En el primer mes de este 2024, vuelve a circular en redes sociales y en medios de comunicación, tanto tradicionales como digitales, la noticia de que –por fin– será este año en el que se dará la noticia de que hay vida en otros planetas, algo que dará tranquilidad para quienes sostienen que no estamos solos en el universo.

Oxígeno, dióxido de carbono, sulfuro de dimetilo, agua y otros elementos son tomados como indicios de actividad biológica en un planeta observado desde plataformas como el telescopio espacial James Webb, los cuales se detectan al analizar tanto si se ubica en la zona de habitabilidad en un sistema estelar, como las atmósferas y la composición de las mismas.

Pero esto es muestra de la existencia de seres vivos, incluso a nivel bacteriológico, en otros mundos, pero hablar de encontrar civilizaciones extraterrestres –como hemos visto en películas o series de televisión o leído en libros, todos estos de ciencia ficción– es otra historia, pues como en el caso del avance tecnológico humano, hay gases que se emiten a la atmósfera que son prueba de la industrialización, algo que no se ha hallado en las observaciones que se realizan a través de telescopios.

Tampoco hemos entrado en contacto con civilizaciones de otros mundos con las que podamos intercambiar información, lo que dejaría la noticia comentada en las primeras líneas de este espacio en una simple nota de que hay sospechas, aunque sean muy bien documentadas, de que hay vida en otros planetas.

Pero la esperanza es algo que permanece, por lo que seguiremos esperando la tan ansiada noticia.