El pasado viernes 20 de octubre se llevó a cabo la Marcha por el Agua en Querétaro, en la que habitantes del pueblo de Maconi, en Cadereyta realizaron una peregrinación de varios días que concluyó en la Plaza de Armas, a donde arribaron alrededor de mil personas con la intención de exigir al gobierno estatal que se resuelva el problema del desabasto de agua en las comunidades. A la marcha se sumaron habitantes de Tolimán, Peñamiller, Ezequiel Montes, San Juan del Río, Arroyo Seco, Pinal de Amoles y otros municipios de la Sierra Gorda de Querétaro.
De acuerdo con el reporte “Situación del subsector agua potable, alcantarillado y saneamiento edición 2022”, publicado por la CONAGUA, el 97% de la población de todo el estado de Querétaro tiene servicio de agua potable; es decir, 2 millones 300 mil habitantes. Sin embargo, la realidad es que sí existe una escasez del líquido, que principalmente se debe a las sequías, contaminación y al cambio climático. De los 11 acuíferos del estado, 8 están sobreexplotados y prácticamente la mayoría está a niveles mínimos, lo que convierte a Querétaro en el 6° lugar a nivel nacional con estrés hídrico, además de que 15 de sus 18 municipios presentan sequía severa.
Éste no es un tema local y aislado, es parte de una crisis global de escasez de agua que el mundo enfrenta actualmente. De acuerdo con el Atlas de estrés hídrico “Acueduct” del World Resources Institute, 2 países albergan el 35% de la población mundial, lo que, aunado al incremento anual de la población y la demanda de agua, hace que enfrenten un estrés hídrico extremadamente alto, lo que provoca que incluso pequeñas temporadas de sequía tengan graves consecuencias. China, el país más habitado del mundo, consume 10 billones de barriles de agua cada día, de acuerdo con el Baker Institute, lo que se ha visto comprometido por sus últimas sequías; mientras que India, con casi 1.5 billones de habitantes, tan solo tiene el 4% de recursos hídricos del mundo, lo que es insuficiente para abastecer a todos sus habitantes y hoy en día 163 millones de indios tienen escasez de agua, y por si fuera poco, 500 niños indios mueren al día por enfermedades ligadas a la mala calidad de este líquido, de acuerdo con el Stockholm International Water Institute.
Lo que ha hecho el Presidente de la República para poder mejorar la situación de escasez del agua es, primero, reconocer el derecho humano de acceso a este líquido como un tema de seguridad nacional, además de construir el acueducto Cuchillo II en Nuevo León y la presa El Zapotillo en Guadalajara, así como la rehabilitación del acueducto López Mateos-Xpujil en Campeche; también impulsó el proyecto Agua Saludable para La Laguna para el abastecimiento de agua limpia a Durango y Coahuila, entre muchas otras acciones.
Éste es un problema de gran complejidad que requiere el diálogo entre los tres niveles de gobierno y soluciones técnicas viables, pero sobre todo, el reconocimiento y la visibilización del problema. La realidad es que hoy el factor de viabilidad económica y social de cualquier estado es y será el agua, y las decisiones que se tomen serán determinantes en el futuro inmediato.
@LuisH_Fernandez