Aunque parezca increíble o sacado de una novela, pero hay indicios de que una buena parte de la base electoral de Donald Trump es ferviente creyente de ciertas teorías de la conspiración.

Las audiencias en una comisión del Congreso de Estados Unidos con personajes que, sin aportar una sola prueba, aseguraron que dicha nación tiene en su poder naves de origen extraterrestre y a sus ocupantes, realizando ingeniería inversa para beneficiarse de los hallazgos, ha generado un ligero repunte electoral del expresidente que intenta regresar a la Casa Blanca.

Además, tenemos el dato del entusiasmo que generó un usuario de foros y redes sociales que se autonombró QAanon y que ha sido la base de una de las teorías que más defienden los partidarios de Trump y que el propio empresario ha utilizado para referirse a los obstáculos que enfrenta en su camino de retorno a la presidencia, es decir, la existencia de un Estado profundo que se opone a sus planes.

Sobra decir que también están presentes otras teorías igual de delirantes que la mencionada en el párrafo anterior, como es el caso del Pizzagate, que hasta provocó que un seguidor de dicha teoría se presentara armado en el local en el que, supuestamente, se realizaban las reuniones de la élite que abusaba de niños en el sótano, pero se encontró con que la pizzería en cuestión no tiene sótano.

Así, una parte importante del votante del empresario cree en teorías de la conspiración y eso ayuda a explicar temas como el asalto al Capitolio y el apoyo incondicional a su candidato.