El banquetazo o el simposiazo, una comida a la tabasqueña

 

Ciudad de México, abril de 2023.

Esta es una obra de ficción, cualquier parecido que pudiera tener con alguna persona, viva o muerta, con alguna institución pública o privada, situación pasada o presente, es pura coincidencia.

El autor.

 

Propongo cambiar el mundo

Volviendo al tema. Tons, con base en ese concepto, a mi edad, me propongo cambiar el Mundo y sus alrededores en su totalidad. Todo va a ser antes de mí y después de mí. Ete seré recordado como el gran reformador y humanista. Todo será antes del jefe y después del jefe. Se reescribirá la historia.

Siguiendo a Maquiavelo, me propongo revolverlo todo; ete, que nada permanezca como está. No quedará nada del mal llamado sistema democrático, de división de poderes, de pesos y contrapesos, autonomía de las entidades, libertad municipal. Tons, que nadie invoque la ley para detener mis caprichos; que los jueces resuelvan como yo les diga.  Que entre a la cárcel y se quede en ella quien yo disponga. Que ete, las fuerzas armadas, tons, en sustitución de los empresarios corruptos, asuman toda la obra pública, controlen las aduanas, los espectáculos públicos, hospitales, aparatos de seguridad y la Selección Nacional. Que sean ellos los que definan la educación que deban impartir las universidades este, tanto públicas como privadas; que únicamente lleguen a la corte quienes hayan plagiado tesis o sean mis incondicionales.

(Volteando a ver al público y entre dientes) El secreto para alcanzar el poder es mentir, engañar, prometer y engatusar a Demos.

DEMOS: Ya te oí, hijo de tu qué te ha de lucir. Me las vas a pagar en las próximas elecciones.

FALSARIO: Tons, ete, tons  estoy bromeando Demitos querido. Bien sabes que nadie te quiere más que yo. Flaquita, dale a Demos una torta y una pensión de viudez. (Volteando a ver al público y en secreto) Demos es olvidadizo. Con unas cuantas tortas que le metan en el hocico se le olvida todo. No me preocupa.

Sigo: mientras no controlaba a Demos: critiqué todo, absolutamente todo, lo que hacían los revolucionarios y los perfumados. Cuando eran omisos, tons los criticaba; cuando actuaban, los criticaba. No los dejé gobernar ni servir a Demos en paz.

Revolví todo para que nadie, incluyendo a los revolucionarios y a los perfumados, entendieran lo que quería o perseguía. Le decía a Demos tons que yo tenía las soluciones a todos los problemas: seguridad, corrupción, salud, energía, comunicaciones y otros. Ete cuando llegué al control de Demos, ya hubo oportunidad para olvidar lo que le prometí. Bien dice Maquiavelo: nunca faltarán razones a un príncipe para no cumplir sus promesas.

Algo muy importante: el poder es también que mis paisanos tabasqueños no paguen impuestos, el costo por consumo de energía eléctrica y el IVA; que se les dé una pensión de por vida a partir de los veinte años. Que no haya licitaciones; que todo se haga a través de adjudicaciones directas; tons, que desaparezca la Auditoría Superior, a fin de que no haya supervisión sobre el gasto público; que todas las embajadas sean ocupadas por miembros de mi banda; que los cargos públicos, sin excepción, ete incluyendo ministros de la Corte, magistrados, jueces, secretarios, oficiales mayores, gobernadores, presidentes municipales, funcionarios del INE, tons, sean miembros de la banda de la Prieta y me juren fidelidad. Que todas las fiscalías, ete, tanto federales como locales, ejerzan sus funciones con vista a salvaguardar los intereses de mi quinta T, de mi persona y de mis familiares

Que todos, absolutamente todos los servidores públicos, estén comprometidos con mi movimiento, tons, me deban fidelidad y asistan, con cargo a su bolsillo, a todas las manifestaciones, los actos de adhesión y acarreos. Que lo hagan sin pedir nada; y que exijan que me reelija o que yo sea soberano vitalicio.

Eso es para mi el poder y no lo que dice el tal Kelsen.

FLACA: Eso mismo iba a decir yo.

ZORRO. (Entre labios y volteando a su lado derecho): Y los viejos soñarán sueños. Ya vieron: estoy estrenando botas. Les manda saludos Marthita. Ella cree que se debe confiar el poder a las mujeres, como yo lo hice durante mi reinado.  Propone como solución a todos los problemas del país su programa “Vamos México”. Me pidió que se los dijera. El poder, para mí, es hacer lo que dice Marthita.

Yo fui el que dio democracia a México. Soy el paladín de la democracia. Por mí hay alternancia en el poder.

METICHE: Todos ustedes, salvo Falsario, son unos tontos. No saben lo que es el poder, ni tienen idea de cómo se alcanza.

FLACA: (Hablando en secreto, dirigiéndose a Falsario) ¿Y ese?, ¿de dónde salió?, ¿quién lo invitó? ¿qué pitos toca?

FALSARIO: (También en secreto) No hagas preguntas. Él nomás come y se va. Tons es mi memento mori, para que me entiendas: es quien me recuerda que soy mortal y que algún día voy a morir.

METICHE: Lo que dice el Zorro es una inocentada. La llamada democracia mexicana es una comedia de engaños y malos entendidos.

FALSARIO: No reveles el juego; tú eres un invitado de piedra.

METICHE: Únicamente lo fundamental. No referiré los detalles. No te preocupes.

FLACA (Hablando en secreto a Falsario): Falsarito, ese tipo me espanta.

FALSARIO: No te preocupe. Lo conozco bien.

METICHE: Insisto, la supuesta hazaña democrática es una comedia de errores y engaños. Las cosas estuvieron así:

El Innombrable, cuando se presentó como candidato para mandar a Demos, perdió frente Águila que Cae. Perdió a pesar de que en su campaña quienes habían propuesto al Innombrable, para espantar a Demos, le dijeron que Águila le iba a quitar su casa, su trabajo y su religión. Ante lo incierto de la situación, necesitaba cómplices para impedir que este controlara a Demos y para lograr que se reconociera su triunfo, la banda del Innombrable se procuró un cómplice.

BARBÓN (Preocupado y con el puro en la boca): Falsario, calla a ese bribón.

FALSARIO: ¿Desde cuándo las arañas mean? ¡Sólo eso me faltaba que uno de huarache me viniera a taconear! Que hable; está en un país libre.

METICHE: La banda de forajidos y revolucionarios a la que pertenecía el Innombrable, digo pertenecía por razón de que ahora es gachupín y judío, para que le arrebataran a Águila su triunfo, buscó cómplices; recurrió a una hermandad de gente buena, idealista y de sanas intenciones. En ese momento intervino el Barbón, que es ambicioso y se cree muy listo. Los revolucionarios se lo comieron vivo. Le repitieron el mismo discurso: que Águila que Cae le iba a quitar a Demos su casa y de que estaba en peligro su religión; una vez que cayó, le propusieron, a cambio de su complicidad, una alternancia en el control de Demos: seis años lo tendrían la banda de los revolucionarios y seis años aquellos que, a partir de ese enjuague, dejaron de ser gente decente y se convirtieron en otra banda de asaltantes y mafiosos.

BARBÓN: Eso es totalmente falso; es una mentira absoluta. Falsarito, por lo que más quieras: por tu ambición de Poder, impídele que siga hablando.

FALSARIO: Metiche: habla de tu ronco pecho. Vomita tu veneno. Sigue.

METICHE: Una vez que el Barbón y sus cómplices mordieron el anzuelo, los bribones hicieron el pacto, entre “caballeros”, de que él u otro miembro de su banda, en el caso el Zorro, asumirían el control de Demos y así, de manera alternada, seguirían gobernándolo y se daría la impresión de existir un juego democrático. Como el Zorro estaba impedido para controlar a Demos, convinieron en reformar la Constitución para permitirlo. La banda del Barbón reconoció el triunfo del Innombrable y aceptó que se quemaran las boletas de las que se desprendía el fraude electoral; los bandidos revolucionarios cumplieron su palabra: reformaron la Constitución a fin de que la banda de los asaltantes dos, la de los perfumaditos, tuviera más opciones a su disposición.

La banda de forajidos llamada de revolucionarios, no cumplió su palabra. No entregó el control de Demos a la banda de perfumados en la siguiente renovación del mando. El Innombrable, para seguir mandando a Demos, puso como titular formal del control a uno a quien consideraba como tonto y manejable:  a un tal Cepillo. Este, para ganarse la confianza del Innombrable, le jugó a la gatita mansa; al principio lo obedeció; una vez que tuvo el control de Demos y de sus guaruras, metió a la cárcel a su hermano y a aquél lo mandó al destierro.

Cuando se venció el periodo que tenía para gobernar a Demos, Cepillo, considerando que entregar el dominio de Demos a otro de la banda de revolucionarios era un peligro para él, arregló las cosas para que saliera como controlador de Demos, el Zorro, aquí presente y de esa manera dar la apariencia de estar cumpliendo lo pactado. El Zorro, como no tenía idea de lo que es el poder sobre Demos, agotó su sexenio en frivolidades. Esa es la verdad. No hubo tal alternancia.

ZORRO: Todo eso es fantasía. Yo gané el control de Demos. Yo sí puedo decir qué es el Poder: repito, es hacer lo que Marthita ordene.

FALSARIO: Zorro, ya te oí. Sigues siendo un mandilón. Tons desde hace algún tiempo estás viviendo horas extras. Ya te quité la pensión que recibías. Tenemos pensado expropiar tu rancho para hacer una Universidad Benito Juárez y poner, también, una sucursal del Banco Bienestar. Ete estoy seguro de que fuiste cómplice de José de León Toral, en el asesinato de Álvaro Obregón. No dudaría ni tantito de que formaste parte de la comisión que ofreció a Maximiliano la corona de México y de que tú hayas sido quien directamente le quemó los pies a Cuauhtémoc. Tons tus crímenes me son conocidos; no quedarán impunes. Voy a proponer que, de manera expresa, ete en artículo 19 constitucional se disponga que tus delitos son una forma de delincuencia organizada y que merecen prisión preventiva perpetua. No por más tiempo, pero tampoco por menos.

Tons a ti a y tu cómplice el Gavioto los voy a meter a la cárcel. La semana que entra voy a organizar una consulta popular para que en ella los ciudadanos digan que los encarcele. Voy a manipularla a fin de que salga como yo quiero. Ete yo sí gané el dominio de Demos sin necesidad de bules viejos como lo son ustedes, los de la banda de revolucionarios y de perfumados.

METICHE: Falsario, no le echas tanta crema a tus tacos. Tu control sobre Demos no fue por tus méritos, como lo afirmas. No eres un paladín de la democracia. Simplemente eres lo que eres: un Falsario.

Te aprovechaste de los errores y excesos de la banda de revolucionarios y de la ingenuidad y torpeza de los perfumados.

FALSARIO: ¡A chinga! ¿Después de que estás de arrimado, ahora te vas a meter conmigo? Tons

METICHE: Tú me dijiste que hiciera y dijera lo que quisiera. Ahora te jodes. Me van a oír.

FLACA (Visiblemente preocupada): ¡Cállalo Falsarito! Que no te encuere en público.

METICHE: Falsario, tú eres una creación involuntaria de la banda de los revolucionarios y de los perfumados. Me explico:

Las bandas de ladrones que te crearon y formaron, no te dieron la gubernatura de tu estado natal. Si te la hubieran dado, con tantito que te hubieran recortado los recursos, habrías fracasado y hasta ahí hubieras llegado. No tuvieron visión. Su ambición los cegó. Dejaron que te salieras de su banda. Los revolucionarios y los perfumados no te supieron parar a tiempo.

También eres hijo involuntario del Zorro.

FALSARIO: Ahora sí te manchaste. Ete.

METICHE: Cuando te apuntaste para gobernar al Demos de la Capital del reino, no reunías los requisitos que establecía la Ley. No tenías la residencia mínima que ella establecía. Eras habitante y residente de tu estado natal. Por un error de cálculo, te dejaron pasar tanto los revolucionarios como los perfumados.

Una vez que tuviste el control de Demos capitalino, el Zorro, por instrucciones de su esposa, intentó meterte a la cárcel, habiendo razones para hacerlo. Zorro, eres cobarde. Tuviste miedo. Olvidaste lo que dice Maquiavelo: a los grandes no hay que tocarlo y si se les toca es preciso acabar con ellos. Los hombres son tan estúpidos que no saben llevar su perversidad hasta el extremo.

Si tú, Zorro, querías meter a la cárcel a Falsario, no tenía por qué temblarte la mano y detenerte. De inicio, no debiste meter con él; si lo hiciste, por aconsejarlo la técnica del Poder, debiste haber llevado tu perversión hasta el extremo: destruirlo, llevarlo al penal del Altiplano y que ahí se pudriera. En dos o tres meses sus seguidores se hubieran olvidado totalmente de él.

Otro error: Falsario, habiendo estado sin trabajar doce años y hallándose en campaña política permanente, a nadie se le ocurrió investigar tus finanzas y fincarte responsabilidad por evasión fiscal. Los revolucionarios y los perfumados te dejaron hacer y deshacer. En el pecado llevan la penitencia.

FALSARIO: Ahora sí que me creció por andármela jalando. Ete yo no voy a cometer el mismo error. Te voy a joder, Zorrito.

ZORRO: No te tengo miedo Falsario inmundo. No eres capaz de sacar un puerco de una milpa. A mí las calaveras me pelan los dientes y los guajolotes me bailan un tango. No sé cómo fui a aceptar venir a comer contigo; si he sabido que te orinas, ni pañal te pongo. Bien dijo el filósofo milesio: con pendejos ni a misa, porque se hincan en los gargajos. Si saben contar, no cuenten conmigo. Ahí se la ven. (Hace el intento de levantarse y salir).

FLACA (Corriendo a la olla de tamales): Zorrito, ¿No le llevas unos tamalitos a Marthita?

ZORRO: No quiero nada de ustedes. Sacudo el polvo de mis botas, ni eso me quiero llevar. Flaquita: ¿no te sobran unas tortas de tamal?

FALSARIO: No te vayas Zorrito. Ete fue broma. En ese momento me estaba dando un infarto al miocardio. Son las secuelas del COVID 19 que he sufrido. Siéntate. Te compro tus botas.

(Entran al banquete, totalmente borrachos, con la camisa de fuera y sucios el Artista, portando un sombrero Tlapehuala y el Chango León)

ARTISTA: Ábranla que lleva bala y en la punta munición. ¿Jefecito, por qué no me invitaste a este banquetazo?

FALSARIO: Mandé al Delgadillo, jefe formal de nuestra banda, a que te invitará. A pesar de que te buscó en todas las cantinas, nunca te encontró. Ete te dejó la invitación con tu hija, la que cuida tu oficina en tu estado. Tons en el Senado también te dejó recado con Richard, el zacatecano. Me comentó que no te has presentado ahí desde el año pasado y que tu dieta se la entregan directamente a tu cantinero.

ARTISTA: Ese Richard, por el amor y la fidelidad que te guardo, no me quiere. Me emborracho para olvidar su odio.

FALSARIO: Siéntate a comer con nosotros, tons.

ARTISTA (Viendo el menú): Conmigo no cuenten para el pozol. Hoy no es jueves pozolero. Para quedar bien con mi jefecito, quise traer conmigo un desinfectante. Por las prisas, tomé una botella de mezcal. Viene a la mitad; en el caminó se me vino tirando. No me di cuenta de que la botella estaba agujerada. ¿De qué están hablando?

FALSARIO: Del poder, de política y de los políticos.

ARTISTA: Mi mero mole. Para disertar sobre el tema, Flaquita, mi querida presidenta, sírveme un mezcalito y un tamal de pejelagarto.

FLACA (Tomando una copa se dispone a llenarla): ¡Ya rugiste león de la Metro!

ARTISTA: Mi querida presidenta, pareces primeriza. Es en vaso, no en copa.

FLACA: Ya, tú; te la serviré en una olla.

ARTISTA: “Agüelita, yo soy tu nieto.” Les explicaré en que consisten el poder y la política; es algo muy simple: adivinarle el pensamiento a nuestro jefe y hacer lo que él ordena. La política se reduce a establecer un estado de armonía y colaboración entre gobernantes y crimen organizado de tal manera que aquellos aparenten que mandan y éstos financian las campañas políticas, hacen negocios ilícitos, cobran derecho de piso, eliminan a sus rivales y a quienes no se someten a su autoridad y reparten utilidades con quienes gobiernan. (Volteando a su derecha)

¡Aquí estás mi querido Barbón! No te había visto. (Se abalanza a abrazarlo y besarlo).

BARBÓN: No me toques ni te dirijas a mí engendro del demonio. No eres de mi estatus social. Tartufo, dile que me suelte.

ARTISTA: No seas tan roñoso, mi querido Barbón. Recuerda: somos parte de la misma mierda. Tú navegas con bandera de conservador y de niño bien. A lo que dije de la política, agrego algo que me vino a la mente estando aquí el Barbón: la política es también el arte de hacer negocios, litigar y aprovecharse de las relaciones; incurrir en tráfico de influencias, enriquecerse al amparo del poder; aparentar ser oposición y, cuando el que manda lo dispone, dejarse caer para que gane quien es el verdadero jefe en ese momento. Barbón, tú le bajaste a tu campaña en el momento en que te llegaron al precio y en el que te lo ordenó tu jefe, el Innombrable.

BARBÓN: Eso es falso. Pongo como testigo de mi dicho al judeoespañol, al Innombrable; que me condenen el santo Niño de Atocha y san Judas Tadeo, si no digo la verdad.

ARTISTA: (Hablando en secreto) Nuestro jefecito no me dejará mentir. La política también es el arte de utilizar los sentimientos y necesidades de Demos: los pobres, indígenas, asalariados, ancianos, desocupados y otros muertos de hambre, para acceder al poder y, a base de beneficiarlos, comprar su voto y garantizar su apoyo de manera permanente. Hablo con franqueza porque sé que Demos es sordo, mudo y ciego.

FALSARIO: No seas tan explícito mi querido Artista. Ete, te está oyendo Demos, a quien le debo todo mi respeto (Lo dice sonriendo discretamente).

CHANGO LEÓN: A mí las nalgas sólo me sirven pa’ cagar.

LOCUTORA: Para mi el poder es estar jodiendo a Alito y a Richard; ventanearlos en mi programa “Martes de la rata” y que las autoridades competentes no me lo impidan bajo el pretexto de que estoy violando comunicaciones privadas.

(Metiche se levanta, echa un fuerte eructo, avienta a la mesa su servilleta de papel, con la mano izquierda se rasca los testículos y con la derecha extrae algo de sus dientes, arroja a la mesa lo que extrajo y, sin decir palabra, se retira).

ARTISTA: Yo también me retiro. Todavía tengo dos litros de mezcal por delante. Perdón, dos sesiones en la Cámara de Senadores. Vámonos Changuito.

FALSARIO: Calentano: Tons ¿A dónde vas, que más valgas? Quédate. Tómate otra olla de mezcal con nosotros.

CHANGO LEÓN: A mí las nalgas sólo me sirven pa’ cagar. (Se retiran).

FALSARIO: Flaquita, pon algo de música. Que sea clásica. Tons pon a Chico Che.

FLACA: Si jefecito.

(Se oye un fuerte ruido)

FALSARIO : ¿Qué pasa? ¿quién se cayó? (El Carnal se levanta, se dirige a la olla de tamales y comienza a repartirlos entre los presentes; Naricitas, comienza a trapear el piso).

FLACA (Sale y regresa llorando): Una mala noticia jefecito. Nuestro Artista, uno de nuestros proveedores de efectivo, ha pasado a mejor vida.

FALSARIO: ¿Se fue a vivir a una cantina? Tons ¿Qué le pasó a mi querido gober?

FLACA: No lo volveremos a ver… borracho.

FALSARIO: ¿Tons, entró a Alcohólicos Anónimos?

FLACA: No. Algo peor: al salir de tu Palacio, por lo borracho que iba, se cayó y se golpeó la cabeza en la banqueta. Se dio un banquetazo. Se fue a ver crecer las plantas desde abajo. No volverá a emborracharse por algún tiempo. (Se oye la marcha fúnebre de Chopin).

FIN.