Las campañas electorales están ya en la recta final en la veda previa al día de la elección. La contienda se ha centrado en el relevo del Presidente que por primera vez en la historia de nuestro país será por una mujer, pero los comicios para Diputados y Senadores, Gobernadores y Jefe de Gobierno, legislaturas locales, alcaldías y en algunas entidades de presidentes municipales, han tenido una menor cobertura nacional, casi solamente la de la Ciudad de México ocupa tiempo en los medios nacionales escritos y audiovisuales. La renovación total del Congreso federal, tampoco ha acaparado los reflectores a pesar de la elección de 500 diputados y 132 senadores.

A esta altura de la campaña, lo que campea son las decenas o cientos de promesas que todos los candidatos a todos los cargos formulan al electorado, que van desde, la cancelación o realización de obras públicas, apoyos sociales,  becas y subsidios, y hasta felicidad para todos. Al respecto, habría que considerar que se requeriría doblar o hasta triplicar el ingreso público para cumplir las promesas o compromisos contraídos. Esto es, en lugar de programas: promesas.

Por otro lado, la difusión de encuestas amañadas  como estrategia de campaña, se ha desatado y pese a que una serie de casas encuestadoras presentan de manera regular desde hace meses a consideración de la opinión publica sus ejercicios estadísticos, acompañados de notas metodológicas que les confieren seriedad a su trabajo, la mayoría son  encuestas “a modo” con mediciones atípicas de la intención de voto, que contra toda lógica, refieren que por “artes de magia” sólo  una de las candidatas es el puntera, la candidata del presidente, sin embargo ha habido encuestadoras serias que en el último mes dan por puntera a la candidata opositora al régimen, la candidata de la Sociedad Civil y los tres partidos de oposición aliados.

Otra circunstancia que destaca en estos momentos es el empeño en polarizar y enconar al electorado, en dividir, en crear conflicto en los comicios. Utilizando el eufemismo de contraste, se busca disfrazar una campaña negra, una guerra de lodo, una acción orquestada de confrontación y descalificación; parecen no darse cuenta que lo último que los mexicanos merecemos es una división artificialmente generada. Es altamente lamentable que los partidos encabecen esta reprobable práctica.  La Sociedad Civil está decidida a dar la batalla hasta el último recurso para que su candidata a la presidencia gane la elección,

La Democracia y el ejercicio democrático han adquirido gran importancia en la vida actual de nuestro País, dado que seguimos inmersos en un inacabado proceso de transición democrática. En el año 2000 después de siete décadas de partido casi único, disfrutamos o padecimos una alternancia de 3 sexenios lograda a través de la vía electoral. Y hoy vivimos nuevamente la alternancia con un partido supuestamente de izquierda que se ha tornado en un socialismo ramplón a imitación de los países  del Pacto Bolivariano, como Venezuela Nicaragua y Cuba, es por eso que es muy necesario para nuestra incipiente democracia fortalecer las prácticas democráticas, y abatir el fantasma del abstencionismo.

La democracia, requiere de adaptación cultural, es decir se requiere educar a la población para vivir en democracia, educación que consiste en lograr que los individuos tengan claro el significado y valor de la democracia para ellos mismos, para sus familias y sus comunidades. La democracia no se agota en un proceso electoral, es una práctica continua de participación de la ciudadanía en el acompañamiento y corresponsabilidad en las tareas de gobierno. Una auténtica democracia va más allá del ejercicio electoral, supone una participación real de los ciudadanos en las grandes decisiones del gobierno.

El ejercicio de un verdadero gobierno democrático, se consigue con una mayor participación de todos los sectores de la sociedad en la vida política, cuyo objeto entre otros, es brindar seguridad a los ciudadanos, promover la justicia social, luchar contra la impunidad y la corrupción, así como  atacar de raíz las causas de la marginación y la pobreza.

La participación de la sociedad civil en  las elecciones nos lleva a la apropiación del país, a que sintamos que México nos pertenece, que México no es propiedad de un solo individuo o de unos cuantos políticos ni está a la disposición de los caprichos de un solo hombre, y que demostremos que entre todos somos capaces de cambiar su rumbo y de lograr su crecimiento y desarrollo.

Resulta muy preocupante que existiera algún nivel de abstencionismo como ha sucedido en pasadas elecciones, de un 60%.  Unos gobernantes y representantes populares electos de esa manera pierden legitimidad y todos perdemos la oportunidad de decidir el rumbo del país en los tres ámbitos de gobierno, de premiar o castigar al partido gobernante en turno, de lograr alcanzar el equilibrio de Poderes y desde luego de participar activamente en la elección de quienes para bien o para mal en el corto plazo, habrán de ejercer el poder.

Estoy convencida de la necesidad de que todos los ciudadanos con credencial de elector acudamos a las urnas a votar este domingo 2 de junio, estimo que es  necesario y urgente en esta coyuntura por la atravesamos, la emisión libre y razonada del voto. Expreso en estas líneas mi escepticismo respecto de la utilidad del voto en blanco o el voto nulo, así como el abstencionismo. Lo que es condenable y debe repudiarse es la posición de impedir por la fuerza la jornada electoral por grupos minoritarios que pudieran amagar con impedir este ejercicio ciudadano de quienes legítimamente buscan ejercer este derecho.

A Morena y sus fuerzas políticas aliadas beneficia el abstencionismo, así como, la anulación del voto, porque se sustenta en su voto duro y ello reduce el umbral en algunos casos para mantener el registro de los partidos pequeños, pero fundamentalmente para construir mayorías parlamentarias y en concreto abona a la consolidación del autoritarismo presidencial situación que no queremos para México, porque queremos vivir en libertad, paz y armonía.

Por eso salgamos todos  a votar para enderezar el rumbo y alcanzar el triunfo que la Sociedad Civil sostiene.