Los Universitarios hablan es un espacio abierto a la comunidad estudiantil, la que cursa la licenciatura en las instituciones de educación superior; inicialmente las que funcionan en la Ciudad de México. Pretende ser un espacio en el que los universitarios opinen libre y responsablemente sobre temas de actualidad.

En esta entrega participa Javier Antonio Martínez Quintanilla, estudiante de la Universidad Iberoamericana. Da su visión respecto de un tema específico y actual: el procedimiento disciplinario en torno a la investigación del presunto plagio de la Ministra Esquivel.

Elisur Arteaga Nava

 

La tesis de la ministra Esquivel: Una investigación silenciada

 Javier Antonio Martínez Quintanilla, IBERO

 

El caso del presunto plagio de la tesis de licenciatura en Derecho de la ministra Yasmin Esquivel Mossa, tema que estalló a finales del año pasado, parece estar detenido e, incluso, silenciado en los medios durante los últimos meses. Después de que la UNAM, previa investigación, afirmara que la tesis de la ministra, presentada en 1987, resultó ser ‘copia sustancial’ de la tesis presentada un año antes por Edgar Ulises Báez Gutiérrez, el caso aún no ha tenido consecuencias definitivas.

Así pues, a pesar de la robusta investigación —cuyos resultados fueron contundentes—, la ministra insiste en la originalidad de su tesis y, no solo eso, sino que incluso interpuso una denuncia por plagio en contra de Edgar Ulises Báez, en cuya carpeta de investigación se declaró el No Ejercicio de la Acción Penal, por haber prescrito la acción.

Naturalmente, surge la interrogante de por qué, si ya fue determinado por la UNAM que, efectivamente, hubo plagio, no ha habido consecuencias al respecto: ¿a qué se está esperando para la remoción o nulidad del título de la ministra? Sobre todo, resulta sorprendente que la silla de la ministra dentro del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), permanece tan intacta como activa.

El abogado general de la UNAM, en respuesta a ello, alegó que, como la normatividad disciplinaria de la universidad no cuenta con una regulación expresa para el presente caso, no puede determinarse la invalidez del título.

Por su parte, la Secretaría de Educación Pública (SEP) apuntó que, sin una resolución definitiva de la UNAM que expresamente determine la invalidez del título, no puede pronunciarse al respecto, debido a que la controversia es de carácter interno y es a la universidad a quien compete resolver. En tanto ello no se haga, la SEP no puede tomar acción.

Diversas propuestas han surgido respecto de posibles vías para atacar la validez de la tesis y, en consecuencia, anular el título. Por ejemplo, mediante la facultad del Consejo Universitario de la UNAM para conocer de casos imprevistos por la normatividad disciplinaria, una resolución suya podría servir a la SEP para tomar acción. Incluso se ha propuesto una acción administrativa de nulidad en contra de la emisión del título —en tanto acto administrativo—, al ser la UNAM un organismo descentralizado. De hecho, podría alegarse la nulidad de cualquier acto emitido por la ministra durante su carrera, pues en ninguno de ellos habría cumplido con el requisito esencial de ser licenciada en Derecho, al haber estado viciada la emisión de su título.

Recientemente, la SCJN inició un proceso de consulta para que el Pleno determine por qué vías debe resolverse el asunto. Ello, derivado de diversas denuncias en las que se acusó a la ministra de no preservar la dignidad ni el profesionalismo de la función judicial ni gozar de buena reputación, tal como la Constitución Política exige.

Paralelamente, la ministra Esquivel presentó un amparo en contra del Comité de Ética de la UNAM, por investigar la posibilidad de remover su título, arguyendo que ello vulnera su derecho a la presunción de inocencia. En el juicio, la ministra obtuvo una suspensión definitiva que prohibió a la UNAM dar a conocer públicamente el estado de la investigación, en tanto no se resuelva el amparo. Y es, precisamente, esta suspensión la que ha provocado el silencio que ha reinado sobre el asunto últimamente.

Así, en resumidas cuentas, por surreal y kafkiano parezca, no sólo no ha habido sanciones o consecuencias por el comprobado plagio de la tesis, sino que ya ni siquiera puede hablarse al respecto, ni actualizar a las y los mexicanos sobre el estatus de la investigación.

@antonio.mqnta