Los pronósticos económicos parecen cada día son más inexactos, cuántos “expertos, analistas y estudiosos” pronosticaron una recesión en los Estados Unidos después de la crisis sanitaria del Covid-19. Pero nada, simplemente fallaron, nada ha sucedido, incluso por el contrario luce una fortaleza en la economía.

El miércoles pasado y después de dos años de precios altos, la inflación en Estados Unidos alcanzó su punto más bajo al ubicarse en 3 por ciento en junio, comparado con los 12 meses previos, lo que, sin duda, es una señal inequívoca de que los constantes incrementos de la Reserva Federal a las tasas de interés generaron una desaceleración en el proceso alcista de los precios y en general de la economía.

Y es que la cifra de inflacionaria más reciente es menor a la tasa anual de mayo que alcanzó el 4 por ciento, aunque hay que ser claros este 3 por ciento sigue por arriba de lo pronosticado por la FED del 2 por ciento.

En los últimos 12 meses, los precios de la gasolina bajaron, más lentamente pero también los de los alimentos y los precios de los bienes raíces por igual, las noticias en general fueron buenas. El incremento de precios de mayo a junio fue de 0.2 por ciento.

Las cosas parecen marchar por buen camino en lo económico, sin embargo, es importante revisar lo que pasa con los reportes de la inflación subyacente, (el incremento de los precios de un subconjunto de bienes y servicios en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) cuyos precios no están sujetos a decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad) los cuales indican otros números que marcan una persistente alza,  sin duda sigue siendo un punto importante de preocupación para la FED y es que los reportes, análisis y pronósticos de quienes siguen a diario el comportamiento de la economía señalan que es casi seguro un incremento en su tasa principal de interés después de la próxima reunión.

Simplemente hay que ver cómo el banco central estadounidense ha subido su principal tasa de interés en sustanciales 5 puntos porcentuales desde marzo de 2022, el ritmo más rápido de incrementos en cuatro décadas, no se requiere de un gran y profundo análisis.

Una de las voces más autorizadas en este cambiante mundo de la economía y las finanzas estadounidenses es Jerome Powell quien recientemente dijo ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes que era probable que se produjeran más alzas en las tasas de interés. Así lo explicó…”la inflación se ha moderado un poco desde mediados del año pasado pero las presiones inflacionistas siguen siendo altas y el proceso de volver a situar la inflación en el 2 por ciento tiene un largo camino por recorrer.”

Y por si no quedaran dudas, el mismo Powell abundó…” casi todos los integrantes de la FED esperan que sea apropiado subir algo más las tasas de interés a finales de año” y es que, después del aumento de 25 puntos base en la reciente reunión, los expertos esperan que el tipo objetivo de los fondos alcancen un máximo de 5.25 por ciento – 5.50 por ciento.

Un modelo sencillo que utiliza el desempleo y los precios al consumo para perfilar la política de la Fed sugiere que prevalece un perfil moderadamente restrictivo. Es un escenario plausible pero no probado, para esperar que las subidas de tasas terminen pronto.

El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 2 años también anticipa que la tasa objetivo de los fondos de la Reserva Federal estén en su punto máximo o cerca de él. El rendimiento a 2 años, sensible a la política monetaria. Aunque este rendimiento clave del Tesoro ha subido 90 puntos base en el último mes, el hecho de que se mantenga por debajo de la tasa de los fondos de la Reserva Federal refleja la opinión del mercado de que las alzas de tasas están a punto de tocar techo.

La cifra anual de inflación para junio representó el menor incremento en su tipo desde marzo de 2021 cuando comenzó esta dolorosa tendencia al alza a medida que la economía despertaba de la recesión causada por la pandemia.

Sin embargo, con la mayoría de las cifras de inflación todavía incómodamente altas, la Fed no parece estar lista para detener sus aumentos de tasas. Aunque el mes pasado hizo una pausa en los incrementos después de 10 consecutivos, se espera un nuevo ajuste en su reunión de este mes. Los encargos de las políticas de la Fed han señalado que podrían subir las tasas otra vez cuando se reúnan nuevamente en septiembre.

Los mercados financieros celebran este miércoles que el dato de inflación en Estados Unidos para junio resultó mucho mejor al esperado con los principales índices de Wall Street cotizando al alza y el peso mexicano en su mejor nivel en ocho años.

Por la mañana se dio a conocer que el mes pasado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una variación de 3.0 por ciento anual por debajo del 3.1 por ciento que esperaba el consenso y moderando su avance desde el 4.0 por ciento de mayo.

“Con este dato, la inflación anual se moderó sustancialmente cumpliendo 12 meses consecutivos a la baja después de haber tocado el máximo en 9.1 por ciento en junio del año pasado”, destacaron los analistas de financieros del sector bancario.

Incluso afirman que con datos ya conocidos el componente subyacente, en su lectura anual, descendió de 5.3 por ciento en mayo a 4.8 por ciento en junio, por debajo del 5.0 por ciento previsto. Con esta moderación, los mercados comienzan a especular que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) podría optar por una postura menos agresiva en su política monetaria, realizando sólo un alza más en las tasas de 25 puntos base (pb), para llegar a una tasa terminal en el rango de 5.25 a 5.50 por ciento en su próxima decisión el 26 de julio.

A esperar.

@lalocampos03