Sandra Cuevas, la polémica alcaldesa de Cuauhtémoc, es una víctima más de la ambición de poder, fama y dinero. Hizo públicas sus aspiraciones para ser candidata a jefa de gobierno de la CDMX. ¡Ternurita! Inició pláticas con los dirigentes de los partidos de oposición en la capital y anda en gira de medios. Tiene el derecho a aspirar y los vecinos de esta alcaldía a expresar lo que padecemos todos los días.

Dicen que cuando una persona comienza a hablar de sí misma en tercera persona, como lo comenzó a hacer la alcaldesa de Cuauhtémoc, su ego ha crecido tanto que ha expulsado a la razón del cuerpo. Ni duda cabe que vivimos tiempos de canallas, de políticos mediocres y ambiciosos, que confunde la popularidad, más negativa que positiva, con prestigio, y el escándalo con reconocimiento.

No hablaré de su vida privada, que al fin de cuentas privada es; tampoco de su forma de vestir o de sus desplantes, eso se lo dejo a las revistas de escándalos y a los enjambres de las redes sociales. Sandra Cuevas no tiene ningún mérito para ser reelecta como alcaldesa, menos tiene argumentos para ser candidata a jefa de gobierno, por la sencilla razón de que su administración fue un desastre.

Vivo desde hace 23 años en esta alcaldía, han pasado gobiernos perredistas, morenistas y ahora de la alianza PRI-PAN-PRD, y la entonces delegación, ahora alcaldía, nunca había estado peor. Pensé que en los tiempos de Arturo Durazo Moreno o en los últimos años de Miguel Aguilera, habíamos tocado fondo, pero no es así, Sandra Cuevas por lo menos los igualó.

A la alcaldesa le gusta mucho hacer videos y transmisiones en vivo, que son pura faramalla. A las pruebas me remito. Servicios Públicos, las calles de casi la totalidad de la alcaldía están llena de baches y con fallas evidentes en el alumbrado público. Para constatar lo anterior basta darse una vuelta por las colonias Doctores, Obrera, Buenos Aires o incluso la Roma Norte. Pero eso sí, la mafia inmobiliaria a todo lo que da.

La Alcaldía Cuauhtémoc, con su vocación de servicios, fue una de las más castigadas durante la pandemia de Covid-19, ha tardado en recuperarse, no hay ninguna política de apoyo; eso sí, continúa la invasión de espacios públicos de restaurantes y antros, claro, previa cooperación que puntualmente pasan a recoger jóvenes que circulan en motocicletas, ojos y guardia pretoriana de la alcaldesa.

La inseguridad aumentó. Asaltos, robos y narcomenudeo. No hablo de la venta de marihuana, sino de drogas fuertes que como dulces y de manera casi obligada venden en antros y restaurantes de la alcaldía. Sandra Cuevas defraudó a los electores. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.

@onelortiz

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