Contexto internacional turbulento

Del que destaco en primer término la invasión rusa a Ucrania, infame y provocando el sufrimiento del pueblo ucraniano; asimismo, la violenta represalia militar de Israel al sorpresivo y brutal ataque de Hamas al territorio y habitantes del Estado hebreo, y las víctimas de tal brutalidad: israelíes, palestinos, extranjeros, más la injusticia que prevalece contra el pueblo palestino, privado de su derecho a un Estado y un país.

Guerras que según analistas como Luc de Barochez en el diario francés Le Point (7/11), “son atizadas por Rusia, Irán, Turquía, y discretamente apoyadas por China… para ¡acelerar la caída de Occidente!”. Los signos de admiración son míos, y añado que también Occidente: Estados Unidos y Europa, Israel y los regímenes árabes de Medio Oriente intentan sacar rédito de las contiendas y sus tragedias. Y concluyo, haciendo notar que el mundo es hoy escenario de otras 10 o 15 guerras con su cuota de muertes y de infamia.

Antes de entrar al tema de mi artículo paso breve revista a 4 más de los importantes sucesos internacionales que tienen lugar actualmente: en Polonia, donde a pesar del triunfo de la coalición de centro izquierda conducida por Donald Tusk (Cfr. mi artículo “Polonia vuelve a Europa, derrota del populismo”, en esta revista, 29/10/2023), el actual régimen hace lo indecible para no soltar el gobierno. En España, donde las negociaciones, polémicas, del presidente de Gobierno Pedro Sánchez sobre un proyecto de ley de amnistía a catalanes independentistas -lo que estimo como mal menor en la coyuntura política española- dio lugar a declaraciones desaforadas de una importante asociación de jueces considerando que ello sería “el principio del fin de la democracia” sic. Por cierto, noticia de última hora hoy jueves 9 de noviembre, se desbloquea la investidura de Pedro Sánchez. En la misma Península Ibérica, “desmadejada”, la llama hoy Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia, de Cataluña, se acaba de producir la renuncia de Antonio Costa, primer ministro de Portugal ante denuncias de corrupción que, se dice por ahora, le alcanzaron como víctima de la corrupción de algún amigo. “Con su renuncia la izquierda ha perdido uno de sus valores más seguros”, afirmación que suscribo.

Finalmente, lo que sucede en Estados Unidos, con el expresidente Donald Trump, imputado por múltiples graves delitos, que sin embargo es el más popular precandidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2024; y, todavía más, la Cámara de Representantes acaba de elegir a Mike Johnson, republicano de ultraderecha, cristiano evangélico que trató de invalidar la pasada elección presidencial. ¡Pobre Estados Unidos! Sin embargo, otra noticia de última hora son los triunfos electorales de los demócratas en Ohio, Kentucky y Virginia, con el tema del aborto como telón de fondo, elecciones que, se comenta, son un “balón de oxígeno” para Biden con vistas a las presidenciales de 2024.

En este incompleto recorrido, no puedo ignorar una tragedia nacional: Acapulco, que nos llena de tristeza y rabia; y despierta nuestra solidaridad y empatía hacia esos compatriotas nuestros y hacia todas las víctimas.

Circuito Latinoamericano

Comienzo con el Caribe y Centroamérica mencionando a Cuba, cuyos gobernantes -Miguel Díaz-Canel y la nomenklatura- siguen pasmados sin superar ni la dictadura política ni la economía “socialista”, a pesar de coyunturas favorables, entre otros motivos frente a una presidencia demócrata en Estados Unidos. Menciono a Haití -y de nuevo a Cuba- ante informaciones de que el régimen nicaragüense Ortega-Murillo, se está beneficiando de manera inmoral y chicanera, con la promoción de vuelos charter de La Habana o Puerto Príncipe a Managua, transportando cubanos o haitianos menesterosos, que intentan llegar a Estados Unidos, a los que se cobran “impuestos” de diversa índole por su ingreso a y salida de Nicaragua. Un negocio que produce millones de dólares al “cártel” de seudo izquierda que gobierna Nicaragua. Managua explotando a cubanos y haitianos pobres.  Pero, además, dice un experto, Ortega y Murillo pretenden utilizar la migración “como arma de ataque contra Estados Unidos”, país al que consideran “enemigo”.

Respecto a Centroamérica hago notar la metamorfosis de Presidente constitucional a dictador, que tiene lugar en El Salvador con Nayib Bukele, el mandatario popular en su país y en otros del Istmo por reducir significativamente los delitos, encarcelando a miles de jóvenes (68,000) “culpables”, sin juicio y en violación de sus derechos humanos. Montado en su popularidad y su insoportable arrogancia, se presenta como candidato a reelegirse, a pesar prohibirlo la Constitución.

Me detengo en Guatemala, que en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales triunfó el socialdemócrata Bernardo Arévalo de León, del Movimiento Semilla, al que la mafia de políticos, empresarios, sindicalistas, etc. corruptos, intenta impedir, a como dé lugar -denunciando fraudes, declarando ilegal a Semilla, etc. Por fortuna Arévalo cuenta con el apoyo del presidente y un comité bipartidista de Estados Unidos, de la Unión Europea, y hasta de la OEA; más empresarios, e incluso multitudinarias protestas populares, encabezadas por movimientos indígenas. Ojalá que el proceso no se descarrile y Guatemala estrene o reestrene democracia el próximo 14 de enero.

Venezuela también sufre los embates de la antidemocracia, con Maduro desconociendo los efectos de las elecciones primarias de la oposición, que perjudica gravemente a la triunfadora, María Corina Machado. A pesar del compromiso de este otro dictador, de respetar el proceso. Por lo cual Estados Unidos había suspendido temporalmente las sanciones al petróleo, gas y oro de Venezuela. Se está en una espera escéptica.

Restan, hablando de elecciones, los comicios del 19 de noviembre en los que Argentina se decidirá por uno de los ganadores de la primera vuelta, para presidente: el peronista Sergio Massa o el liberal, libertario Javier Milei, a los que el humor depresivo argentino llama Drácula y Jack el Destripador. El primero, peronista -de los peronistas decía Jorge Luis Borges que “no son ni buenos ni malos, son incorregibles”- ministro de Economía, hoy que el país sufre una inflación del 140%. Milei, un estrafalario que pretende hacer un Estado liliputiense, despareciendo ministerios, proyectos de gobierno y hacer del dólar la moneda nacional. Difícil la elección, aunque yo optaría por “el incorregible”.

 

Hezbola en Latinoamérica

El diario francés Le Point, que forma parte de mis lecturas de los medios, publicó este 5 de noviembre un artículo titulado “Brasil, Argentina, Venezuela, las redes sudamericanas de Hezbola bajo la lupa. En él, que menciona también a México, se proporciona información y datos que he conocido circunstancialmente, por estar adscrito a la embajada de México en Argentina, de 1985 a 1992. Ciudad del Este -antes Ciudad Stroesnner- que, dice el artículo es uno de financiamiento y blanqueo de dinero en Sudamérica era y supongo sigue siendo, una ciudad de comercio de todo en instalaciones carentes de toda gracia. Estuve en alguna ocasión para comprar algún aparato eléctrico.

Supe de los atentados contra Amia, mutual israelí argentina, “el más sangriento perpetrado en ese país y contra la embajada israelí en Buenos Aires (1992 y 1994)

También estuve, como turista en las cataratas de Iguazú, la Triple Frontera, una de cuyas ciudades, Foz do Iguaçu, es, según el artículo, un centro financiero de los islamistas de Hezbola. Me enteré de la muerte sospechosa del fiscal Alberto Nisman que analizaba un expediente sobre Hezbola. Y me entero, finalmente de la supuesta corrupción del presidente Carlos Menem -quien fue siempre cordial conmigo- que “enfrió” la investigación sobre el atentado de Amia.

Según el artículo, radican en América Latina libaneses islamistas vinculados a Hezbola, aunque de los muchos libaneses que radican en México, excepto uno sin apariencia alguna de terrorista, los que conozco son católicos maronitas.