El 14 de marzo, el secretario de Salud Jorge Alcocer Varela y el director del IMSS Zoé Robledo, en la conferencia matutina, informaron de los avances que hay en el fomento a la salud comunitaria y la promoción de la medicina tradicional en las comunidades indígenas y afromexicanas; asimismo, dieron a conocer la forma en que practicantes de la medicina tradicional se están integrando al sistema de salud.

En una fuerte arremetida, ya esperada, ciertos sectores se fueron en contra de lo planteado por los funcionarios, señalaron que ante la carencia de médicos el IMSS iba a contratar curanderos, hueseros, yerberos y otros más para atender a la población en general, lo cual sería un grave error si así fuera, pero no lo es.

 

La importancia de la medicina tradicional

La distorsión de lo informado por Alcocer y Robledo surgió por la interpretación que se hace de las conferencias matutinas, que repiten quienes no las escuchan (“no las tolero” o “siempre dice lo mismo”), pero sí se dejan llevar por la posverdad (las interpretaciones basadas en emociones de otras personas).

Al margen de los juicios de valor sobre la medicina tradicional, lo cierto es que en numerosas comunidades es la única forma de atender sus males, lo cual no quiere decir que por eso se le debe aceptar a priori, sino apoyarse en sus practicantes para mejorar el nivel de salud de la gente.

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en su documento La estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014-2023, define a la medicina tradicional como “la suma total de los conocimientos, capacidades y prácticas basados en las teorías, creencias y experiencias propias de diferentes culturas, bien sea explicables o no, utilizadas para mantener la salud y prevenir, diagnosticar, mejorar o tratar enfermedades físicas y mentales”.

Asimismo, considera que uno de los objetivos de la estrategia consiste en aprovechar la contribución potencial a la salud, el bienestar y la atención de la salud centrada en las personas, que pueden brindar la medicina tradicional y la complementaria o alternativa.

Otro de los objetivos es promover “la utilización segura y eficaz de la MTC (medicina tradicional y complementaria) a través de la reglamentación y la investigación, así como mediante la incorporación de productos, profesionales y prácticas de los sistemas de salud, según proceda”.

 

La incorporación de la medicina tradicional

En ese sentido, el Sistema Nacional de Salud lleva a cabo estrategias parecidas a las de la OMS, pero regidas por la ley de creación del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas que, según refiere el doctor Alcocer: “Reconoce e incluye a la medicina tradicional en el sistema de salud pública. Fortalecer el ejercicio de la medicina y la partería tradicional con el objetivo de aumentar el acceso a la salud con pertinencia cultural; impulsar la investigación sobre herbolaria, la medicina y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas y afromexicanos”.

Sobre el impulso a la investigación, la OMS señala que se “deben alentar la investigación sobre formas de MTC que puedan beneficiar a sus habitantes, y centrar su atención y sus limitados recursos en los productos, prácticas y profesionales que con mayor probabilidad reportarán beneficios”.

El IMSS-Bienestar, por su parte, busca establecer un vínculo entre las comunidades y la atención de los servicios médicos. Zoé Robledo explicó que por comunidad deben entenderse no solo las poblaciones indígenas o rurales, sino también las urbanas, incluso extendió la definición a todas aquellas congregaciones de personas que tienen un solo fin, por ejemplo los centros laborales y escolares.

En el modelo de atención a la salud del IMSS-Bienestar, refirió que actualmente se cuenta con 753 médicos tradicionales, los cuales derivan a los pacientes a las unidades de salud cuando identifican algún padecimiento.

También informó que en un hospital de Nayarit atienden médicos tradicionales, sobadores, hueseros, hierberos, curanderos, parteras y otros especialistas que están incorporados el proceso, es decir que refieren a los pacientes al personal de salud. Esto pudo ser el origen de la distorsión de la información.

El Director del IMSS-Bienestar recordó que desde 1979 se trabaja con parteras empíricas. En la actualidad son 7,079, quienes promueven los métodos anticonceptivos, derivan los partos de alto riesgo, promueven la consulta prenatal, vigilan el puerperio y la lactancia, porque bimestralmente se les capacita en diferentes áreas de la salud.

Con estas y otras actividades, la medicina tradicional se convierte en un valioso aliado para mejorar las condiciones de salud de las comunidades y se aprovecha el saber empírico de sus practicantes, que pueden transmitir sus conocimientos para investigar las terapias y procedimientos que pudieran tener un valor científico.

@RenAnaya2

f/René Anaya Periodista Científico