se habla de que habrá pleno respeto a los derechos laborales y se enarbola, como sucedió en gobiernos pasados, que en aras de la austeridad se ponderará el interés público y de la economía nacional, pero el asunto de fondo es que Sanjuana Martínez nunca abrió el diálogo con los huelguistas ni se preocupó por llegar a acuerdos que permitieran fortalecer y relanzar a Notimex, como una valiosa herramienta informativa de apoyo al gobierno federal.

La directora, ahora calificada como la sepulturera de la agencia, parece haber sido enviada a dar el tiro de gracia a Notimex más que a engrandecerla. Y por cierto, que en cuanto al tema de la austeridad no es aventurado suponer, como lo han planteado los huelguistas, que los gastos de la agencia no disminuyeron en lo absoluto con Sanjuana Martínez, sino por el contrario se incrementaron, lo que pone en tela de juicio que el ahorrar recursos públicos sea la razón de fondo para desaparecerla.

Habrá que esperar ahora, la definición que tomen los trabajadores y las trabajadoras en su Asamblea General y las determinaciones que adoptarán para defender a su sindicato, a su Contrato Colectivo de Trabajo y, con ello, al Estado de derecho en nuestro país, tan golpeado sobre todo en el aspecto laboral, en detrimento de una clase trabajadora que aún no termina de conocer la palabra JUSTICIA.