La realidad esa necia y terca realidad no engaña y nos permite ver que las detenciones de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos. aumentaron más del 30 por ciento en julio en comparación con junio pasado, según datos publicados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP).

Los agentes de la Patrulla Fronteriza de nuestros vecinos ubicaron a 132,652 personas entre los puertos de entrada en julio, en comparación con los 99,539 de junio, según muestran sus datos estadísticos. Este aumento en las detenciones de migrantes es sin duda un golpe a los esfuerzos de la administración Biden en su búsqueda para frenar el flujo de hombres, mujeres y niños solos a su territorio.

El Departamento de Justicia estadounidense ve con preocupación el repunte de migrantes, que, a pesar de sus operativos, avances tecnológicos y esfuerzos, simplemente se ven superados. Los alambres de púas, las rejas o hasta las boyas de Abbott, son burladas.

Eso sí, discursos y comunicados al respecto minimizan la situación. En días recientes por ejemplo el CBP, señaló… “seguimos atentos y seguimos ajustando nuestros planes operativos para maximizar los esfuerzos de cumplimiento contra aquellas personas que no usan vías o procesos legales, sabiendo que los contrabandistas continúan usando la desinformación para aprovecharse de las personas vulnerables”.

Bien vale señalar que, el sector de la Patrulla Fronteriza de Tucson fue el más activo en julio al registrar más de 39,000 encuentros de migrantes, según datos disponibles en el sitio web de CBP. Los sectores de Rio Grande Valley y Del Río en Texas, siguieron con más de 26,000 y más de 24,000 encuentros respectivamente.

La realidad, como decíamos al principio nos muestra qué está sucediendo realmente más allá de los discursos y buenas intenciones gubernamentales, y es que a principios de agosto se registró un aumentó del personal en los servicios de transporte a Ajo, Arizona, que se encuentra en el sector de la Patrulla Fronteriza de Tucson, en busca de responder al incremento de los encuentros con migrantes en áreas aisladas y peligrosas en la frontera suroeste.

Este aumento en el transporte es en respuesta a las quejas y denuncias de organizaciones migrantes y de Derechos Humanos, que después de varias entrevistas y observaciones concluyeron que varios grupos de inmigrantes detenidos tuvieron que pasar horas al aire libre bajo un calor de tres dígitos esperando ser transportados a las instalaciones de procesamiento de inmigración.

Un dato que pinta de un trazo lo que está sucediendo, en julio pasado, los agentes de la Patrulla Fronteriza realizaron más de 2,700 rescates a lo largo de la frontera sur, elevando el número total desde octubre pasado a más de 28, 000, lo que supera el total del año fiscal anterior donde se registraron 22, 000 acciones de este tipo, según el sitio web de CBP.

En julio, los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos realizaron más de 2.700 rescates a lo largo de la frontera sur, elevando el número total de rescates desde octubre a más de 28.000, lo que supera el total del año fiscal anterior de alrededor de 22.000, según el sitio web de CBP.

Pero a pesar de los hechos y realidades, el tema migrante sigue politizado.

Texas, por ejemplo, encabeza una demanda presentada por 21 estados de tendencia republicana para detener las olas migrantes que arriban a la frontera sur argumentando que la administración de Joe Biden, se ha extralimitado en su autoridad.

Y como era de esperarse, el gobierno federal se defiende con todo, incluyendo de los grupos defensores de los inmigrantes que tanta fuerza han cobrado en estos tiempos apoyados en los derechos humanos principalmente. Desde la Casa Blanca se impulsan las voces que repiten…” el programa ha tenido un tremendo éxito en reducir la migración hacia la frontera suroeste”.

Desde el Departamento de Justicia es con mayor fuerza el actual proyecto migrante.

Mexico, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Haití, son los países que registran los mayores números de migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos a pesar de los discursos, programas y acciones gubernamentales impulsados en su mayoría por la: inseguridad, la violencia, y la falta de empleo que impera en sus lugares de origen.

Es indudable que con el impulso del artículo 8, bajaron los alarmantes números de hombres, mujeres, familias e incluso menores de edad solos que buscan ingresar al territorio estadounidense, más allá de las barreras, físicas, legales y políticas.

Bien vale la pena recordar que el Título 8, es una norma de la ley de migración que tiene décadas de haber sido creada y que busca frenar la migración ilegal desde México, para ampliar vías legales de protección y facilitar el procesamiento seguro, ordenado y humano de las personas migrantes que quieren ingresar a Estados Unidos.

En esto días los inmigrantes que lleguen a la frontera México-Estados Unidos pueden ser detenidos e interrogados sobre los motivos de admisión al país. Si expresan miedo de regresar a su país de origen, se remiten a una entrevista con un oficial de asilo.

Si las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional consideran que los entrevistados tienes causas fundadas para su temor, pueden ser colocados en la fila para presentar sus solicitudes de asilo y ser liberados al interior de los Estados Unidos.

Según una regla final de mayo del 2022, el oficial de asilo también tiene la autoridad para acelerar su solicitud de asilo.

Si no expresan temor de regresar o si no pasan la entrevista, de temor creíble, los migrantes pueden ser deportados de los Estados Unidos a sus países de origen y recibir una prohibición de reingreso de cinco años. Los migrantes colocados en procedimientos de deportación pueden ser colocados en una de dos vías.

Los migrantes, más allá de las leyes imperantes de la administración Biden, continúan engrosando las olas humanas que tocan los diversos puertos de entrada y las peligrosas rutas de cruce.

Nada los detiene.

@lalocampos03