Bombardear hospitales en cualquier tiempo —de guerra o de paz—, es un crimen desde cualquier ángulo que se quiera ver. Algo imperdonable, sean las “razones” que se esgriman. En tiempos de ataques terroristas —como los que el mundo conoce en el Oriente Medio—, los medios informan de innumerables bombardeos a esos centros de salud, donde mueren, en forma innoble, heridos, enfermos de todo tipo de enfermedades, mujeres, ancianos, niñas y niños.

El domingo pasado, El investigador de sanidad pública y político etíope, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyessus, expresó su “profunda preocupación” por el aviso de evacuación que según la Media Luna Roja Palestina (equiparable a la Cruz Roja internacional), recibió el hospital Al Quds, en Ciudad de Gaza —al norte de la Franja de Gaza—, donde se encuentran 400 enfermos en cuidado intensivos porque “sería bombardeado” por fuerzas israelíes, sin precisar quién firmaba el aviso.

En un mensaje por la red X, el funcionario de la OMS manifestó que “es imposible evacuar los hospitales llenos de pacientes sin poner en peligro sus vidas. Según el Derecho Internacional Humanitario (DIH), la atención sanitaria siempre debe estar protegida”. El DIH, llamado también Derecho de Guerra, considera crímenes de lesa humanidad el bombardeo de hospitales y escuelas.

Ghebreyesus insistió en que los hospitales de la Franja de Gaza continúan en condiciones de hacinamiento, y en ellos se necesitan más suministros médicos: “Llamamos una vez más a que se inicie un alto el fuego humanitario, y se protejan las instalaciones sanitarias y sus trabajadores”.

Mientras tanto, según el Ministerio de Sanidad de Gaza —que ha propalado infinidad de Fake News desde que Hamás inició este nuevo conflicto con Israel el 7 de octubre pasado—, el número de muertos de su bando suman ya poco más de ocho mil. Asharaf al Qudra, portavoz de este ministerio, afirmó en una rueda de prensa que entre los fallecidos hay, por lo menos, 3,342 menores de edad, 2,062 mujeres y 460 personas de la tercera edad. Agregó que el inicio de la invasión palestina al Estado Judío, por lo menos 25 ambulancias se han destruido en su territorio, controlada de facto por los militantes de Hamás, y 57 instalaciones sanitarias han sido atacadas.

Por otra parte, el domingo 29 del pasado mes, la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA), también, informó del saqueo por parte de miles de personas (palestinos) en almacenes y centros de distribución de la propia organización y en el centro y en el sur de Gaza y afirmó que se llevaron infinidad de objetos que se han guardado. Por otra parte, la Agencia de los Refugiados destacó en su nota que el desplazamiento masivo de personas desde el norte hacia el sur de la Franja, ha puesto una “presión enorme” en las comunidades de la parte meridional, lo que agrega una carga extraordinaria a los servicios públicos en franca declinación.

En el vigésimo día de la guerra, al redactar este trabajo, el Ejército de Israel envió más tropas a Gaza, para mantener la actividad militar terrestre en el enclave, que desde el viernes anterior inició el despliegue de tanques de guerra.

Otra estadística qué pasa por fidedigna es la de 3.342 niños y adolescentes que han muerto en Gaza, una cifra “superior al número de menores fallecidos en conflictos armados en todo el mundo, en el transcurso de un año” en alrededor de 20 países según la ONG Save the Children. También suma la muerte de otros 33 infantes en Cisjordania, en su mayoría por ataques de colonos y otros 29 en Israel, durante el ataque de Hamás. A este balance se agregan “otros mil niños desparecidos en la Franja, que se supone han quedado sepultados bajo los escombros”, por lo que es probable que el número de víctimas mortales según mucho mayor”, indica la misma Save the Children.

Al paso de las horas, con el envío de nuevas tropas, el ejército israelí intensificó el domingo 29 de octubre, su ofensiva terrestre en la Franja. Tras atacar más de 450 objetivos de la organización Hamás —que de facto gobierna Gaza—, los milicianos palestinos se enfrentaron a las fuerzas judías en el norte del enclave. El portavoz de las Fuerzas Armadas judías, contralmirante Daniel Hagari, informó que “durante la noche ampliamos la llegada de más tropas que se unirán a las que ya están combatiendo. Los combates de a pie en el norte de la Franja continúan. Avanzamos según el plan y gradualmente aplicamos la actividad terrestre y el alcance de nuestras fuerzas. La actividad desde tierra es compleja e incluye riesgos”.

Aunque las autoridades israelíes de momento no utilizan el término “invasión terrestre”, sino que hablan de “expansión de las actividades por tierra”, desde el viernes 27 de octubre se libran combates terrestres que al principio no pasaban de escaramuzas, y poco a poco toman más importancia. Mientras la guerra no tome cariz más grave, Israel parece que quiere seguir castigando desde el aire a los terroristas de Hamás, con bombardeos constantes que causan más de 8,000 muertos y casi 19 mil heridos en tres semanas de guerra.

Mientras la guerra sigue su curso, el panorama político israelí se le complica a Benjamín Netanyahu. De tal forma, Amnon Shashua, de 63 años de edad, científico informático y profesor de esta materia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, egresado del Instituto Weizmann de Ciencias, y fundador de empresas tan importantes como Mobilye, Orcam, A121 Labs, ONE ZERO, y Digital Bank, entre otras, pidió la destitución inmediata del primer ministro y su gobierno, “por no haber impedido el ataque de Hamás, el pasado7 de octubre. Otros prohombres judíos, se unen a la causa de Shashua.

Shashua dijo que el gobierno de Netanyahu fue culpable de “fracasos, disonancia e incompetencia” durante el operativo terrorista del grupo islamista. En un artículo de opinión en el diario económico Calcalist, Amnon escribIó: “Debemos reducir nuestras pérdidas y hacerlo rápidamente. La única solución a esta situación en Israel es reemplazar al gobierno, y esto debe ocurrir inmediatamente”.

El célebre científico y empresario, señaló que el gobierno de Netanyahu está más preocupado por su supervivencia política que por “el bien del país”, y deberían convocarse nuevas elecciones. El hecho es que Netanyahu, de larga carrera política y diplomática, no ha asumido su responsabilidad por las fallas de inteligencia por el ataque, y ha dicho sólo que habría tiempo para hacer preguntas difíciles, incluso sobre él mismo, tras la guerra. El fracaso del primer ministro, que incluso tiene pendientes denuncias judiciales, hizo que se rompiera la tradicional seguridad de que la inteligencia israelí era invencible.

El trasfondo del asunto es más complicado de lo que puede parecer. Bibi, apodo de Netanyahu, originario de Tel Aviv, nació en 1949, además de contar con una larga carrera política, también tiene un largo expediente de escándalos de distinto tipo. La última polémica la provocó al publicar en la noche del sábado 28 de octubre, un texto en X, en el que criticó al Ejército y los servicios de inteligencia israelíes, mismo que borró horas más tarde. “Nunca, bajo ninguna circunstancia, el primer ministro fue alertado sobre las intenciones bélicas de Hamás”. Continuó Bibí: “Todos los funcionarios de seguridad, incluido el jefe de inteligencia militar y el jefe de seguridad interna, creían que Hamás tenía miedo de actuar y estaba buscando un acuerdo. Esta evaluación fue presentada varas veces al primer ministro y al gabinete por todos los funcionarios y la impunidad de inteligencia. Hasta el momento en que estalló la guerra”.

Horas más tarde, el debatido primer ministro derechista, borró el mensaje en la red social X, con un mensaje de disculpa: “Me equivoqué. Lo que dije después de la conferencia de prensa, no debía decirse y me disculpo. Apoyo totalmente a todos los responsables de seguridad. Apoyo al Jefe del Estado Mayor, a los comandantes y a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel que están en el frente y luchan por nuestro hogar. Juntos venceremos”.

Por supuesto que las críticas contra el absurdo mensaje de Netanyahu —veterano líder del partido Likud y jefe de Gobierno—, no se hicieron esperar. Yair Lapid, ex primer ministro y líder de la oposición, fue especialmente ácido con el jefe de Gobierno judío: “Netanyahu cruzó una línea roja. Mientras los soldados y comandantes de las Fuerzas de Seguridad de Israel luchan valientemente contra Hamás y Hizbulá (organización musulmana chií libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar), él intenta culparlos en lugar de respaldarlos”.

Asimismo, el propio Benn Gantz, ex ministro de Defensa y líder opositor, aunque integrado en el gobierno de emergencia constituido por Netanyahu tras la masacre perpetrada por Hamás, también atacó al primer ministro: “Los dirigentes deben mostrar responsabilidad, decidir hacer lo correcto y fortalecer las fuerzas”.

Además, ni dentro del círculo familiar las cosas le van bien a Netanyahu. Resulta que su hijo, Yair, abogado de 32 años de edad, ha permanecido en Miami, Floridas, EUA, mientras miles de jóvenes israelíes regresaron a su país convocados por el Ejército para participar en la defensa de Israel para defenderse de los ataques de Hamás. En una entrevista con el diario británico, The Times, un soldado voluntario se quejó de que mientras él sirve en el frente norte de Israel, “Yair está disfrutando de su vida en las playas de Miami”.

Los reservistas israelíes prestaron su servicio militar obligatorio al cumplir los 18 años de edad: 32 meses para los varones, y 24 para las mujeres. Sea quien sea, hijos de famosos o importantes, o de un simple ciudadano israelí, como lo son la mayoría. Hasta los 40 años de edad, pueden ser llamado a filas en caso de peligro nacional. Yair, parece que no. Y el primer ministro Netanyahu voltea la cara para otro lado.

Con un panorama internacional proclive a los palestinos que deberían contar con su propio país desde 1948, como Israel, pero que no se hizo realidad por la oposición de los propios países árabes “hermanos de sangre”, Israel sigue en su lucha para defender el país con que cuentan desde hace 75 años. Pero otras naciones, como Irán, advierten de nueva cuenta a Benjamín Netanyahu que ya cruzó la “línea roja” por lo que no descarta intervenir en la guerra, a lo que EUA se opone, prestando ayuda a Jerusalén no solo con armamento, sino con toda la fortaleza del régimen de Joe Biden. El problema no se resolverá en pocos días. Va para largo. VALE.