En una de sus giras de pre-campaña la aspirante a candidata; que no corcholata como de manera denigrante los llama el presidente; Claudia Sheinbaum aseguró que el Sistema de Salud es uno de los mejores, que ella no se desmarca de las políticas de Salud del Presidente y que durante la pandemia a ningún enfermo le falto cama en un hospital público. Que cinismo, poca sensibilidad y nula empatía  hay en esa declaración, cuando todos recordamos los noticieros como cada día mostraban filas de enfermos  afuera de los hospitales, sin que pudieran ser atendidos, y se señalaban las cifras de los decesos día con día.

Recordamos como oímos hablar de un virus, en diciembre del 2019 supuestamente surgido en un mercado de la ciudad de Wuhan, proveniente de un murciélago, que ocasionó el contagio y la muerte de millares de personas, el encierro de millones de habitantes para que no se expandiera el contagio y poco a poco comenzaron a presentarse casos en Asia, y en el mundo occidental en Italia, Francia, España, Inglaterra. En América detonó con mayor incidencia en los Estados Unidos. Que además se cancelaron Vuelos Internacionales y cruceros que no encontraba puertos donde atracar.

Aquí en México, de ese diciembre 2019 recordaremos como el 12, día de la Virgen de Guadalupe, partió de nuestro territorio Evo Morales, sin cumplir ni un mes de exiliado. Vienen a nuestra mente cómo los resultados catastróficos en materia económica del primer año de gestión de un nuevo gobierno, exacerbó la polarización social, que el inquilino del Palacio Nacional disfruta tanto enconar, comportándose como jefe de una facción política y no como líder de una Nación.

Recordamos ese 2020 como un año horrible y cómo una gran mayoría de hogares se vieron enlutados hasta llegar al fin al medio control de la pandemia con un saldo de cerca de 800 mil muertes por esa causa. Aquí, en el mismo tenor, el ejecutivo federal,  minimizo la gravedad de la pandemia y afirmó que no llegaba ni a gripe, que nos haría lo que al viento a Juárez. Continúo sus actos interminables de campaña, mismos que a cinco años de gobierno no han parado pese haber alcanzado el poder. En sus giras durante la pandemia lo vimos abrazando viejitos y mujeres, besando niños y exhortando a salir a comer con la familia a la calle. Y en un acto reprobable, burlonamente expresó que con los “detentes” con unos escapularios y estampitas de imágenes religiosas, un billete de dos dólares o un trébol, el corona virus no nos afectaría, porque el pueblo salva al pueblo.

Otro tema que recordamos, algunos con mucho enojo y rabia, por la pérdida de algún ser querido, es cómo los números no coincidían, estos en la estadística del avance de la pandemia se convirtió en el talón de Aquiles del gobierno. El vocero al intentar explicar las estadísticas se enredó en el pial y terminó confundiéndose él mismo, lo cual aunado a un halago servil al presidente que se registró en el diccionario de abyecciones; lo llevó a perder credibilidad y popularidad; misma, esta última, que lo volvió personaje de revistas del corazón.

También recordamos cómo  el subsecretario de salud y vocero oficial acusó a los niños con cáncer y a sus padres de ser golpistas de conspirar en contra del gobierno, porque reclamaban el desabasto de medicamentos contra el cáncer, y aún ahora en general en todos los hospitales públicos no hay medicamentos ni insumos para curaciones o para cirugías, el deterioro en el sistema de salud se agranda cada día.

Dentro de esta criminal política de salud pública, el problema del desabasto de medicamentos es real y se produjo desde mayo de 2019, cuando el gobierno federal, comunicó que se implementaría un nuevo modelo de compras consolidadas, que presentó como un nuevo “paradigma” y “transformación cultural” en cuanto a las adquisiciones públicas. La decisión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que eliminó un modelo de compras consolidadas que había sido implementado desde 2013, mediante el cual, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) compraba medicamentos para sus unidades, así como para las del ISSSTE, Hospitales de Pemex y de las secretarías de Sedena y Marina.

El Presidente no quiere  admitir que la política pública que adoptó para la adquisición de medicamentos e instrumental médico fue equivocada, ya que fue mal diseñada y sin que hubiera una capacitación para su implementación, se destruyó el sistema de adquisición y abasto que había en el sector de manera abrupta sin que existiera otro sistema que funcionara de manera precisa para este sector. Ahora quienes pagan las consecuencias son todos los pacientes que deben ser atendidos sin medicamentos y sin materiales ni instrumentos médicos suficientes.

Y para rematar  el Subsecretario ex vocero de salud, Hugo López Gatell se niega a comparecer ante los diputados a explicar por qué se ordenó la cancelación de las Normas Oficiales en materia de salud, y ahora fue designado por la dirigencia del partido Morena como integrante del grupo que elaborará el proyecto de gobierno, el subsecretario que fue responsable de la pésima y criminal política de salud del país y ahora participará en la redacción del “proyecto de nación” de Morena, es de asustar lo que será el resultado de ese documento que habrá de guiar los destinos de la Nación, si es que Morena gana las elecciones del 2024.