Arrancaron los trabajos para la construcción del Frente Amplio Por México (FAxM) por parte de la coalición opositora, conformada por partidos no afines al régimen y miembros de la sociedad civil. Esto con un objetivo claro: reconstruir el país ante la actual crisis institucional y recuperar el futuro próspero al que aspiramos. Este acontecimiento marca un momento histórico que sin duda reconfigurará la dinámica política y democrática en México. Sin embargo, como en todo hito histórico, surgen desafíos y oportunidades.
La misión que se plantea el FAxM no es sencilla, ya que busca implementar un método de participación ciudadano-político que fomente la participación democrática de los ciudadanos. Durante el proceso electoral, se espera que se respalde de manera contundente a la mujer u hombre elegido como candidato presidencial, quien deberá competir de manera sólida en las elecciones de 2024.
La implementación de un método de participación ciudadano-político presenta retos significativos. Sin embargo, en medio de estos desafíos, se vislumbra un panorama optimista que abre puertas a la transformación política y a una mayor inclusión ciudadana. En este artículo, exploraremos las distintas fases de este método y destacaremos cómo, a pesar de los obstáculos, puede convertirse en un catalizador para fortalecer la democracia y promover una representación más equitativa y, sobre todo, competitiva ante las violaciones electorales que han ocurrido en los últimos años por parte del actual régimen. Analicemos cada fase y su potencial transformador:
Registro de candidatos: Las firmas ciudadanas
El primer desafío se encuentra en la fase de registro, donde cada aspirante a encabezar el FAxM debe recabar al menos 150,000 firmas de ciudadanos. Aunque esta cifra pueda parecer abrumadora, este requisito promueve la movilización ciudadana y la participación en el proceso político. La búsqueda de apoyo ciudadano fortalece los lazos entre los candidatos y la ciudadanía, fomentando un mayor sentido de responsabilidad y conexión con las demandas de la sociedad.
Es fundamental que los candidatos a representantes del FAxM logren emocionar y conectar con la ciudadanía en el corto tiempo disponible. Generar una conexión emocional requerirá un esfuerzo considerable tanto por parte de la ciudadanía como de los participantes en el proceso.
Debates entre los participantes
Los debates entre los precandidatos constituyen una etapa clave para un proceso democrático sólido. Aunque organizar debates equitativos y significativos puede representar un reto, estos brindan una oportunidad invaluable para que los ciudadanos conozcan las propuestas, habilidades y personalidades de los aspirantes a la candidatura. Los debates bien moderados y centrados en temas relevantes pueden empoderar a los votantes y permitirles tomar decisiones informadas basadas en ideas y planes concretos.
Es evidente que los opositores políticos al FAxM intentarán utilizar las debilidades o errores cometidos por los participantes durante los debates. Podrían destacar momentos en los que los candidatos parecieron dudar, no respondieron de manera convincente a preguntas difíciles o cometieron errores de comunicación. Al hacerlo, buscarán socavar la confianza en la capacidad y competencia de los participantes en los debates.
Encuestas de conocimiento e intención de voto
Las encuestas de intención de voto desempeñan un papel fundamental en la retroalimentación ciudadana. Aunque asegurar encuestas confiables y representativas puede ser un desafío, estas herramientas permiten conocer la percepción positiva o negativa, así como las preferencias de la ciudadanía. Las encuestas bien diseñadas y ejecutadas brindan una voz directa a los ciudadanos y fomentan una mayor participación al hacer que su opinión sea parte integral del proceso de selección.
Desde la sociedad civil, debemos estar preparados y anticipar que las fuerzas políticas opositoras al FAxM intentarán socavar la credibilidad de las encuestas utilizadas en el proceso de selección. Cuestionarán las técnicas de muestreo, la estructuración de las preguntas o incluso la representatividad de la muestra. Al hacerlo, buscarán minar la confianza del público en los resultados de las encuestas y, por lo tanto, en el resultado final del proceso. Es importante estar preparados para enfrentar estos desafíos.
Voto directo para elegir a la representación del FAxM
El voto directo representa el momento culminante del método de participación ciudadano-político. Aunque organizar un proceso electoral justo y seguro plantea desafíos, el voto directo otorga un poder real a la ciudadanía para elegir a la persona con la que más se identifica. Este proceso de selección inclusivo y transparente fortalece la legitimidad del candidato elegido y fomenta una mayor confianza en el sistema político.
En esta etapa, uno de los principales retos es lograr una alta participación de los votantes. Considerando los altos niveles de abstención electoral en el país, es fundamental transmitir el sentido de urgencia para lograr un cambio político positivo. De lo contrario, podríamos encontrarnos en una situación en la que una parte relativamente pequeña de la población influya en la selección del candidato o candidata que deberá enfrentar al aparato oficialista en una contienda electoral muy complicada en 2024.
Conclusión
Aunque el proceso es perfectible, esta es una “oportunidad de oro” que quizás no vuelva a presentarse en generaciones. Por eso, hacemos un llamado a todos aquellos que creen en la democracia y desean preservar sus libertades: participen en este proceso inédito y disruptivo. Sin una participación de la ciudadanía en el método de selección, no podremos generar las condiciones de credibilidad y respaldo necesarias para contar con una candidatura opositora competitiva en 2024. Una baja participación abriría la puerta a que las fuerzas políticas afines al régimen resalten la falta de entusiasmo o la apatía entre los votantes que buscamos recuperar el exitoso futuro de México.
A pesar de los desafíos que enfrenta la implementación de un método de participación ciudadano-político, existe un optimismo sustancial que impulsa la transformación. Este método ofrece la posibilidad de fortalecer la democracia, incrementar la participación ciudadana y lograr una representación más equitativa en la selección de candidatos. Al superar los obstáculos con transparencia, inclusión y compromiso, México puede abrir un camino hacia un sistema político más justo y resiliente.
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El autor es cofundador de @SocCivilMx y de UNID@S
@Gabriel_Espana

