El banderazo de salida de las pre-campañas se dio el pasado 20 de noviembre para las dos candidatas, la oficial Claudia Sheimbaun por Morena, Partido del Trabajo y el Partidlo Verde Ecologista; y Xóchitl Gálvez la candidata del Frente Amplio por México que conjuga a 3 partidos políticos PRI; PAN Y PRD, y a diversas asociaciones de la sociedad civil organizada; y para Samuel García el candidato por el partido Movimiento Ciudadano MC.

En realidad las precampañas no oficiales dieron inicio desde el mes de junio pasado a partir de que el presidente nombró a las “corcholatas” de Morena, dando inicio a diversos actos anticipados de campaña en total transgresión  a la Ley Electoral  por parte de todos los actores  políticos sin excepción.

El calendario electoral  del INE marca que las precampañas se llevarán a cabo del 20 de noviembre del 2023 al 18 de enero de 2024, posteriormente viene un periodo de intercampaña del 19 de enero al 29 de febrero y finalmente la Campaña del 1 de marzo al 29 de mayo, para dar paso al día de la elección o jornada electoral que será el 2 de junio del 2024.

En esa elección del domingo 2 de junio de 2024 se estará convocando a las urnas a  cerca de 95 millones de  ciudadanos que cuentan con credencial para votar, y  se instalarán más de 164 mil casillas para organizar las elecciones federales y algunos procesos locales para elegir al próximo Presidente de la República, y a 128 senadores y 500 diputados federales, ocho gubernaturas en los estados de Chiapas,  Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

Para las elecciones 2024 se tiene que convencer a los jóvenes de que deben buscar nuevos derroteros y la ciudadanía en general debe ser más participativa, con la esperanza de que disminuya el abstencionismo. La trascendencia de esa próxima elección es enorme, porque del resultado dependerá el ajuste o cambios al actual modelo de la 4ª  transformación, el que deja como saldo; la pobreza extrema de más de la mitad de la población, de los cuales  28 millones sufren de pobreza alimentaria, la inoperancia del sistema de salud, el aumento de muertes violentas, la desaparición de más de 40 mil personas  y,  una corrupción galopantes creando una élite de nuevos ricos favorecidos por el sistema.

La impunidad que genera una mayor corrupción sigue incrementando la desconfianza de los ciudadanos en los partidos políticos y en las instituciones; nos queda claro que los tres partidos que han gobernado desde la Revolución se han conducido dentro de una enorme corrupción e impunidad.

La inseguridad aumentó de manera exponencial y sigue lastimando a las familias, la violencia criminal nacional creció como nunca antes en la historia del País. De enero 2019 a noviembre de 2023 se registraron 172 mil homicidios dolosos. La percepción mayoritaria de la población es que se ha perdido la lucha contra las bandas delincuenciales, que de nada ha servido la creación de la Guardia Nacional y que lo único que ha producido es una violencia irracional. El descontento, la cólera sorda y la crispación resultante de la muerte innecesaria de civiles inocentes, de los feminicidios, de las ejecuciones extrajudiciales, de la desaparición forzada e involuntaria de personas y de las violaciones de derechos humanos, crecen y se extienden en todos los estratos de la sociedad.

En estas condiciones el país no promete un futuro feliz para sus habitantes entre ellos  para miles de jóvenes en la flor de su vida, con esperanzas de trasformar su entorno, como hay millones de jóvenes en nuestro México, que hoy enfrentan su destino, en un entorno de miedo, sangre, balas, desempleo, precariedad sanitaria, impunidad y cerrazón autoritaria del Gobierno.

Cada vez es mayor el número de ciudadanos que consideran como verdad aceptada y así lo sostienen: que la ineptitud de quienes están al frente del Gobierno, ha generado un rompimiento institucional y ha fracturado el tejido social. Las movilizaciones de la sociedad civil, no deben desdeñarse, ignorarse o adosarlas a intereses oscuros, están allí, son reales y pueden y deben agigantarse.

Las elecciones pueden ser vistas con la esperanza de un verdadero cambio, son un momento de respiro, el día de la elección es en el que todos somos iguales ante las urnas, pues todos tenemos el mismo e indeclinable derecho y deber de votar.

El rumbo que se imprima al devenir de la Nación impactara en las próximas generaciones. Es urgente generar empleos para los jóvenes tanto para quienes abandonan sus estudios como para los egresados del sistema educativo en sus diferentes niveles.

Es cierto que la atención mediática se ha centrado en la elección del próximo presidente de la República, no obstante la composición de las cámaras de diputados y senadores, pudiera resultar en un incremento de la gobernabilidad  pero este sexenio nos deja una lección muy importante, que nunca más deberá el partido que obtenga la presidencia alcanzar también mayoría legislativa.

Hay que precisar que en ello va el equilibrio de los poderes, para evitar el exceso en el ejercicio del Ejecutivo el hecho es que debe haber una  “cohabitación” política, lo cual no significa  que esa circunstancia imposibilite gobernar, porque se gobierna con políticas públicas, con acciones ejecutivas, con el ejercicio mismo de las facultades que en un sistema presidencialista como el nuestro, que aún conserva el presidente, contrario el argumento de algunos intelectuales, que cargan las tintas de la ingobernabilidad a que el Ejecutivo tenga al Poder legislativo sin mayorías de su partido.

Este 2 de junio del 2024 los mexicanos definiremos el rumbo del México de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.  Quienes entendemos que después del 2018 las cosas ya no serán nunca más como antes, debemos participar y abonar para que la situación fluya sin enconos, sin enfrentamientos, sin divisiones, queremos que a México, le vaya bien para que nos vaya bien a todos. Por eso nuestra preocupación por que la Macroeconomía se restablezca para que a la población en general y en particular a de menores ingresos y a las clases medias les vaya bien. Los paradigmas y los dogmas del pasado deben sustituirse por la praxis de construir un País, más justo y  más libre.

Entendemos que después del próximo proceso comicial las cosas deben cambiar, buscamos contribuir para que la situación fluya sin enconos, sin enfrentamientos, sin divisiones, queremos que a México, le vaya bien para que nos vaya bien a todos. Por eso nuestra preocupación por que el próximo proceso electoral marche y marche bien dentro de la legalidad y transparencia, para que nos vaya bien. Los rencores, enconos  descalificaciones y los dogmas del pasado deben sustituirse por la praxis de construir un País, más justo y  más libre para todos.