Quizá para muchos está pasando desapercibida, pero asistimos a una revolución en la cual los contenidos que se transmiten en medios y redes sociales –al contar con periodistas y streamers que difunden tanto análisis, opiniones, información y otros temas­–, se multiplican para beneficio de las audiencias.

De acuerdo a Carlos A. Scolari, investigador del fenómeno de comunicación de masas, “se trata de la madre de todas las transformaciones que ha sufrido el ecosistema mediático en los últimos 30 años: el pasaje de ecosistema mediático one-to-many a otro marcado el paradigma many-to-many. Antes, las audiencias pasaban buena parte del día consumiendo los mismos contenidos en un puñado de medios (radio, televisión) que se emitían a unas horas determinadas; ahora, las audiencias han estallado y los usuarios consumimos todo tipo de contenidos (desde series en Netflix hasta gatitos en Facebook o clips en TikTok) sin seguir una programación u orden preestablecido. A esto se debe agregar la generación de contenidos por parte de los usuarios”.

Esto ha provocado que el público siga las noticias en la televisión con su dispositivo móvil en la mano y contrastando o enriqueciendo la información que aparece en medios tradicionales con lo que aportan las redes sociales.

Sin duda, se trata de una revolución silenciosa, pero revolución a fin de cuentas.