Entrevista a Jesús Lemus, autor de El Cártel Judicial

Por Irma Ortiz

 

El periodista J. Jesús Lemus, autor del libro El Cártel Judicial, realizó una pormenorizada investigación sobre los vicios enquistados en el Poder Judicial, jueces y magistrados que hacen urgente una reforma constitucional pero no como la plantea el presidente López Obrador para que sirvan a sus intereses, sino que vaya a las raíces, lo descontamine y modifique la estructura actual de este poder.

En su libro, usted hace una radiografía del sistema judicial.  Qué es lo que encontró?

En la investigación, encontré como se estructuró el poder judicial con la Judicatura del poder judicial desde la época de Ernesto Zedillo, y lo estructuraron para que se pudieran absorberse todos los casos de corrupción, de violencia, de delitos dentro del poder judicial. Un poder que desde un principio se diseñó para protegerse a sí mismo.

Entre quienes hicieron ese diseño a la reforma del poder judicial, hay que decirlo, está quien hoy se encuentra en Morena, Esteban Moctezuma Barragán. Él es justamente quien hace todo este entramado de la Suprema Corte de Justicia y del poder judicial para que se pueda corromper, sin que se note hacia fuera y se pueda resolver desde dentro.

Eso llama mucho la atención, alguien que está en Morena, cercano al presidente, fue el autor y hoy el presidente López Obrador critica y mañosamente manifiesta que se va recomponer ese poder cuando está entre ellos, quienes lo provocaron.

 

Ha señalado que México es un estado fallido donde hay serias fallas del poder judicial. ¿Cómo hacer una limpia en ese poder?

Debe haber una reforma al poder judicial para descontaminarlo, pero no en base a lo que dice el presidente López Obrador que es muy mañoso en su discurso. López Obrador plantea que hay que reformar la ley para modificar la estructura del poder judicial porque ganan más que él, porque tienen fideicomisos y privilegios de una casta dorada.

Y no, el problema es más grave, hay que reformar la ley para reestructurar el poder judicial; primero, para que los mexicanos podamos elegir a nuestros jueces, magistrados y ministros, pero hacerlo de abajo hacia arriba. Primero los jueces de distrito, los magistrados, los de circuito y unitarios de distrito y luego los que van hacia arriba, y así llegar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia.

El presidente quiere comenzar desde arriba, cuando la corrupción está en las raíces. No es como él lo plantea, necesitamos llevar a cabo un proceso de reforma al poder judicial y comenzar por hacer una evaluación de cada uno de los jueces e incluso darles una gran amnistía y aquellos jueces que consideren que no van a pasar un filtro de revisión a su conducta ética y moral, que se retiren, siempre y cuando no haya en su trayectoria cuestiones graves que pudieran ser alcanzados por un proceso judicial.

Hay que revisar la Escuela de Formación Judicial, ahí está el quid. De ahí debemos sacar a los próximos jueces, a los candidatos para ser postulados a diversos cargos de jueces, ministros y magistrados.

No sacarlos de los partidos, de la Cuarta Transformación o de la Academia. Hay que hacerlo de la escuela de Formación Judicial que opera dentro del Poder Judicial, si no es así, ese poder se va a contaminar aún más, de por si está viciado por el tufo político ya existente.

El verdadero problema del poder judicial viene desde la época de Lázaro Cárdenas, fue quien lo echa a perder cuando le impone un tufo político al poder judicial y comienzan a proponer a los candidatos. Yo propongo a uno, el enemigo que proponga a otro para equilibrar el poder y se empieza a ver ese poder como un coto de poder.

Todo se institucionaliza con Ernesto Zedillo Ponce de León quien termina de convertirlo en un coto de poder el poder judicial. En el poder judicial unos y otros sirven a sus intereses, que se han mezclado para servir a la supuesta aplicación de la justicia que no debe tener ningún otro interés que su aplicación en sí misma.

Si el presidente y su candidata Scheinbaum están pensando en que para seguir conservando el control del poder judicial hay que continuar con las cuotas, va a ser peor.

 

Lo estamos viendo con ministras como Lenia Batres, Loretta Ortiz…

Si, Batres, Loreta Ortiz y Yasmín Esquivel. Vemos que solo van a servir a sus intereses, llegaron al poder no por un reconocimiento a su labor sino por su cercanía con el presidente.

 

¿Cómo ve el involucramiento del crimen organizado en el poder judicial?

Lo menciono en el libro, el poder judicial está permeado por el crimen organizado. El crimen organizado hoy tiene a una serie de jueces que son observados desde Estados Unidos, por la DEA, por la libertad que han otorgado a grandes personajes del narcotráfico como por Rafael Caro Quintero.

Los magistrados que le dieron la libertad a Caro Quintero, son observados, no están procesados en México, algunos ya están hasta destituídos o renunciaron al cargo, pero no se les inició aquí un proceso penal.

En el libro menciono algunos casos de jueces muy involucrados con el crimen organizado, es más, no hay un solo cártel de la droga en México que no tenga relación con un juez y hablo de que en México operan 73 cárteles y por lo menos cada uno de ellos tiene a su juez preferido en ciertas zonas del país. Considero que hay una centena de jueces que trabajan para el crimen organizado y están otorgando libertades, mientras que por otro lado encarcelan a inocentes para que parezca que si están actuando.

Hay otra cosa, presento, con base en las declaraciones patrimoniales como algunos jueces después que le otorgaron la libertad a algunos narcotraficantes reciben un rancho en donación, una casa o tienen dos vehículos nuevos, lo justifican haciendo la declaración patrimonial pero el Consejo de la Judicatura nunca cuestiona esas extrañas donaciones. Si lo declaran patrimonialmente, están purificados y no hay investigación de la Judicatura.

 

¿Cómo cuidar a los jueces que sí están en la lucha contra el narco, contra la corrupción…?

Los hay, calculo que dos de cada diez jueces, están trabajando bien y lo hacen de manera puntual y son los que corren un gran riesgo. El estado mexicano, así como creó el mecanismo de protección a periodistas, debe crear un mecanismo de protección a los jueces honestos, que evalúe su actuación y reconozca si tienen o no un riesgo para que se les otorgue la seguridad necesaria. Por parte del estado hay que cuidarlos y como ciudadanos debemos reclamar que los jueces sean votados para que sepamos quiénes son los que verdaderamente están trabajando.

Hoy hay una especie de garantía mínima a los jueces por parte del Consejo de la Judicatura que funciona como mecanismo de protección pero hay mucha corrupción y no se protege a quien se debe proteger.

 

¿Jueces electos por el voto popular…?

Sí, pero salidos de la Escuela de Formación del propio Poder Judicial, no venidos de la calle, por recomendación o tengo ganas de ser juez como la señora Lenia Batres. No, que tengan una carrera, una formación, trayectoria, que demuestren que sí conocen el derecho y su aplicación.