El día en que el inquilino de Palacio Nacional decidió cerrarle las puertas a Xóchitl Gálvez para tener el derecho de réplica; la hoy pre candidata presidencial de ya no sabemos si decirle “Va por México, Frente Amplio Opositor o la nueva idea Fuerza y Corazón por México, anunció que competiría por la presidencia de la República para hacerle frente a Andrés. Se generó gran incertidumbre y una posibilidad de arrebatarle la silla presidencial a morena. Esto ha cambiado al día de hoy y surgen preguntas: ¿podrá lograr conformar un equipo para su campaña electoral? ¿los partidos políticos realmente la arroparán con sus estructuras y unidad? ¿aterrizará propuestas viables y convincentes ante la demanda de los mexicanos? ¿qué tanto le suman o restan el PRI y el PAN?
Por el momento seguimos viendo resbalones y que las cosas no cuajan. Sigue la misma historia de la niña que vendía gelatinas y se mudo a la CDMX. Acudió a la FIL y no pudo recordar el nombre de su propio libro, felicitó al nuevo presidente argentino como si se identificara con él, se paralizó cuando el teleprompter falló en un mítin, en fin… resulta inexplicable que una mujer que ha tomado la palabra en diversas tribunas sin ayuda de guiones para expresar de forma libre y directa su pensar y que ha sido empresaria, jefa delegacional y senadora caiga en fallas de principiantes. Sin duda el reto es gigante, pero debe encontrar la forma de encabezar este proyecto y hacer que se alinéen a ella los partidos políticos y ciudadanos.
La opción de Movimiento Ciudadano Samuel García, arrancó con su campaña de redes sociales que fue la que lo llevó a ser gobernador de Nuevo León, pero sigue siendo pura palabra y discurso porque realmente no puede hablar de resultados y logros ya que ha saltado de posición en posición. Lo único que dejará es un estado con una crisis de gobernabilidad por irse a perseguir sus intereses y sueños.
De Claudia Sheinbaum y morena solo basta decir que seguirá nadando de muertito y repitiendo lo que Andrés diga en sus mañaneras porque hasta ahora es lo que la ha mantenido en las preferencias con el impulso de la cuarta transformación.
Para entender el voto, debemos analizar los distintos segmentos con distintas características. El voto duro es aquél que los partidos políticos generan por medio de militantes y simpatizantes, los indecisos son los que buscan identificarse con el candidato y lo respaldan por sus propuestas, carisma, etc y por último los cambiantes que son aquellos que pueden tener una idea de por quién votarán pero en el transcurso de la campaña y acercándose al día de emitir su voto eligen otra opción. Estos dos últimos segmentos son los que definen la elección y ahí es donde los candidatos deben fijar su objetivo.
No debemos creer en las encuestas porque los números en las últimas han mentido y no solo en México, también en el mundo. Lo que si se puede vislumbrar es una tendencia en donde Claudia sigue a la cabeza y nadie está acortando la distancia salvo un arrebato de la intención del voto entre Xóchitl y los fosfo fosfo.