Morena ha incrementado la difusión, a través incluso de volantes que se entregan en las casas, que alertan a la población de la desaparición de los programas sociales si llega a ganar Xóchitl Gálvez, además de que sus voceros se han subido también a este tema para hacerlo llegar a la mayor cantidad de gente posible.

La razón detrás de esto, obviamente, es electoral, pues la base de votantes de Morena está formada principalmente por beneficiarios de programas sociales –quienes manifiestan su intención de votar por este partido en un porcentaje que preocupa al partido, pues una encuesta de El Financiero muestra que “el 64 por ciento (de los beneficiarios) tiene la intención de votar por Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de Morena, PT y el PVEM, mientras que Xóchitl Gálvez, de ‘Fuerza y Corazón por México’ (PAN-PRI-PRD) cuenta con el 21 por ciento de intención de voto, una diferencia de 43 puntos porcentuales”, en una encuesta de abril de este año.

Así que en esta guerra por los votos hay que asegurar los más posibles y una de las maneras es a través del miedo, en especial si se repite hasta el cansancio que dichos programas –que representan dinero y la posibilidad de satisfacer urgentes necesidades diarias, no lo olvidemos– van a desaparecer si pierde Morena.

Es un tipo de chantaje y en el partido oficial lo saben, pero más allá del vulgar intento de comprar los votos mediante programas que se entregan diciendo que son de parte del presidente López Obrador, lo que queda desnudo es el intento de asegurarse de los votos de los más necesitados para mantener el poder.

Pero, ¿qué motiva este tipo de estrategias? Si lo vemos junto a las declaraciones de la candidata presidencial de Morena y del propio López Obrador de que temen un fraude electoral cuando, por decirlo de manera coloquial, ellos –Morena– tienen el sartén por el mango, es claro que estamos ante una elección muy competida y la oferta de continuidad del partido oficial no es atractiva para buena parte del electorado, además de que los resultados de los gobiernos morenistas no son para presumir, pues vemos que –pese a que Mario Delgado acusa una guerra sucia– el único recurso que les queda es recurrir a amedrentar a los electores con que si no votan por ellos perderán los programas sociales y lanzar campañas en las que acusan la corrupción de sus adversarios.

Así, los programas sociales no son realmente para abatir la pobreza, sino para asegurar el voto para el partido en el poder, algo que es claro no terminará con la pobreza.

 

Sigue la corrupción, siguen saliendo evidencias

Giovanna Salem, quien dio a conocer el entramado de corrupción en Profeco con Ricardo Sheffield Padilla, acusó que recibió amenazas a través de sus redes sociales, en un caso que ha quedado en la plaza pública, pero no ha pasado a la investigación oficial.

Televisa dio a conocer más irregularidades relacionadas con la candidata de Morena al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle, con los siguientes detalles: “De 2019 a 2023, la CRE dio permisos para venta y transporte de hidrocarburos a compañías que depositaron millones a una empresa de Fernando Bilbao, yerno de la entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle, de acuerdo con documentos verificados por N+Focus”.

En el caso Zaldívar, siguen apareciendo jueces que aseguran haber recibido presiones para emitir sentencias a modo de acuerdo a los intereses del expresidente de la Corte.

En W Radio, se dio a conocer que la pareja sentimental de Clara Brugada recibió contratos del gobierno de la actual candidata presidencial de Morena: “El novio de Clara Brugada obtuvo múltiples contratos con el gobierno de Claudia Sheinbaum para ‘proponer propuestas’ ambientales”.

Tv Azteca Querétaro mostró la irregularidad en la declaración de bienes de José María Tapia, candidato de Morena al gobierno de la ciudad de Querétaro: “Poseer mansiones en Querétaro, Acapulco y en Estados Unidos, así como de ser socio de 18 restaurantes es de lo que fue señalado José María Tapia candidato de Morena y PT a la alcaldía capitalina, por parte del diputado federal, Enrique Sosa”.

En el debate entre los candidatos a la presidencia municipal de Guadalajara, se dio a conocer la pensión que el candidato de Morena, el expanista José María Martínez, recibe de manera irregular.

Y eso que ya se acabó la corrupción, como dicen en Palacio Nacional.