Lejos del discurso presidencial que presume los apoyos económicos para diversos sectores de la sociedad, como parte de su estrategia para acabar con la delincuencia –y en consecuencia con la inseguridad–, la realidad nos muestra que no es la pobreza el factor que incide en la generación de ilícitos, sino que es la impunidad la que provoca que este sea uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía.

Por cierto, el combate a la pobreza, si bien se reconoce un avance –como reportó en 2023 Forbes–, también se encontró que los programas sociales no pintan en dicho objetivo. Así, la revista citada mencionó que “el Coneval reportó que la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos disminuyó en 10.8 millones de personas de 2020 a 2022, al alcanzar 56.1 millones de mexicanos, el 43.5% del total”, aunque El Economista contrastó el tema en una nota del 17 de septiembre de 2023 al decir que “el porcentaje de la población en situación de pobreza extrema permaneció en niveles similares entre 2018 y 2022: 7.0% (8.7 millones) en 2018 y 7.1% (9.1 millones) en 2022”.

Además de señalar que “de acuerdo con el Coneval, sin el efecto en pobreza producido por las transferencias de programas sociales, en 2022 en lugar de tener 36.3% de personas en pobreza (46.8 millones), se hubieran tenido 39.0% (50.3 millones) y en pobreza extrema, en lugar de tener 7.7% (9.7 millones) serían 8.9% 11.5 millones).

“Desde esa perspectiva, los programas permitieron que 2.7% (3.5 millones) de personas no estuvieran en condición de pobreza y 1.8% (2.4 millones) no estuvieran en pobreza extrema”.

La conclusión es que los programas sociales no han disminuido la pobreza como se ha presumido en el gobierno federal.

Pero la realidad es lo que verdaderamente importa para que tengamos a la seguridad pública como el tema que más preocupa a los mexicanos –de acuerdo a una encuesta de Consulta Mitofsky–: 57% considera que la seguridad es el principal problema, seguido por la economía con el 16%, 12% por salud y 10% en otros temas.

La impunidad

La impunidad se refiere a la falta de castigo o consecuencias legales para aquellos que cometen delitos. Cuando hay impunidad, los delincuentes pueden cometer crímenes sin temor a ser arrestados, juzgados o castigados. Esto puede fomentar un aumento en la delincuencia y una disminución en la seguridad pública, ya que los delincuentes se sienten libres para cometer delitos sin repercusiones (texto generado mediante la IA de Notion).

Impunidad en México

La organización Impunidad Cero reporta para 2023 que “en México no hay justicia, o al menos esa es la percepción general. Más del 60% de las personas encuestadas opinan que los responsables de un delito nunca o casi nunca son llevados ante un juez. Solo 1 de cada 10 de las personas entrevistadas consideró que los responsables de un delito siempre son llevados ante un juez”.

La misma organización reportó en una investigación de 2022 que “en seis años sólo siete de cada 100 casos de homicidio han sido esclarecidos y en este mismo periodo de tiempo menos de la mitad de los feminicidios registrados han concluido con una sentencia condenatoria”.

La Jornada reportó en noviembre del año pasado, como un ejemplo de la impunidad que priva en ciertas entidades del país, “en la Ciudad de México sólo poco más de 11 por ciento de los delitos son denunciados ante el Ministerio Público, de los cuales en 67 por ciento de los casos se abre una carpeta de investigación, según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2023 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

“El documento señala que de los 3 millones 490 mil 687 delitos que se estima ocurrieron en la capital del país el año pasado, nada más en 7.4 por ciento de los casos se inició una indagatoria”.

En el documento del INEGI se reportó que “la ENVIPE permite estimar que, a nivel nacional, la cifra negra corresponde a 92.4% de los delitos cometidos en los cuales no hubo denuncia o no se inició una carpeta de investigación durante 2022”.

De acuerdo a México Evalúa, en su reporte correspondiente a 2022, “el Índice de Impunidad es un indicador calculado desde 2017 por Hallazgos, como una herramienta que le permite a la ciudadanía valorar año con año el desempeño de las instituciones de justicia penal. Para 2022, año de evaluación de esta edición especial de Hallazgos, el promedio nacional de impunidad fue de 96.3%, 4.5 puntos porcentuales más que en 2021, cuando se ubicó en 91.8%. Las entidades que reportaron mayores niveles son Hidalgo (99.6%), Colima (99.5%), Jalisco (99.5%) y Ciudad de México (99.1%), mientras que las menores son Michoacán (82.0%), Baja California (87.7%), Chiapas (89.1%) y Sonora (89.3%).

“En esta ocasión México Evalúa presenta un cálculo de la impunidad específica para 12 delitos a nivel nacional. Violencia familiar (98.6%), desaparición (96.5%), y extorsión (96.4%) y abuso sexual (96.1%) reportaron los mayores índices”.

Forbes, en un texto de octubre de 2023, señala –con base en investigaciones de México Evalúa– que “la impunidad está vinculada a la falta de atención, investigación y/o resolución de casos que son conocidos por la autoridad, y en México sólo cuatro de cada 100 delitos son investigados”.

Y si tomamos en cuenta que en muchas denuncias que se han hecho públicas a través de medios de comunicación o redes sociales la respuesta del presidente es respaldar al acusado o acusada, sin que se inicie alguna investigación –y sobran ejemplos de esto– con lo que la impunidad queda garantizadaa desde el más alto nivel político del país.

Así que la respuesta a la pregunta de por qué muchas personas prefieren cometer delitos y no trabajar en un empleo formal, la respuesta tiene que ver con la impunidad que les permite obtener dinero y poder sin consecuencias inmediatas, algo que en muchas comunidades del país es la realidad cotidiana que viven.