Max Weber señaló que a las organizaciones políticas les marca su origen, es decir establece cierto determinismo, el Partido Revolucionario Institucional en sus inicios Partido Nacional Revolucionario, fue uno de masas que se diseñó desde la cúpula por el entonces hombre fuerte del sistema político mexicano Plutarco Elías Calles, dicha formación se mantuvo en el poder desde 1929 hasta el año 2000.

El PRI regresó con Enrique Peña Nieto quien encabezó una desastrosa administración para ser vapuleado por Morena de manera categórica en el 2018. El Partido Acción Nacional fue una organización de cuadros que fundó Manuel Gómez Morín un distinguido jurista que fue rector de la Universidad Nacional, además fue integrante del grupo conocido como el de Los Siete Sabios, artífice del Banco de México.

El PAN en sus inicios no figuró por ganar elecciones, las condiciones inequitativas fueron evidentes ante una simbiosis de maquinaria pesada que fue el PRI-gobierno, en décadas anteriores se sabía quien ganaría los comicios porque el aparato de estado favoreció al tricolor.

El PAN contó con destacados ideólogos en sus orígenes como el ya mencionado Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna, alguna vez un destacado académico michoacano me dijo que en otras etapas como en los años 50 el panismo tuvo algo de heroicidad porque ni recibían financiamiento público y en algunos municipios fueron boicoteados a punta de balas, hacían su trabajo en condiciones adversas, su brega de eternidad.

Un destacado intelectual mexicano, Don Daniel Cosío Villegas, escribió en un ensayo titulado La crisis en México en el que señaló que cuando el PAN ganara el poder perdería al partido, el desplome ideológico del panismo comenzó a evidenciarse desde que Vicente Fox ganó la presidencia de la república.

Vicente Fox no tenía la ideología de Acción Nacional, en todo caso se sirvió del partido para llegar a la primera magistratura del país con un discurso coloquial y aprovechando el marketing político para destronar al PRI que en el año 2000 buscó retener el poder con su candidato Francisco Labastida Ochoa.

En el año 2006 Felipe Calderón, de carrera en el PAN del que fue dirigente juvenil y legislador, el albiazul se mantuvo en el poder tras unas elecciones accidentadas y se cuestionó su legitimidad, seguramente se le recordará más por su cruzada de guerra contra el narco la que no ganaría.

En el año 2012 arribó Enrique Peña Nieto que fracasó estrepitosamente y entregó el poder a Morena cuyo candidato Andrés Manuel López Obrador arrasó en las urnas.

Actualmente el PAN hace alianza con sus enemigos históricos como el PRI y el PRD, su último gran ideólogo fue Carlos Castillo Peraza, por ahora carece de brújula con un dirigente, Marko Cortés, acostumbrado a perder.

El Partido Revolucionario Institucional es dirigido por Alejandro Moreno que también tiene colección de derrotas, el PRD sobrevive con la dirigencia de Jesús Zambrano. El marco luce desesperanzador para la oposición que llegará sin consistencia a las elecciones del 2024.

No sabemos si la mejor opción para los partidos opositores sea su refundación porque actualmente no luce fortalezas y más bien parece hacer predecible el escenario político del próximo año.