Desde el inicio de su mandato, el presidente López Obrador ha cometido una serie de errores y atropellos en Diplomacia que han puesto a México en los noticieros internacionales como un país carente de una cultura de las Relaciones Internacionales con otras Naciones. Al inicio de su mandato, el presidente personalmente envió una carta al rey de España solicitando que pida perdón al pueblo de México por las atrocidades de la conquista española por Hernán Cortés en 1521, y desde ese momento han habido una serie de lamentables intervenciones del presidente en el ámbito internacional, que van desde la intervención en los asuntos internos de Panamá , Bolivia o Perú como opinar sobre la invasión de Rusia en Ucrania; pero cuando se trata de acudir a foros internacionales ha evitado interactuar con los mandatarios de los países más desarrollados. Esta vez  los días 9 y 10 de septiembre tuvo lugar la cumbre mundial del G20 en Nueva Deli en la India, era la ocasión de representar a México en el foro que integra a las 20 economías más desarrolladas del mundo, sin embargo dentro de su mente pueblerina no quiso acudir y en su lugar México estuvo dignamente  representado por Raquel Buenrostro Secretaria de Economía.

Del 15 al 17 de noviembre en San Francisco, California tendrá verificativo la reunión de Líderes del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) evento al cual ha sido invitado el Presidente mexicano y nuevamente, anunció que no asistirá a dicho encuentro argumentando que es debido al distanciamiento  diplomático que tiene con Perú. Haciendo que su desacuerdo que él tiene personalmente con la Presidenta de Perú Dilma Boluarte se convierta en una controversia entre dos naciones hermanas.

El APEC desde su inicio en 1989 ha reunido a las economías en desarrollo y economías desarrolladas, con salida al Océano Pacífico; México fue admitido durante la Cumbre de APEC en Blake Island, en Estados Unidos, dando inició sus actividades en dicho organismo en el año 1994. Los temas que se discuten en  APEC han sido de cooperación económica, y  tiende a la estrategia de acercamiento e integración con la región Asia-Pacífico, propiciando estabilidad y crecimiento económico, actualmente cuenta con 21 países miembros.

Los días 26 y 27 de octubre  del año 2022,  México fue sede de la APEC en  Los Cabos Baja California Sur,  y desde entonces no ha vuelto a ser anfitrión de dicho foro. México puede  utilizar al APEC para abrir mercados y atraer inversión en cadenas de valor. Es importante  que México vuelva a ser sede de APEC, como miembro comprometido con la integración y la cooperación en la región de Asia Pacífico. Tendremos que esperar un nuevo sexenio con un verdadero líder a la cabeza que entienda que la cooperación internacional es muy importante para el desarrollo del país, con una nueva lógica de diversificación de los contactos, intercambio de opiniones y criterios con otras naciones que influyen en el contexto internacional, respecto de asuntos que afectan el conjunto de las relaciones internacionales.

Los  únicos viajes al exterior del presidente han sido hacia Estados Unidos y  por Centro y Sudamérica, en 2022 emprendió su primera gira para recorrer Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba. Ahí hizo énfasis en buscar la solución a la crisis migratoria a través de impulsar un estado de bienestar en la región.

Una nueva gira internacional que realizó este año, donde visitó Colombia y Chile, evitando pasar por el espacio aéreo de Perú, “Como no queremos que nos hagan una majadería, porque como es público y notorio, no tenemos buenas relaciones con el gobierno de Perú, no vamos a solicitar pasar por el espacio aéreo, vamos a dar un rodeo para llegar a Santiago de Chile”. 

El esplendor de nuestra diplomacia que ciertamente se ha deteriorado en estos 5 años del actual gobierno, estamos lejos de  recuperar el  pasado prestigio que le imprimieron un Isidro Favela, Narciso Basols, Alfonso Reyes, Luis Padilla Nervo, Jorge Castañeda Álvarez de la Rosa  o Jaime Torres Bodet, por citar solo a unos cuantos de la pléyade de embajadores que enaltecieron a nuestra diplomacia.

Muchos mexicanos estamos esperanzados en que nuestra diplomacia como antaño participe como una especie de “conciencia internacional” en diferendos como los relativos al desarme nuclear con la visión y señorío que en el pasado tuvo Don Alfonso García Robles, que condenaría tanto a Irán, como a Israel y a las grandes Potencias, enzarzados en un conflicto que puede terminar mal para la humanidad.

Pero sobre todo que se privilegie al Servicio Exterior Mexicano la carrera diplomática es compleja y difícil de asumir, se debe dejar de utilizar los cargos diplomáticos de Embajadores y Cónsules  para ubicar a desterrados políticos o para premiar amigos e incondicionales sin méritos para representar a nuestro país en el concierto internacional, en donde solamente denigran a nuestra Nación.

Hagamos votos para el próximo gobierno pugne por el fortalecimiento de las relaciones internacionales. En este sexenio que está por terminar, no fue suficiente la actuación de nuestro Ex-Canciller quien se  dedicó los cinco años a “desfacer entuertos”, y a perseverar en los principios que rigieron la tradición diplomática de nuestro País y que le valieron el respeto de la comunidad Internacional. Ahora, se deberá recuperar la dignidad y el liderazgo que desde siempre ejerció México en la región.