El drama del sumergible Titán, con toda la cobertura que los medios realizaron del mismo, es sólo un ejemplo de lo que nos espera ahora que el turismo de aventura está tomando un nuevo impulso.

Y es que no es sólo la posibilidad para quienes tienen los recursos económicos necesarios para realizar un viaje a las profundidades del mar, sino que también empezamos a ver los primeros viajes al espacio para turistas, claro, para quienes puedan pagarlos porque su costo no es para todos.

Pero también, por las características de este tipo de viajes, los riesgos aumentan, como vimos en el caso del Titán, y por la novedad de este tipo de actividades, serán noticia que atrae la atención de muchos por el drama inherente a este tipo de accidentes.

Como posibilidad, al igual que con otro tipo de viajes como los que utilizan aviones comerciales, los accidentes pueden ocurrir y el hecho de que ocurran en la profundidad de algún océano o en la órbita de la Tierra, crean el escenario ideal para una historia que bien puede acabar en alguna noticia.

En la medida en que aumenten los viajes en este tipo de vehículos, ya sea al mar o al espacio exterior, también crecerán los riesgos, hasta que la tecnología mejore y se vuelvan cosa de todos los día.