Desde hace unos meses se ha empezado a hablar de una tendencia en América Latina, que es el Deep tech (tecnología profunda) que hace referencia a las compañías pequeñas o startup que crean tecnología pura; no aplicaciones para teléfonos ni gadgets, sino descubrimientos científicos verdaderamente innovadores. Esto resulta interesante ya que muestra la gran oportunidad que hay que innovar y generar riqueza desde nuestros contextos, en especial cuando nuestros países tienen un gran potencial de innovación, y esto es básicamente porque tenemos más necesidades, las cuales son la base de la inventiva; como señala Ferran Adrià, innovar es sobrevivir.

La muestra de esto es que las economías más adversas de América Latina son los países donde están floreciendo estas empresas. De acuerdo a la BBC en su reportaje “Qué es la Deep Tech o tecnología profunda y qué países en América Latina lideran su desarrollo”, Argentina, Chile y Brasil, aglomeran el 80 por ciento de la Deep tech en Latinoamérica y Buenos Aires va a la cabeza con el 30 por ciento de las startup en toda la región, de las cuales la mayoría se dedican a la biotecnología y a la tecnología espacial. En el caso de Brasil, muchas compañías dedicadas al tema ya tienen un valor superior a los 10 millones de dólares y por si no fuera poco, tienen al 80 por ciento de todos los investigadores latinoamericanos.

Existen muchos ejemplos de tecnología pura como menciona Jelvix en su artículo “What is Deep Tech and how does it define our future?”; uno de los más discutidos en los últimos meses es la inteligencia artificial. También está la robótica, el machine learning o aprendizaje de máquinas, el big data o macrodatos, las nanotecnologías, el blockchain o cadena de bloques, la computación cuántica, la biotecnología, el procesamiento de lenguaje, entre muchas otras que cada día son más una realidad y ya no meramente una ficción. El impacto de todas estas tecnologías no sólo será científico en los próximos años, sino que también afectará en lo político, económico, social, educación, salud, seguridad e incluso cultural.

Como siempre en estos casos se debe tener la dimensión adecuada; la Deep tech no será equivalente al petróleo, al sector automotriz ni a otras industrias, pero puede ser un puntual de desarrollo importante que ayude sobre todo a segmentos jóvenes. En México no se ha tenido la presencia deseada como en los otros países latinoamericanos, y muchas de nuestras startups se están yendo a España o a Estados Unidos, por lo que será importante reformular las condiciones para atraer a este mercado que es una gran oportunidad, y que junto al near shoring podrán potenciar la economía.

@LuisH_Fernandez