Mientras el gobierno de Ucrania rechazó, el lunes 8 de abril, haber tomado parte en los ataques de días pasados en las inmediaciones de la central nuclear (C. N.) de Zaporiyia, la más grande de Europa, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), “confirmó que la misma central”, ocupada por efectivos rusos, fue el blanco de un “temerario ataque” con drones que no comprometió la seguridad de esas instalaciones.

Al respecto, el CPD —organismo dependiente de la administración Ucrania encargado de contrarrestar las campañas informativas rusas—, explicó que “la propaganda rusa difunde información sobre supuestos ataques con drones cometidos por Ucrania contra la central rusa”. Y Rafael Mariano Grossi, el diplomático argentino, director de la OIEA, denunció en la red social X que “se trata de una clara violación de los principios básicos de protección de la mayor central nuclear del Viejo Cntinente. Estos ataques temerarios aumentan significativamente el riesgo de un accidente nuclear grave y debe cesar inmediatamente”.

Asimismo, ROSATOM (la empresa nuclear más grande de Rusia) previamente había afirmado que tres personas habían muerto en un ataque ucraniano con drones a esa instalación. Aunque otras informaciones señalaron al ejército de Kiev como responsable de herir miembros de su personal, uno de ellos de gravedad. Por su parte, el argentino Rossi indicó que el personal que la OIEA tiene en la planta informó de tres impacto directos contra la estructura de contención de uno de los seis reactores de la central. De hecho, Ucrania cuenta actualmente con 15 reactores de agua a presión (Zaporiyia, 6 reactores; Ucrania sur, 3 reactores; Jmelnitsk, 2 reactores; y Rivne, 4 reactores).

La OIEA instó a Rusia y Ucrania a la moderación de las ofensivas que incluyeron a uno de los seis reactores. Explicó: “el daño en la unidad 6 no ha puesto en riesgo la seguridad, pero este es un incidente grave que tiene el potencial de socavar la integridad del sistema de contención del reactor”.

La planta, conocida como ZNPP (por sus siglas en inglés), cuenta con seis reactores de agua presurizada, y tiene una capacidad total de 6 mil megavatios. La nucleoeléctrica de Zaporiyia, situada a 483 kilómetros de Chernobyl (en 1986 su planta nuclear sufrió una explosión con graves consecuencias que todo el mudo conoció), está bajo control de militares rusos desde marzo de 2022. Y Grossi, que ha advertido del riesgo de un accidente atómico desde que Moscú ocupó la planta desde hace dos años, afirmó el lunes 8 que no es concebible que alguien pueda beneficiarse u obtener alguna ventaja militar o política de los ataques contra instalaciones nucleares”.

En tales condiciones, Volodimir Zelenski, afirma que su país perderá la guerra contra Rusia si el Congreso de Estados Unidos de América (EUA), no aprueba un paquete de ayuda militar para enfrentarse a la invasión del ejército ruso. El mandatario del país invadido, afirmó en una reunión virtual del grupo lanzado por su gobierno para recaudar fondos —United 24–, que “es necesario decirle al Congreso estadounidense que si no ayudan a Ucrania va a perder la guerra”. Por lo mismo, Kiev espera la aprobación de un paquete adicional de la Unión Americana por 60 mil millones, bloqueado en la Cámara de Representantes, donde los republicanos son mayoría.

La aprobación del nuevo paquete de ayuda depende de la “buena voluntad” de los simpatizantes de Donald Trump en la Cámara Baja, que se niegan a examinar el texto debido a una disputa sobre la regulación migratoria, tema clave en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

Por otra parte, la diplomacia de los países de la OTAN se enfrenta a diversas posibilidades. En una reunión reciente en la capital francesa, el canciller alemán Olaf Scholz encabezó un eje militar ligado a EUA aliado con Polonia, los países bálticos (las antiguas república soviéticas Estonia, Lituania y Letonia) y la presidenta de la Unión Europea (UE), la ex ministra de Defensa Germana, Ursula Von der Leyen. Así, en la citada reunión en París, Olaf Scholz rechazó la propuesta del presidente galo, Emmanuel Macron y declaró que “no habrá soldados en Ucrania enviados por europeos o estados de la OTAN. Lo cierto es que Europa ha descargado su defensa en gran parte en EUA, y sus fuerzas armadas y sus industrias militares no están listas para una guerra convencional.

Tras la inopinada propuesta militar de Macron, y la nueva narrativa sobre el miedo y la amenaza rusa de “invadir” Europa, muchos analistas aseguran que en el fondo del asunto hay mucho mar de fondo: centralizar, aún más, el control de las naciones europeas por la “burocracia técno-militar de la OTAN en Bruselas, por medio de la adquisición de material bélico de defensa de los Estados miembros.

El periódico estadounidense Político, que se edita en Arlington, Virginia, publicó una nota a la que le anexó la siguiente frase: “Sin envenenar ni asesinar una sola persona” —refiriéndose a la misteriosa muerte de adversarios de Vladimir Putin—, la contrainteligencia rusa consiguió sembrar división entre sus enemigos y dejó mal parado a Olaf Scholz, cuando Margarita Simonián, redactora jefa de RT, divlgó en su página de la red social VK, el audio de una conversación de cuatro mandos militares de Alemania (la Bundeswehr: Defensa Federal) en la que discuten un posible ataque al puente de Crimea con misiles crucero aire-tierra Tauros desde un caza francés Dassault Rafael. Al defender la posición de Berlín de no suministrar misiles Tauro de largo alcance (500 kilómetros) a Kiev -que eventualmente podría impactar Moscú y otras ciudades rusas—, Scholz dejó en evidencia a Reino Unido y Francia que han transferido a Ucrania misiles Storm Shadow y Scalp, que son disparados por pilotos ucranios desde aviones SU-24 modificados, bajo el control y la asesoría in situ de británicos y franceses. Al dar a entender la necesidad de un papel directo de personal militar alemán en la puntería y el funcionamiento del Taurus, Scholz confirmó el hecho largamente sospechado de la presencia de tropas europeas en Ucrania”.

El periodista e investigador de origen uruguayo, Carlos Fazio, en un artículo periodístico titulado OTAN VS. Rusia: ¿qué sigue? Cita que The New York Times “reveló recién que desde 2016 la CIA había financiado y mantenido una red de bases de 12 bases secretas  en Ucrania con propósitos de espionaje a lo largo de la frontera rusa, que en los últimos dos años proporcionó a Ucrania informaciones de inteligencia para efectuar ataques selectivos con misiles y rastrear a tropas rusas. Tras la caótica huida de Avdiivka de fuerzas de élite ucranias, se informó que dejaron atrás material sensible y equipos de intercepción: ¿Estaban algunos de esos búnkeres secretos de la CIA en Avdiivka y fue eso lo que llevó al secretario de Defensa de EUA, Lloyd Austin, a señalar ante el Congreso en Washington, que si Ucrania es derrotada “la OTAN estará en lucha con Rusia?”

“La respuesta —finaliza Fazio—, del presidente Putin en su discurso anual ante el Parlamento ruso eliminó cualquier ambigüedad sobre cuáles serían las consecuencias de una intervención de la OTAN en Ucrania, considerada por el Kremlin acto de guerra. Recordó el destino de las invasiones de Napoleón y Hitler a Rusia, y pasó a describir los avances rusos en el campo de las armas nucleares estratégicas, entre ellas el misil de crucero Burevestnik; el misil intercontinental Saramago y las ojivas antimisiles occidentales, a las que se suman el Zircón y el  Kinzhal, que entraron en combate en el conflicto contra Ucrania. Mientras no ataquen suelo ruso, fue le mensaje, Rusia se limitará a utiliza armas convencionales. Pero si Rusia se enfrenta al riesgo de una derrota militar en Ucrania a manos de la OTAN, la cuestión del uso de las armas nucleares que da abierta. Advirtió que quienes están “inventando” y “asustando al mundo” con la amenaza de un conflicto nuclear “deben comprender que tenemos armas capaces de alcanzar objetivos en su territorio”. “¿Qué sigue?”

Como colofón de esta ISAGOGE, que puede parecer alarmista a muchos lectores hay que hacer un resumen del apoyo que EUA y la UE han hecho a Ucrania en las últimas, así como la alerta que hace el diplomático español Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea en la UE, al pedir crear un fondo en Europa como el que hizo la UE en la crisis financiera de 2008, porque “la guerra no va a empezar mañana”, pero “se avecina en el horizonte”.

Por lo que respecta a armamento, EUA transfirió más de 5 mil AK-47, ametralladoras, fusiles de francotirador, RPG-7 y más de 500 mil cartuchos a Ucrania. Y la UE, envió 167 generadores eléctricos a Ucrania tras el “daño significativo” causado por los recientes ataques rusos.

En tanto, Josep Borrell expresó que un conflicto de grandes magnitudes en Europa “no es una fantasía” y, ante esta posibilidad, solicitó a los países miembros de la UE aumentar su capacidad para repeler posibles ataques. “Tenemos que hacer todo para evitarlo, pero para disuadir a un adversario hay que tener los medios”, agregó. Asimismo, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores: “tenemos que aumentar el gasto en defensa, ante la posibilidad de que el expresidente de EUA y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, pueda regresar a la mansión ejecutiva tras las elecciones de noviembre”.

En un discurso en la Nueva Economía Forum, Borrell alertó: “La guerra está ahí, no va a empezar mañana, pero no podemos negar la realidad y la realidad es que la creciente competición entre las grandes potencias, conflictos de alta intensidad entre Estados, la militarización de la interdependencia económica, la guerra cibernética y la desinformación son una parte de nuestra realidad”… “Estamos viviendo un momento muy importante en la creación de la Unión Europea porque la guerra, se avecina en el horizonte y esto no es un asunto menor”.

Por último, pero no menos importante, drones de la inteligencia militar ucraniana (GUR), atacaron en la madrugada del miércoles 10 de abril, un centro de adiestramiento y reparación de la aviación rusa situado en Borisoglesk, en el oeste del país, de acuerdo a fuentes del GUR a la agencia de noticias Reuters y al diario digital Kiev Independent. Imágenes de circuito cerrado TV obtenidas por la agencia Reuters mostraron la explosión y lo daños que causó.

La guerra está ahí, y nadie sabe hasta cuándo llegará el cese al fuego definitivo. VALE.