Al anunciar el presidente Joe Biden el fin de la pandemia del covid-19 en los Estados Unidos, también concluyó la deportación inmediata a las personas que fueran detenidas intentando ingresar a su territorio sin documentos.

Esto de entrada suena bien para los miles de migrantes que buscan; asilo, visas humanitarias o cualquier opción que les permita establecerse en el país de las barras y las estrellas, acabaron las deportaciones inmediatas.

Bien reza el refrán, no todo lo que brilla es oro, poco a poco los migrantes descubren que sólo es parte del discurso político.

La aplicación del título 42 comenzó en marzo de 2020 lo cual se originó de la autoridad de salud vía los Centros para el Control y Detección de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y que se activaron con el objetivo de reducir el riesgo de contagio de COVID-19 en el país. Con esta medida se permitió la expulsión inmediata de quienes ingresaban sin documentos a los Estados Unidos y no tenían oportunidad alguna de solicitar asilo. 

Los miles de inmigrantes que quieren llegar o que ya están en la frontera México-Estados Unidos, pensaron que después del anuncio de Biden el lunes pasado (con el que puso fin a la pandemia sanitaria) cambiaría el panorama y sería más fácil solicitar el tan ansiado asilo, en cualquiera de sus variables.

Pero lejos muy lejos está abrirse el camino para que los estadounidenses faciliten el acceso a su territorio.

La Casa Blanca bien sabía que al declarar el fin de la pandemia vendría con ello el fin igualmente de este “dique migratorio” (el Título 42), pero que también entraría en vigor  el llamado Título 8 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (basada en el Código estadounidense) que no es otra cosa que la norma que han aplicado las autoridades desde antes de la pandemia en su territorio  y que permite calificar como “inadmisibles” en el país a quienes ingresen de manera irregular.

Bien vale mencionar que con el argumento del Título 42, se realizaron expulsiones que “no conllevan a sanciones” legales lo que se tradujo incluso en un “incentivo” para que algunos migrantes “intenten reingresar” ilegalmente. En cambio, bajo el Título 8, las autoridades migratorias pueden emitir órdenes de deportación formales y presentar cargos criminales contra quienes reingresen sin documentos a territorio estadounidense.

El 30 de marzo de 2022, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en caso de un levantamiento del Título 42, está establecido que una vez se reactive el Título 8, “aquellos que intenten entrar sin autorización a los Estados Unidos y que no puedan establecer una base legal para permanecer en Estados Unidos, como una solicitud válida de asilo, estarán sujetos a consecuencias adicionales a largo plazo más allá de la deportación”, incluyendo la “prohibición de recibir beneficios migratorios en el futuro”.

Así o más claro de cómo los migrantes ven levantarse más un dique en su ruta para ingresar a Estados Unidos.

Incluso, esta misma semana se emitió una comunicación que de manera textual dice…” bajo el Título 8 un migrante deportado tras cruzar ilegalmente puede enfrentar una prohibición de regresar a Estados Unidos por 5 años. Si reingresa durante ese período puede afrontar cargos criminales”.

Más allá de el número del “titulo” o programa migrante, lo cierto es que Estados Unidos expulsó a más de 2.5 millones de personas el año pasado. Los migrantes han mostrado que no les importa el nombre del programa que se esté aplicando, su objetivo no cambia.

Desde la Casa Blanca se ha comenzado a dispersar el rumor de que una “prohibición de tránsito” puede negarse el asilo a personas que hayan pasado por un tercer país en ruta y no hayan solicitado asilo primero allí. El uso agresivo de la “expulsión acelerada” podría obligar a las personas solicitantes de asilo a defender sus casos en pocos días desde la austera custodia de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP), sin un acceso significativo a un abogado.

Las negociaciones en curso con México pueden permitir miles de expulsiones de ciudadanos no mexicanos a través de la frontera terrestre, esto es una realidad.

Joe Biden, vale recordarlo ha dicho que su política migratoria apunta hacia la ampliación de vías legales alternativas para algunas personas inmigrantes. Un programa de “libertad condicional humanitaria” permite a los inmigrantes de unos pocos países obtener un estatus documentado temporal en Estados Unidos lo que les permite solicitarlo en línea y viajar en avión. Una aplicación para teléfonos inteligentes de la CBP creará un proceso para que un número limitado de personas migrantes “más vulnerables” soliciten exenciones al Título 42 mientras se encuentran en el norte de México. Estas iniciativas ofrecen un alivio importante, pero adolecen de graves defectos de diseño y funcionamiento que la administración debe subsanar.

Esta aplicación para acceder a esta nueva ruta por los migrantes, simplemente se ha colapsado, las autoridades dicen que, por el alto número de usuarios, pero más bien parece ser un plan con maña para dificultarles su solicitud de asilo.

La migración sigue la misma ruta de siempre, sólo se agrava más.

@lalocampos03