El 2 de enero de 2023 llegó a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación la ministra Norma Piña. Esa fecha marca un antes y un después en la vida institucional del país.

Su nombramiento representó una bocanada de oxígeno, significó poner a salvo la independencia del Poder Judicial y la vida democrática de la nación.

Desde entonces se ha ido convirtiendo en un ícono de contención constitucional ante los abusos de poder y en un férreo muro que soporta el acoso despiadado de un régimen autocrático.

En México no es usual reconocer a un juzgador. Menos, cuando desde la Presidencia de la República se menosprecia el Estado de derecho con el dicho blasfemo de: “No me vengan con que la ley, es la ley”.

Pero, Norma Piña y los ministros que se han atrevido a desafiar la aplastante maquinaria gubernamental y cuyas fotografías han sido colocadas dentro de ataúdes por grupos vandálicos –pagados por un gobernador–, representan hoy el único bastión que tiene México para poner a salvo su democracia.

Norma Piña es la figura política que más ataques e insultos ha recibido desde el otro poder. Es y ha sido víctima de acoso y espionaje. De burlas y menosprecio. Es la “juez incómoda” del régimen cuya gran falta y pecado es honrar, y preservar la justicia.

El gobierno no le perdona que la Corte haya invalidado una serie de reformas inconstitucionales que buscaban deliberadamente desmantelar la institucionalidad del país. Consciente del enojo del presidente dijo con motivo de su Primer Informe de Labores: “no buscamos aplausos”.

Dicho de otra manera: ministros, jueces y magistrados no están para lisonjear o acatar los caprichos de nadie sino para someter la vida del país a lo que marca la Constitución.

Esa mujer de corta estatura, de aspecto sencillo, sin pretensiones, se atrevió a explicar las razones: La reforma electoral atentaba contra los derechos fundamentales de los ciudadanos.

La Guardia Nacional no puede ser adscrita a SEDENA porque es de carácter civil y dejó en claro que la seguridad nacional no puede ser utilizada como argumento para evitar que el gobierno rinda cuentas.

La independencia de un puñado de ministros ha sido castigada con el recorte al Presupuesto del Poder Judicial. Piña respondió así al embate: “Ante este escenario, nuestra reacción es seguir adelante. Enfrentamos el reto que sabemos complejo con la entereza y los principios que nos guían. La adversidad no nos detiene. La impartición de justicia no se detiene. La impartición de justicia será, siempre, independiente e imparcial”.

La postura de Norma Piña recuerda la de aquel joven chino que el 5 de junio de 1989 se colocó en protesta frente a los tanques de guerra que habían provocado la matanza de Tiananmén. Un ciudadano solitario, en resistencia pacífica, desafió al régimen comunista corrupto y represor de su país.

La presidenta de la Corte se ha puesto frente a los tanques de guerra y los ciudadanos tenemos que inspirarnos en su legado para impedir que México pierda en 2024 libertades, instituciones y democracia.

 

@PagesBeatriz

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