El cambio climático tantas veces anunciado por los estudiosos del problema ya no es solo una posibilidad, sino una cruda y triste realidad. Julio y agosto suelen ser los meses más calurosos del año, cuando se presenta la canícula. En esta época es más probable que se registren temperaturas extremas y se produzcan olas de calor que no respetan a ningún ser viviente. Entonces los seres humanos pueden ser víctimas de las elevadas temperaturas que afectan todas las clases sociales. Pobres y ricos, personajes relevantes o personas de la calle.
Incluso los primeros ministros, le sucedió al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que fue hospitalizado por un golpe de calor. Desde fines de junio, los días comienzan a ser más largos, y hay más horas de luz solar, por lo que los mares no tienen tanto tiempo para enfriarse y no hay brisa refrescante. A lo que se añade la contaminación ambiental. Sin nubes a la vista, todo lo que se proyecta en la superficie es un sol que calienta y nada de sombra. En varias partes del globo ya se registraron temperaturas de 60º. ¿Hasta dónde llegarán los termómetros? Al paso que vamos, nadie lo sabe.
El sábado 16 de julio, varias zonas del planeta registraron récords de temperaturas altas ante una nueva ola de calor, sobre todo en Asia, Europa y América del Norte. Las autoridades no tuvieron otra opción que tomar medidas drásticas para los siguientes días, por el peligro que presupone ser ejemplos de las consecuencias del cambio climático.
Asimismo, 100 millones de estadounidenses empezaron el fin de semana con advertencias y pronósticos de olas de calor excesivo en los estados del oeste, sur y sureste de la Unión Americana. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la semana que recién terminó fue la más calurosa a nivel global registrada hasta ahora, que asegura que el calor es uno de los fenómenos metereológicos más mortíferos. Asimismo, junio pasado, de acuerdo con la agencia europea Copernicus y la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), fue el mes más cálido en el planeta en toda la historia.
Por otra parte, en Canadá —país que casi siempre gozaba de temperaturas frescas a frías casi todo el año—, en los meses del presente año se han quemado más de 10 millones de hectáreas, un balance muy superior a lo que los canadienses han vivido en el pasado. Aunque los datos no son todavía completos, los números asustan, con más de 900 incendios activos en el extenso territorio del castor y el arce, de los cuales 570 está fuera de control, de acuerdo con el Centro Interservicios de Incendios Forestales (CIFFC).
Respecto al Viejo Continente, donde el calentamiento aumenta el doble de rápido que la media mundial, según los expertos, varios países declararon temperaturas extremas. En Italia, 27 ciudades están en alerta roja con máximas de hasta 37 grados Celsius. Se espera que las temperaturas máximas ronden los 47º en las islas de Sicilia y Cerdeña y se rompan récords históricos en ciudades como Roma con hasta 42 grados. En Serbia “arden los termómetros” con “los 40 grados tropicales”. Bosnia-Herzegovina y Croacia atraviesan esta ola de calor con temperaturas de entre 30 y 40 grados centígrados. En Turquía, el lunes 17 de julio, luchaban los bomberos y todas las fueras policiales contra las llamas de una veintena de incendios forestales desatados el pasado fin de semana, en medio de una ola de calor con temperas de hasta 38 grados que podrían llegar a los 40º.
En España el asunto no pintaba mejor. La agencia meteorológica (AEMET) envió avisos naranja por altas temperaturas el domingo 16 —de 38 a 42 grados Celsius—; en algunas zonas de la Península Ibérica, y las Islas Baleares, además de alerta roja (peligro extremo), en Andalucía y en Aragón, así como en Cataluña y Mallorca, hasta 44º. Lo grave del caso es que, según algunos datos, la temperatura del suelo en algunas partes de España superó los 60º. Con tanto calor un mapa satelital que destaca las temperaturas abrasadoras en rojo se oscureció hasta llegar al negro. Esto sucedió en algunas partes de Extremadura. Se pronostica que el calor extremo durará alrededor de dos semanas en todo el Mediterráneo.
En Asia, sobremanera en Japón, el gobierno emitió una alerta por golpe de calor en 20 de las 47 prefecturas del país, con temperaturas casi de 40 grados centígrados. Y en China, hubo varias alertas por altas temperaturas, con la advertencia que estas podrían llegar a máximos de hasta 45 grados en la región de Xinjiang, que cuenta con una parte desértica y 39 grados en la región meridional de Guanxi. En algunas partes ya llegó a 52.2 grados.
El problema no se reduce al aumento del calor, sino a la pésima calidad del aire. Así, la Agencia del Protección Ambiental de EUA (EPA), emitió alertas en este sentido en varios estados, desde Montana a Ohio debido al humo que proviene de los incendios forestales en Canadá.
Otra característica de las dos semanas anteriores —o sea desde principios de mes—, es el mantenimiento de 43º grados Celsius en Phoenix, Arizona, lo que ha hecho que el Departamento de Bomberos de la capital estatal esté bajo fuerte presión debido a un constante requerimiento de sus servicios para rescatar a personas afectadas por el calor.
Así por ejemplo, la temperatura corporal de una persona inválida, de apellido Deidre era de 40º (increíble pero cierto) cuando los paramédicos —que tienen bien ganada su reputación de salvavidas en la realidad y en las series de televisión—, llegaron el sábado 15 por la tarde y comenzaron a inyectarle solución salina helada en las venas, para refrescarla antes de que pasara a la lista de víctimas del despiadado calor en la zona. En las calles los termómetros marcaban 47.7º Celsius (un récord), y Deirdre había estado en su silla de ruedas en un tramo de acera en llamas en el noroeste de la capital. Cuando los empleados de una tienda de “todo a un dólar” llamaron al 911, los brazos del inválido sufrieron calambres por el intenso calor y su piel ya estaba roja. La urgencia realmente era de pronóstico reservado. Los paramédicos lo acostaron en una camilla y a la ambulancia, “¡Vámonos!”. El paciente apenas llegó a tiempo al hospital.
Según el recuento del médico forense del condado de Maricopa, se han reportado 12 muertes relacionadas con el intenso calor en el área de Phoenix, hasta mediados de junio y otros 40 casos adicionales debidos al fuerte calor. Y al verano le faltan todavía muchos días por delante.
Para los expertos el aumento en las columnas de Mercurio representa un grave peligro para la salud de miles de personas, explicó Katharine Jacobs, directora del Centro de Ciencias y Soluciones para la Adaptación Climática de la Universidad de Arizona, “sobre todo para las personas sin hogar, para los trabajadores al aire libre o para quienes no tienen aire acondicionado adecuado”.
La temperatura más alta en la historia de Europa fue el 11 de agosto de 2021, con 48.8º centígrados en Florida, Italia, en la provincia siciliana de Siracusa, récord que puede romperse en los próximos días. Realmente, Europa está en llamas. VALE.