El Partido Revolucionario Institucional en los últimos tiempos incrementó su colección de derrotas electorales, principalmente durante la gestión de Alejandro Moreno Cárdenas, nada permanece estático porque las organizaciones políticas se transforman, algunas se fortalecen en algún periodo temporal aunque posteriormente viven su declinación.

A últimas fechas el PRI dirigido por Moreno Cárdenas expulsó a figuras que en algún momento   tuvieron un peso específico al interior del tricolor, principalmente en el tiempo en que Enrique Peña Nieto estuvo en el poder; nos referimos a Claudia Ruiz Massieu y Miguel Ángel Osorio Chong aunque ambos ya estaban fuera.

Seguramente habrá quienes recuerden al PRI todopoderoso de hace algunas décadas, durante 71 años ininterrumpidos estuvo al frente del Poder Ejecutivo en nuestro país, surgió como Partido Nacional Revolucionario con Plutarco Elías Calles, Partido de la Revolución Mexicana con Lázaro Cárdenas y Partido Revolucionario Institucional con Miguel Alemán Valdez.

Durante la etapa hegemónica del tricolor la democracia en México fue deficitaria, prácticamente durante mucho tiempo existió una oposición que no pasaba de campañas testimoniales con escasas victorias que solo legitimaba al antiguo régimen, decían los principales fundadores del PRI que postulaban la ideología del nacionalismo revolucionario que nunca explicaron detalladamente en qué consistía.

En el origen, Plutarco Elías Calles proclamó en 1929 en su papel de jefe máximo que terminaba el tiempo de los caudillos e iniciaba el de las instituciones al fundar al PNR, mientras el sonorense ponía y quitaba presidentes para afianzar su fortaleza en el Maximato.

El presidente Lázaro Cárdenas del Río expulsó de México a Plutarco Elías Calles y terminó el Maximato. Una vez consumado el destierro del antes llamado jefe máximo iniciaría el presidencialismo mexicano que dura seis años.

El priismo fue la fuerza más destacada durante décadas, fue la simbiosis con los gobiernos de su extracción, además al interior del partido oficial permeaba una férrea disciplina, como lo expresó uno de los viejos operadores del tricolor, Fidel Velázquez el que se mueva no sale en la foto.

En el PRI gobierno también se habrían de establecer las modas sexenales porque los jefes reales del partido lo fueron los presidentes como los grandes electores quienes acumulaban un poder metaconstitucional, elegían no solo a su gabinete sino a quienes serían ministros de la Corte, legisladores y en muchos casos presidentes municipales. La división de poderes fue una evidente utopía aunque las leyes dijeran otra cosa.

Actualmente el PRI vive su etapa más complicada, ha perdido casi todos sus bastiones, busca alianzas electorales contradictorias, ya no es la primera fuerza desde la oposición y habrá de apoyar a una candidata no priista para la primera magistratura de la nación; Xóchitl Gálvez.

Alejandro Moreno Cárdenas expulsa a cuadros que le resultaban incómodos, tiene el Consejo Político Nacional a modo, se han perdido las formas y con ello se alteran los fondos.

Tal parece que la decadencia del PRI es irreversible, no sabemos si se habrá de reinventar en un futuro próximo, no tiene claro el tricolor cuál es su ideología, parecen encaminarse a una derrota más y casi se ha quedado sin referentes.

Obviamente, el PRI con todos sus yerros acumulados es una escuela de cuadros para otras organizaciones, la mayor parte de partidos políticos tiene en sus directorios a muchos que anteriormente fueron cuadros del tricolor. El PRI en su laberinto.