Muy diferentes Significados

“Mira, yo sí creo que la creciente militarización de la administración pública, es una Amenaza a la Democracia, por lo siguiente: Hay un término que usa Ernesto López Portillo, -analista político-, de forma muy acertada; una cosa es la militarización, – o sea que le entregues a los soldados la construcción del aeropuerto, o hacerse cargo de la seguridad pública -, y otra cosa es que pasemos de esa “Militarización”, a una “Ideología de Militarismo”, en donde lo que seguiría a ese militarismo es un fenómeno que se caracteriza por decir, “Es mejor y Deseable lo militar, que lo Civil”. Vamos a institucionalizar que los militares estén por encima, porque son mejores que los civiles.

Yo creo que, desde esa perspectiva, se han estado dando esos pasos hacia El Militarismo, no solo hacia la militarización, sino hacia El Militarismo.

 

Este último concepto tiene que ser revertido en el próximo sexenio

Lo anterior me lo comentó en una entrevista Guillermo Valdés, gran experto en Seguridad Nacional, Gobernabilidad, que durante años fue director general del CISEN, y hoy es analista de gran calado en GEA, Grupo de Economistas y Asociados. A él lo entrevisté junto con el maestro Ricardo de la Peña, sociólogo, economista, doctor honoris causa, y presidente de ISA, Investigaciones Sociales Aplicadas.

Continué interpelando a Guillermo Valdés, – o sea Guillermo, esta tendencia tiene que ser revertida urgentemente, en seis años máximo -.

Así es, Efrén, y hay que apelar a que dentro del Ejército hay mucho descontento con esta línea de convertir al ejército en el gran factor protagonista de la administración pública. Ojalá, – y yo creo en la institucionalidad del Ejército, para que afecte la desmilitarización de facto e ideológicamente, evitar que sea el decisor central de la administración pública, y regresarlo a su cuartel.

Ahí interviene Ricardo de la Peña: Estoy de acuerdo con lo que dice Guillermo, y pienso que de las cosas que hacen relativamente viable esta desmilitarización de la vida administrativa y civil, es el hecho de que muchas de las cosas que se han otorgado, no han quedado establecidas como potestad del Ejército por el Marco Normativo, sino que son atribuciones que se le están otorgando y que eventualmente al cambiar la cabeza de quien presida una administración de una instancia u otra, o del encargado responsable de una obra u otra, podría comenzar la desmilitarización pública.

Desde luego esto tendría que ir a la par, – enfatiza De la Peña -, con un discurso que Reivindique la vía civil de gobierno, que es parte de lo que habla Guillermo (Valdés) como medidas para evitar este Militarismo.

Creo que incluso a medio plazo, – dice De la Peña -, México debía pasar a tener un Secretario de la Defensa Nacional y Secretario de Marina, que no fueran necesariamente parte de las fuerzas armadas, sino que fueran miembros de la Sociedad Civil, como ocurre en muchísimas Democracias de Europa, a Australia, Canadá, EEUU, e inclusive de muchas democracias latinoamericanas. Creo que paso a pasito se va a evitar el riesgo del Militarismo, o, por el contrario, seremos testigos de una mayor concentración de poder, de desvío de recursos para fortalecer este Militarismo que nos termine dejando en manos de las Fuerzas Armadas la capacidad de Gobierno. Ojalá no vayamos por esta última vía.

 

Mientras tanto, Torneo de Adulaciones

Jesús Silva Herzog – Márquez, escribe un excelente artículo el 24 de julio pasado en el Reforma, en el que relata el agachismo, la humillación de los candidatos oficiales en su despectivo de, “Corcholatas”. Nadie se escapa. Pero el disque puntero, “Claudita”, la científica, como dice JSHM, “A Claudia Sheinbaum la hemos escuchado defender la política criminal sanitaria del gobierno de López Obrador”, dice el que escribe, en la pandemia, con las medicinas, con los hospitales, con la salud de los mexicanos.

Continúa JSHM: “Hugo López Gatell, responsable de la catastrófica política de salud del país, ha sido invitado a redactar el Proyecto de Nación de Morena… Con este nombramiento, el partido gobernante orina en la tumba de miles de muertos”, remata Silva Herzog – Márquez.

Afirmación cáustica, pero cierta la de JSHM: Un gobierno, digo yo, que se orina y mofa en la tumba de cientos de miles de connacionales asesinados con violencia, feminicidios no explicados, mucho menos aclarados, asesinatos no procesados, archivados en el olvido. Los números siguen avanzando.

 

Calificaciones Financieras…

Mientras Jesús Ramírez, nuevo experto en finanzas, que yo hacía como Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República nos explica que, “La Calificación de Moody’s sobre la deuda de Pemex parte de premisas falsas. Pemex, – dice Ramírez el experto -, aumentó su producción y disminuyó su deuda en 15%. Pero las calificadoras, así como también el FMI, actúan en función de sus intereses, y como ahora no se les paga, están enojadas, dice Ramírez.

¡Qué barbaridad! Enojadas porque no se les paga lo que se les debe, conforme a contrato, y con adeudos que ahí se sumarán, en contra de los activos de la República. ¡Qué pecado! Enojarse porque no se les paga lo que se les debe. Vaya pues.

 

La verdad, la verdad…

No la verdad mentirosa de Palacio Imperial, sino la verdad de mercados:

Las principales calificadoras del mundo le quitan el Grado de Inversión medio que antes tenía Pemex, porque se ha deteriorado su situación, la de Pemex, y entonces aumenta la posibilidad de moratoria.

Dice Gabriela Siller, experta ella sí, Directora de Análisis Económico de Grupo Financiero BASE, profesora de Economía del Tec de Monterrey, “Lo que evalúan es la capacidad de pago en el corto y largo plazo”.

Como cada agencia tiene su propio modelo, tienen estilo propio de calificar, pero agrupan las calificaciones de acuerdo al nivel de riesgo.

Moody’s, Fitch Ratings, S&Ps, HR, son las principales calificadoras a nivel mundial. Los gobiernos emiten deuda la cual es calificada por las diferentes agencias. La deuda emitida por el gobierno en divisa extranjera es deuda externa y se le llama, Deuda Soberana.

La Calificación Crediticia es una medida de Riesgo, pues implica qué tan probable es que una entidad incumpla con sus obligaciones.

¿Usted considera que Pemex corre el riesgo de no pagar?

No paga a grandes proveedores. No paga a pequeños proveedores. No paga a proveedores asignados ni a concursados. Retrasa a quien se le viene en gana.

Dígame usted qué credibilidad tiene Pemex, y si no es rebaja a categoría especulativa. Esto es, quien sabe si pague, como y cuando.

De que va a pagar, seguro, porque está siendo demandada. De que es insoluble por sí misma, cada vez lo es más. Tiene que intervenir el gobierno federal para sostenerla a flote, pero no para pagar todo lo que debe. Un cadáver así, por supuesto, es digno de calificación especulativa.

Y así, diría yo, México como nación, se vuelve cada vez más especulativa. Ni el Transístmico, ni el Nearshoring servirán mucho que digamos.

Ese es el México de la 4T. Acostumbrarnos a la pobreza, para ingresar al Club de Pobres de Nicaragua, Cuba, Venezuela, y otros “hermanos” que luchan, dicen, por la libertad … Ajá.

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 40 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU.  Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno… hasta ahora.