Es verdaderamente lamentable el estado y la forma en que funcionan los partidos políticos del país; hace unos meses Movimiento Ciudadano decidió que no competiría en las elecciones de gobernador del Estado de México y Coahuila. Y a unos días de la elección, el Partido Verde decide abandonar a su candidato en Coahuila y el Partido del Trabajo al suyo, para llamar a votar por Morena y su candidato. Las boletas electorales ya están impresas y este miércoles pasado fue el último día para hacer campaña. Esto quiere decir, que el Partido Verde seguirá apareciendo en la boleta con el candidato que de un principio apoyó: Lenin Pérez y por su parte, el Partido del Trabajo con Ricardo Mejía. Estos dos partidos hicieron campaña con sus respectivos candidatos, utilizaron recursos públicos para impulsarlos y ahora sin ningún reparo negociaron su continuación hacía el 2024 con Morena, dejando a sus respectivos candidatos y simpatizantes a su suerte.
No tienen nada que perder y todo que ganar; seguirán sumando y obteniendo un porcentaje con los candidatos que abandonaron en la elección de Coahuila, que es lo mismo a recibir recursos públicos por la intención de voto. Asimismo, el Verde gana una corcholata llamada Manuel Velasco y el PT un lugar para negociar por la presidencia y las distintas posiciones de la administración pública. En la última elección de Coahuila, el verde obtuvo el 0.85 por ciento de la votación y se prevé que logre en estas elecciones con Lenin el 7 por ciento. Del lado del PT obtuvo un 1.5 por ciento y ahora Mejía lo ha crecido a un 13 por ciento según encuestas.
Las cúpulas partidistas y sus políticos, “sacaron el colmillo” porque evidenciaron que les interesa muy poco las propuestas y el futuro de la población por lo que en un principio pidieron el voto, porque les es más redituable que Morena los acobije en el 2024 como si fuesen un negocio y no el móvil por el cúal la ciudadania se ve representada en el gobierno.
Por otra parte, en el Estado de México la candidata de Morena que fue formalmente sentenciada por desviar el 10 por ciento del salario de los servidores públicos de Texcoco, puede resultar vencedora y eso deja ver que no importa el candidato o las acciones de corrupción en las que se implique, porque a Morena le alcanza con su popularidad para hacer una elección donde pueda ganar una candidata así.
¿Y qué hace la oposición? Mantiene como líder de sus respectivos partidos a personajes que le resultan desagradables a la ciudadania. Alejandro “Alito” Moreno sigue empeñado en sus ambiciones políticas y Marko Cortés en las suyas. No hacen nada distinto, no proponen una agenda o plan que pueda generar diferenciarse del actual gobierno… Asi las cosas en México donde nos acostumbramos y normalizamos estos desplantes políticos sin exigir que se pongan a trabajar en las prioridades ciudadanas y dejen de utilizar los partidos políticos como empresas para incubar sus negocios o intereses personales que sobra decir: no somos los mexicanos.

