«nemo patriam quia magna est amat, sed quia sua»

Nadie ama a su patria por que sea grande, sino porque es suya.

 

El pasado domingo 18 de febrero nuevamente la Sociedad Civil convocó a una manifestación multitudinaria en el Zócalo de la Ciudad de México y en las principales ciudades de los estados, así como en algunas ciudades en el extranjero, la respuesta fue grandiosa; miles de personas de todas las edades y clases sociales se dieron cita en la Plaza de la Constitución, como oficialmente se denomina, para expresar su repudio a las acciones que el presidente de México ha emprendido en contra de la democracia y del proceso electoral y de los candidatos de los partidos de oposición, para exigirle que saque sus manos del proceso electoral y que se dedique a gobernar el país tan lacerado por la violencia y deje de ser el jefe de campaña de la candidata a la presidencia por el partido Morena.

Ante el éxito de las manifestaciones el presidente en la mañanera del lunes en tono de burla comento sobre la “Marcha por Nuestra Democracia” asegurando que estuvo conformada por personas que antes se beneficiaban con los gobiernos corruptos, comentó que la manifestación de este domingo fue “porque los que estaban antes, ya sea en el gobierno o los que se beneficiaban de esos gobiernos, están inconformes y quieren regresar”. También aseguró que los convocantes a la manifestación “se disfrazan de demócratas cuando ellos eran los más violadores de los Derechos del pueblo” en gobiernos pasados y criticó a la oligarquía corrupta.

Nadie es dueño de la verdad absoluta, el Presidente no es infalible, tampoco los líderes de las diferentes agrupaciones partidistas, académicos, intelectuales, y ni ninguno de nosotros, somos oráculos poseedores de la verdad revelada. Es tiempo de discutir entre todos cómo modificar el presente y construir un futuro luminoso para las nuevas generaciones. La realidad es que estamos testimoniando cómo todos los principales actores políticos riñen y agravian a los opositores en defensa no de sus principios o ideales, sino en defensa de los particulares intereses personales o de su partido, les ha faltado hasta ahora, nobleza, generosidad y altura de miras, nunca como ahora cobra vigencia el apotegma del patriota insurgente Vicente Guerrero: “La Patria es primero”.

Aunado a ello los ciudadanos lidiamos cada día con la vorágine de violencia en que se encuentra inmerso nuestro país. Estamos a tiempo de replantear con seriedad la estrategia de seguridad, se requiere modificar las acciones, deben persistir las destinadas a golpear la logística operativa de los cárteles, pero simultáneamente se deben fortalecer las tareas encaminadas a incautarles el dinero que blanquean en los sistemas financieros, a detener el flujo de armamento proveniente de los EU, desmontar las redes de narcomenudeo y exterminar la red de protección que les proporcionan no sólo policías, sino también políticos, empresarios y comerciantes, prestanombres y finalmente utilizar con mayor rigor el Sistema de Inteligencia.

La Democracia y el ejercicio democrático han adquirido gran importancia en la vida actual de nuestro País, dado que seguimos inmersos en un inacabado proceso de transición democrática. En el año 2000 después de siete décadas de partido único en el gobierno, vivimos una alternancia de 3 sexenios lograda a través de la vía  electoral. Y este sexenio nuevamente la alternancia con un partido supuestamente de izquierda que resultó ser la imposición de un presidente totalitario que  para nuestra incipiente democracia es necesario revertir la situación que vivimos este sexenio y fortalecer  las prácticas democráticas.

El domingo 2 de junio,  millones de mexicanas y mexicanos deberán acudir a las urnas a elegir quién será la o el sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como cientos de cargos de elección popular.

El INE prevé la posible participación de 95 millones de mexicanos y mexicanas que tienen credencial para votar en la jornada electoral histórica que se celebrará el 02 de junio; para elegir 20 mil cargos políticos a nivel federal y local. Este año se llevará a cabo la elección de la Presidencia de la República, Senadores y Diputados de ambas Cámaras del Congreso de la Unión, ocho gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, además de renovarse los Congresos locales, Ayuntamientos, Juntas Municipales y Alcaldías. Las entidades en donde habrá elecciones son: Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

En el Senado de la República se disputarán 128 escaños, los cuales están conformados de la siguiente forma: 64 senadurías por el principio de mayoría relativa; 32 senadurías por el principio de representación proporcional y 32 senadurías de primera minoría. En la Cámara de Diputados se elegirán un total son 500 diputaciones; 300 diputaciones por el principio de mayoría relativa y 200 diputaciones por representación proporcional.

El compromiso y responsabilidad de todos los ciudadanos es muy grande, de nuestro voto depende la conformación del futuro de la Nación. Resulta muy preocupante  el nivel de abstencionismo  que ocurre en nuestro país, como ha sucedido en pasadas elecciones, de un 60 a 70%. Se trata de decidir entre un gobierno de continuidad totalitario e ineficiente,  o un país con democracia de Estado libre.

Unos gobernantes y representantes populares electos con solo el 40% del padrón electoral pierden legitimidad y todos perdemos la oportunidad de decidir el rumbo del país en los tres ámbitos de gobierno, de premiar o castigar al partido gobernante en turno, de lograr alcanzar el equilibrio de Poderes y desde luego de participar activamente en la elección de quienes para bien o para mal en el corto y mediano plazo, habrán de ejercer el poder.

A Morena y sus fuerzas políticas aliadas beneficia el abstencionismo, así como, la anulación del voto, porque reduce el umbral en algunos casos para mantener el registro de los partidos pequeños, pero fundamentalmente para construir mayorías parlamentarias y en concreto abona a la consolidación del autoritarismo presidencial.

El ejercicio que se realizó para convocar a la Marcha nos hace posible de ver que la Sociedad ha despertado y que toma conciencia de la importancia de la elección este año, no solo la de la presidencia de la República sino el Congreso, las gubernaturas Congresos locales y los Ayuntamientos. Es por todo esto que reafirmamos nuestra convicción de que juntos, partidos políticos y sociedad civil, habremos de superar los tiempos aciagos y de que confiamos en que exista la inteligencia, la serenidad de ánimo y la voluntad republicana al momento de emitir el voto a fin de corregir y reorientar el rumbo.