Todo indica que la guerra entre Hamas e Israel tiende a empeorar y, no se descarta la posibilidad de que la guerra podría regionalizarse rápidamente, en lugar de concertar un nuevo cese el fuego que termine con tanta destrucción y muerte como ha sucedido desde el pasado 7 de octubre: que según el último recuento del ministerio de Sanidad en la Franja de Gaza ya superan las víctimas 22 mil 800. La agrupación terrorista no distingue víctimas civiles de combatientes mientras que Israel dice que más de 8,500 de esos muertos son miembros de Hamás y la Yihah Islámica. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo que cancelar una misión para llevar suministros médicos a Gaza por falta de seguridad.

Así las cosas, en menos de una semana las fuerzas israelíes mataron a otro alto mando yihadista en Líbano con lo que se avivan los temores de una escalada en Medio Oriente. Lo que demuestra que, pese a la mediación global, el Estado hebreo no retrocede en su ofensiva contra el terrorismo de Hamás y de Hezbolá.

Este último, conocido como Partido de Dios o como Organización de Justicia Revolucionaria y Organización de los Oprimidos de la TIerra, entre otros nombres, es un grupo integrista islámico de tendencia shií fundado en el Líbano en 1982, año en que Israel invadió este país. Es un movimiento político y militar que siguiendo el modelo de Hamás combina su actividad política legal en tierras libanesas con una rama terrorista encargada de los atentados. En el país de su fundación está legalizado como partido político e incluso dispone de un canal propio de televisión. El grupo ha recibido ayuda considerable de Irán y de Siria, incluso financiamiento, adiestramiento, armas y explosivos así como aportaciones de carácter político, diplomático y administrativo.

En las condiciones del momento, al iniciar 2024, un ataque aéreo israelí en el sur libanés, quitó la vida a Wissam Hassan Tawil, comandante de Hezbolá, jefe adjunto de una unidad de la fuerza Radwan, según informó una fuente de seguridad libanesa. El suceso ocurre en momentos delicados, cuando hay la preocupación de que la guerra entre Hamás e Israel se amplíe a toda la región.

Hezbolá manifestó que Hassan Tawil había perdido la vida “de camino a Jerusalén”. Al parecer, la milicia libanesa, proiraní, acostumbra usar esta expresión cuando se refiere a los combatientes muertos por fuerzas israelíes. Datos semioficiales aseguran que Al Tawil murió en un atentado con un dron contra su vehículo en un villorrio cercano a la frontera con Israel. Hezbolá publicó fotografías del susodicho comandante, incluso una junto al líder de la milicia, Hassan Nasrallah.

El comandante Hassan Tawil, conocido por el alias “Yauad” era miembro de la fuerza Radwan, una unidad de élite de Hezbolá creada en los años noventa del siglo pasado y bautizada así en honor a Imag Mughniye —alias Radwan—, quien fue “número dos” del grupo y líder la rama de inteligencia de la formación hasta su muerte en un atentado en Siria en 2008. Tawil era el responsable militar del Hezbolá de más alto rango que haya fallecido desde que este movimiento abrió un frente con Israel en apoyo al Hamás palestino.

Al respecto, hace menos de una semana tuvo lugar otro ataque israelí en el que murió el número 2 de Hamás, Saleh al Arouri, por lo que no se descarta una peligrosa escalada bélica en la zona. Dos días más tarde del percance, Hezbolá llevó a cabo un amplio ataque de misiles contra una base militar judía como represalia por la muerte de su dirigente.

De tal forma, los ataques con drones tienen lugar mientras se aumentan los enfrentamientos armados entre la milicia con apoyo iraní y el ejército  en frontera de la Franja de Gaza. Así, el Secretario de Estado de Estados Unidos de América (EUA), Antony Blinken, aseguró en su estadía en Riad (capital de Arabia Saudí), que continúa “un claro interés” en los países árabes del Oriente Medio por normalizar sus relaciones con Israel, pero para ello es necesario detener la guerra en la Franja de Gaza y el establecimiento de un estado palestino.

El diplomático estadounidense aseguró, en declaraciones a la prensa en el aeropuerto de Riad antes de volar a Israel: “Sí, hablamos de eso en cada visita, incluído por supuesto aquí en Arabia Saudí, y puedo decirles que hay un claro interés en lograrlo”. Precisamente, para evitar que se abra un nuevo frente de guerra en Líbano, semejante al de Gaza, Blinken viajó de nueva cuenta a Israel para presionar al gobierno de Benjamín Netanyahu, y a toda costa, evitar la guerra con Líbano, así como para reducir al máximo el número de civiles muertos en la Franja de Gaza.

Desde el inicio de esta nueva conflagración —terroristas contra judíos—, Hezbolá ha atacado comunidades fronterizas a diario, como muestra de solidaridad con Hamás, e Israel ha respondido cada vez. Hasta ahora hay al menos 151 miembros de Hezbolá muertos en ataques atribuidos al Ejército israelí en Líbano.

Tal parece que los norteamericanos también están desconcentrados por los repetidos ataques israelíes contra posiciones de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) en Líbano, financiadas y adiestradas por EUA, que consideran a las FAL como un contrapeso a la influencia de Hezbolá. Jerusalén afirma que lo ha hecho accidentalmente. Algo que nadie cree a pie juntillas.

Por otra parte, según un análisis de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de la Unión Americana, filtrada por el periódico The Washington Post, señalaba que sería difícil para el ejército judío ganar una posible guerra en Líbano, porque sus activos y recursos militares están demasiado dispersos por la guerra de Gaza.

De una u otra forma, poco antes de la llegada del jefe de la diplomacia estadounidense al aeropuerto Ben Gurion cerca de la ciudad de Lod, en las cercanías de Tel Aviv, el ejército israelí empezó una nueva fase, menos intensiva, en Gaza, según declaró al diario The New York Times, el portavoz de las fuerzas armadas, Daniel Hagari, general de brigada judío. La transición, que ya está en marcha, comprende menos infantería y menos ataques aéreos, afirmó el general judío. “La guerra está en otra etapa…Pero la transición se ha realizado sin ceremonias” agregó. en la última semana ha habido informaciones en Israel de tropas siendo retiradas de la franja. Aunque esto no significa que los combates de menor intensidad en la franja representen menos muertes.

Antes de reunirse con el primer ministro Netanyahu y con el presidente Isaac Herzog, el secretario de Estado de EUA insistió en la necesidad de establecer un Estado palestino independiente para poner fin a la guerra, algo que, reconoció, “no será fácil de conseguir”.

Al cumplirse tres meses de la guerra en la Franja de Gaza, Antony Blinken abordó con las autoridades de Jordania y Qatar las fórmulas para evitar una expansión regional del enfrentamiento y sus repercusiones que consideró “una cuestión de preocupación mundial”.  A su vez, el ministro de Exteriores y Expatriados jordano, Ayman Safadi instó a su contraparte estadounidense, a poner fin a la guerra en la Franja de Gaza y a proteger a los civiles del infortunado enclave para evitar empeorar la catástrofe humanitaria que priva en el lugar.

A lo que Blinken aseguró, en Doha, la capital de Qatar, junto a su homólogo qatarí, Mohamed bin Abderrahmad, “Este es un conflicto que fácilmente podría metastatizarse, causando aún más inseguridad y sufrimiento. Desde el primer día, nos hemos concentrado intensamente en trabajar para evitar que el conflicto se propague”.

Antes de terminar esta ISAGOGE, citamos el análisis de Neil Winn, profesor asociado en la famosa Universidad de Leeds, Gran Bretaña, que presenta datos que todos los interesados en el tema deben conocer. Winn responde así a la siguiente pregunta:

— ¿Cree que aún es posible evitar que la guerra se extienda al Libano?

— “El secretario de Estado de EUA, Antony Blinken, se encuentra en Oriente Medio para impedir que la guerra entre Israel y Gaza se extienda a los países vecinos. El presidente Biden teme que una guerra total de Israel contra Hezbolá pueda desembocar en un conflicto mayor, especialmente en Líbano, e intenta disuadir a Israel de que siga este camino. Mientras tanto los militantes de Hezbolá se encuentran en la frontera norte con Israel y han atacado recientemente una base militar en el monte Meron, en Israel. De momento, los intercambios son escaramuzas transfronterizas. La reciente muerte por Israel del alto cargo de Hamás, Saleh Al Arouri, también ha aumentado las tensiones en Oriente Próximo. Los ataques de los hutíes, con base en Yemen y respaldados por Irán, contra la navegación comercial en el Mar Rojo, así como los ataques respaldados por Irán contra bases militares  en Irak, han incrementado las presiones en la región. Las perspectivas de una guerra de mayor envergadura en Oriente Medio a partir de Líbano son reales y la diplomacia itinerante estadounidense está haciendo todo lo posible por evitar un conflicto más costoso. Nadie ganará en una situación así”.

Un informe confidencial de EUA revelado por The Washington Post afirma que Israel podría perder una guerra con Hezbolá…

— “La administración estadounidense quiere evitar que Israel opere en dos frentes contra Hamás en Gaza y Hezbolá en Líbano (y potencialmente también en Cisjordania). Hezbolá es un pez completamente diferente a Hamás y cuenta con más de 100,000 combatientes curtidos en mil batallas, además de misiles, cohetes y aviones no tripulados. Los servicios de inteligencia estadounidenses estiman que el número de muertos en una guerra entre Israel y Líbano superaría el .de la guerra de 2006. De hecho, se han comunicado previsiones de entre 300,000 y 500,000 muertos y heridos. Hezbolá y sus aliados proiraníes atacarían en el interior de Israel”.

El domingo 7 pasado, hace ocho días, se cumplieron tres meses de la ofensiva israelí contra Gaza, y no obstante las críticas internacionales por la crisis humanitaria que ahora sufren los palestinos, Benjamín Netanyahu se ha mostrado inflexible: “La guerra no debe detenerse. Hasta que alcancemos todos los objetivos; lo digo tanto a nuestros enemigos como a nuestros aliados”, en clara alusión a EUA, que por un lado pide infructuosamente que baje el número de civiles muertos y por otro sigue enviando armas a Israel.

Una encuesta del Times of Israel informa que sólo un 15 por ciento de los israelíes quiere elecciones anticipadas para sacar a Netanyahu del poder. Pero resulta que el mandatario del gobierno más derechista de la historia de Eretz Israel tiene otros planes. La frase me recuerda a un político tabasqueño que presume de haber transformado a un país, pero no es así. Un palestino migrante que tuvo que abandonar Gaza, declaró a un corresponsal europeo: “El ataque a Israel no fue una buena decisión, porque nuestra situación no aguantaba ninguna guerra”. ¿Quién engañó a quién? VALE.