Los primeros días de noviembre se llevó a cabo la Conferencia Global de Educación en Ciencias de la Computación, que organiza Code.org, la ONG más importante del mundo que enseña computación de forma gratuita. En esta edición participaron secretarios de educación de varios países y dirigentes de las empresas tecnológicas más grandes. El evento nos dejó dos aprendizajes fundamentales: lo primero, hay una tendencia global a enfocarse más a la tecnología en la educación; y lo segundo, que sólo es viable si tiene un enfoque social.

Entre los proyectos presentados destacan no sólo los de los países con una tradición tecnológica, como Estados Unidos, Alemania y Japón, sino que resaltan de manera muy especial los casos de Bangladesh, donde el gobierno ha impulsado un plan a largo plazo, llamado “Digital Bangladesh”, que busca modernizar y revolucionar su sistema educativo a través del uso de TICs; Filipinas, que busca que los estudiantes tengan habilidades tecnológicas para la alfabetización visual, informacional, mediática, tecnológica y digital; Nigeria, que ha impulsado el “Plan Educación para el cambio” para dotar de infraestructura a las escuelas con internet de fibra óptica  para todas las universidades e instituciones educativas, paneles solares, computadoras y correos electrónicos; y Emiratos Árabes Unidos incluso tiene una Secretaría de Estado de Inteligencia Artificial.

El caso de la Ciudad de México es destacado, ya que es el único con una visión integral en la que coexisten 3 esferas: la social, tecnológica y pedagógica, además de ser el único de todos los proyectos expuestos que tiene como base una gran estrategia social implementada por la Dra. Claudia Sheinbaum. En el ámbito social tenemos becas para todos los estudiantes, desayunos, seguros que protegen a las niñas y niños durante su estancia en la escuela y apoyos para uniformes y útiles escolares. En lo tecnológico contamos con programas que ya hemos platicado como Cuantrix, Civismo Digital, Misión Paz Escolar, así como internet y equipos de cómputo en todas las escuelas. Y en lo educativo tenemos La Escuela en Casa; la estrategia de Reforzamiento de Aprendizajes; la Caja de Herramientas y Aventura Lectora, que busca fomentar el hábito de la lectura en nuestros alumnos.

El proyecto educativo de la Ciudad de México es muy vanguardista, ya que equilibra estos aspectos; sin una visión social y sólo con una aproximación tecnológica, se corre el riesgo de replicar casos como el de Seattle y San Francisco, que son sede de grandes empresas tecnológicas y, sin embargo, hoy están repletas de violencia, drogas y personas sin hogar.

Como señaló Lewis Mumford: “La tecnología no tiene ningún sentido en sí misma; es el humano quien define si se utiliza como mecanismo de explotación o como herramienta de crecimiento”; por ello la tecnología sí, pero sólo desde lo humano.

@LuisH_Fernandez