Tengo una hipótesis: Andrés Manuel López Obrador nunca se enfermó; vaya me refiero en los últimos 15 días. Todo fue una farsa para poder probar varias cosas que pasan con un presidente ausente casi 80 horas.

¿Qué ocurre dejando el poder en manos de un secretario de gobernación de toda la confianza, al tiempo que al Congreso de chisguete se le dan instrucciones para generar n y mil iniciativas secundarias de cambios en leyes?

En pocas palabras, ¿qué ocurre si se me ocurre como emperador máximo dar un golpe de estado blando? ¿Es decir, un golpe de Estado cuando todos los mexicanos están en puente, cuando “yo” me desaparezco supuestamente por estar enfermo, cuando medio México especula sobre mi estado de salud, si coronavirus, el infarto, que, si derrame cerebral, opiniones médicas que se convierten en chismes en redes sociales y mensajes por WhatsApp?

¿Soy capaz entonces con un golpe de Estado blando determinar si el secretario de gobernación incapaz en 80 horas de gobernar es todavía más incapaz para ser soberano presidente de un país como México?

AMLO así lo decidió y así ejecutó este plan perverso:

  1. Cuando mucho le dio un catarrito.
  2. En Mérida iba del brazo del abogado de la familia del chapo guzmán. ¿Por qué? Ah, vaya usted a saber. Enfermito, enfermito, que se lo crea el diablito.
  3. Emulando las pistas del programa del payaso tenebroso, López nos dio la sorpresa: Apareció después de 80 horas por televisión desde Palacio Nacional más sano que cualquiera de nosotros. Así es, más sano que cualquiera de nosotros, el apóstol, o apóstata de la laguna negra, surgió ante nosotros para dar un discurso de que estaba más vivo que los vivos, la mitad del discurso para atacar a los conservadores neo porfiristas, comparándolos con el pobrecito de Benito Juárez, Madero y por supuesto –en eso sí coincidimos–, en contra del usurpador Victoriano Huerta.
  4. Se le olvidó decir que Porfirio Díaz fue uno de los grandes héroes si no es que el más grande de los héroes militares liberales de la lucha de Juárez en contra de los invasores franceses, o más bien del invasor archiduque de Augsburgo qué más que francés era austro húngaro. Eso sí nos lo dijo, pero bueno se acomoda el negocio de López según lo que le convenga a él y su personita.
  5. Heroicamente regresó en avión hospital a la Ciudad de México. No aterrizó en su adorado AIFA, sino en el internacional de siempre.
  6. De ahí a todas prisas a Palacio Nacional, a esconderse guardarse, y ver cómo se matan todos entre sí por el poder, a la espera de que él sea un cadáver.
  7. Oh sorpresa, en plena resurrección, el iluminado resucita y sale más bravo que un toro después de haber sido picado para el ruedo.

 

Conclusiones

  1. El no secretario de gobernación, Adán Augusto López, incapaz de gobernar a los Tres Poderes de la Unión 80 horas, imagine usted más de 800 días a este inepto del palacio de Cobián. Pero bueno, como buen tropical López cala la fruta antes de bien pelarla. Si por esta prueba fuera, Adán Augusto ni como secretario de gobernación, y para nuestro bien, fuera de la contienda presidencial.
  2. Bajo esta hipótesis del “enfermito”, quedan Claudia y Marcelo. Marcelo es el candidato exacto para lo que requiere el México del siglo 21, no por exacto, sino porque es menos ladrón y tiene más sesera moderna.
  3. Pero no está convencido Andrés, de que Marcelo sea el camino para no terminar AMLO y su familia en la cárcel, bueno en el mejor de los casos, para no terminar siendo señalado, porque algo ahí está muy raro con el narcotráfico, las fuerzas armadas, el control desenfrenado de dádivas aquí y acullá, las mismas, y ahora tendrá que regresar aquel que ose aceptar la silla del águila.
  4. Ya en el peor de los casos pues metamos, -opina Andrés -, a Ricardo Monreal en El juego de las sillas. No porque sea muy inteligente, menos aún honesto, pero con el papelito de su hermanito como gobernadorcito del pobrecito estado de Zacatequitas (esos Monreal, líder y sombra de Zacatecas, émulos de los Moreira de Coahuila, pero en corriente), seguramente me firmará con sangre lo que le pida.
  5. Ay Señor, qué negociazo he logrado con mi familia, más los chapitos, las fuerzas armadas, la disque guardia nacional, y los gatos del congreso. ¡Vaya negocio meta millonario! Ahora bien, ¿Me comprenderán los gringos?
  6. No, no, no, Andrés, te van a corretear. ¿Piensas esconderte? Vas a necesitar a Cuba a Venezuela a Irán o Afganistán. En esos paradisíacos rincones del orbe terminarán tus días. No te van a perdonar el fentanilo, no te van a perdonar la violencia brutal. Tu pueblo mediocre que se conforma, al estilo de viejo imperio romano, con tigres y cristianos en el foro, no será suficiente para perdonarte. Alguien, quien menos te imaginas, te va a traicionar, por 2 departamentos, y por vivir en Miami. No vas a descansar.
  7. ¿Sabes algo? Has destruido a los Estados Unidos Mexicanos como nadie pudo hacerlo. La discusión está en si eres inepto taciturno o incapaz. Pero de que eres inepto, nadie te lo quita; ni tus cuates de la luz del mundo.
  8. Vas a pagar Andrés. Por eso estás bien espantado. Por eso nos diste este golpe de estado blando, que si te fijas le dejaste abiertas las puertas a la oposición, para que a través de la Suprema corte te dé en la chapa y tus 40,000 modificaciones sean eliminadas. Mi reino por un amor. Ese amor eres tú para ti mismo. Tú forjaste esplendor, esperanza de más de 30 millones de mexicanos, tú mismo los vas a destruir.
  9. Rumbo al 2030 – 2035, tu maldita 4T habrá de ser olvido y retomaremos la senda del crecimiento con desarrollo norteamericanos, para 130 millones de mexicanos.

Acuérdate de mí…

Hoy ya eres una pantomima de presidente. Honestamente nunca fuiste estadista. Te comportaste durante 6 años como candidato, le diste x número de vueltas al país, y mientras, mientras nos olvidaste a todos, conservadores, clases medias, pobres, fregados, jóvenes, viejos, salud, educación, mujeres, qué decir feminicidios.

Ese eres tú Andrés. Te escuchamos 23 años, hoy por hoy, ya lo verás el próximo año, la mayoría de los mexicanos estamos hartos de tu discurso.

Intento de golpe de estado blando. Resultado, fracaso rotundo gigantesco.

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 40 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno… hasta ahora.