Un debate es una discusión organizada y formal   que se caracteriza por enfrentar dos o más posiciones opuestas sobre uno o varios temas; es el intercambio de opiniones críticas, y de propuestas que se lleva acabo frente a un público y con la dirección de un moderador para mantener el respeto y la objetividad entre ambas posturas. La calidad y fluidez del debate dependen de la capacidad de escuchar y de agilidad mental para contra argumentar. Por lo tanto no es una competencia ni tiene que haber un ganador.

El pasado domingo los tres candidatos en la campaña presidencial asistieron al primer debate, mismo que por su formato no se puede considerar un debate. El tema central fue “La sociedad que queremos”, dividido en tres segmentos: educación y salud, transparencia y lucha contra la corrupción; y grupos vulnerables y violencia contra las mujeres.

Claudia Sheinbaum, candidata del partido Morena en el gobierno permaneció fría muy rígida en su atril sin casi mover un músculo, con la mirada fija en el infinito y de manera muy disciplinada siguió al pie de la letra las instrucciones de sus asesores, esa actitud denota tensión por la inseguridad que tenía. Además se exhibió como una persona altanera y grosera al no referirse a su contrincante electoral por su nombre refiriéndose a ella como la candidata del Prian.

La Dama de hielo candidata del presidente, reiteró una vez más que solo continuara con las políticas izquierdistas del presidente Andrés Manuel López Obrador, es decir ofrece seis años de más de lo mismo. Claudia Sheinbaum en sus intervenciones auto elogió su trayectoria como jefa de Gobierno de la Ciudad de México exponiendo acciones que llevó a cabo en su gobierno mismas que al corroborar en internet resultan inciertas o falsas, como el Tianguis Digital que no documenta ningún contrato del gobierno de la ciudad, Aseguró que todos los feminicidios ocurridos en la Ciudad de México han sido resueltos, lo cual es un gran mentira. Al respecto debemos recordar los sabios adagios del castellano “Alabanza en boca propia es vituperio”.

Por su parte Xóchitl Gálvez candidata de la Sociedad Civil y de la coalición opositora, inició su presentación con nerviosismo, y molesta por el cambio del formato ensayado el día anterior, cuestionó la gestión de Sheinbaum como alcaldesa y criticó las políticas del partido Morena.

Xóchitl Gálvez es una persona espontánea y, sin estar constreñida a un marco rígido,  es una mujer  muy inteligente con agilidad mental para las respuestas su experiencia en el Senado le da la seguridad que adquirió en la tribuna, tal vez debiera romper las ataduras de sus “asesores” que la obligaron a representar de manera acartonada lo que ella no es al natural, debería hacer lo que ella sabe hacer muy bien, y presentar todas sus propuestas en cada tema sin temor a la descalificación, debe ser la Xóchitl alegre y segura de sí misma que ganó la candidatura en las primarias de los partidos de oposición.

El candidato del partido Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, se presentó a sí mismo como una alternativa a los principales partidos y a  la política del pasado. Dijo que no  solo hay dos visiones del país, y señaló que la opción de un tercer partido  que es mejor que el pasado y el presente. Su presencia en el debate, casi en calidad de florero mostró a un aspirante inseguro con una continua sonrisa forzada que más se parecía a una mueca rígida denotó su nerviosismo.

Respecto de “La Sociedad que queremos”,  el balance al final de este sexenio nos encontramos con un México dividido y polarizado, con el desmantelamiento o casi paralización de todo el aparato de la Administración Pública por la falta de recursos, provocada por la política de austeridad y el desvió  de los recursos para las obras insignia del presidente, las Secretarías de Estado no pudieron cumplir con el compromiso de los Programas Sectoriales planteados al inicio del sexenio.

En el sector Salud la situación es grave, al dejar a las instituciones hospitalarias y de seguridad social sin abastecimiento de insumos, medicamento e instrumental de curación y quirúrgico, aunado al maltrato al gremio de los médicos. El estancamiento o retroceso en casi todos los sectores es alarmante, como  en la economía, con la mayor deuda que hemos tenido en los últimos 30 años, el próximo año estallará una crisis fiscal, el presidente López dilapidó todos los ahorros que se habían podido acumular en los últimos 25 años ante de su llegada al poder, dejará las finanzas públicas con un déficit del 6% del PIB.

En el sector educativo hay una regresión al viejo sistema de privilegios al magisterio,  y un descontrol con los libros de texto que confunden a los niños, en el sector Campesino hay un estancamiento  en los casi nulos apoyos al campo, en el sector energético con Pemex  en quiebra, deterioro en la infraestructura y mantenimiento de las carreteras, crisis en CONAGUA y  en la protección del Medio Ambiente, en la cada vez mayor inseguridad y aumento de la violencia con más de 183 mil muertes violentas en lo que va del sexenio, en el aumento desmedido de la corrupción, todas las semanas nos enteramos por las noticias de un nuevo caso de corrupción y tráfico de influencias.

En materia de Política exterior, el presidente López desde el inicio de su mandato debido a su incontinencia verbal, ha entablado polémicas con diversos países: con España por la exigencia de una disculpa por la conquista, con Austria por la exigencia de la devolución del Penacho de Moctezuma, con Ecuador, Argentina, Perú,  Bolivia, El Salvador, Panamá, Colombia. La próxima presidenta tendrá una gran carga para revertir la animadversión que ha provocado el actual presidente en el entorno de las Relaciones Exteriores.

Definitivamente en la Sociedad mexicana no queremos tener seis años de más de las mismas políticas que nos recetaron este sexenio, se requiere de un cambio de timón para buscar diferentes horizontes, de un cambio de conducción y de un cambio en el Gobierno. La mejor manera de expresar nuestra opinión es que el día 2 de junio nadie se quede sin ir a votar.