El título es el de mi artículo del 6 de agosto del año pasado. La democracia no cuaja en México, como tampoco en otras regiones del mundo.
¿Muestras? EE. UU. está en crisis; el Parlamento Europeo recién votó con tufo de ultraderecha definida, por más que los líderes se molesten por el daño hecho a sus coaliciones. Pero las sociedades se proclamaron.
En Medio Oriente se deben estar riendo más de una nación, qué decir de Turquía, Hungría, Rusia, China. Ni mencionar a Corea del Norte.
México
En México nos pegó la indiferencia democrática, con “La Peste de Camus”. A eso hay que añadir todos los incentivos que López le dio a la población, en especial a los más pobres; y voy a parafrasear a Jorge G. Castañeda y su análisis en también su propio blog: “Las razones del triunfo”.
La ciudadanía votó abrumadoramente por un pésimo proyecto, sí. Pero con grandes estímulos al bolsillo inmediatos para todos, sobre todo los más pobres.
Apoyos especiales por múltiples razones. Desde créditos para una casa, hasta precios de garantía en el campo, que a muchos no les sirven por el cambio de modelo, del viejo dentro de una economía cerrada, hasta los beneficiados con el modelo actual, pero estrategia electoral al fin que considera a los muy pequeños productores de autoconsumo.
Luego están todos los apoyos sociales “para grupos desprotegidos o vulnerables”. Los hicieron ver como creación del despreciable gobierno de AMLO, todo falso.
Lo que sí fue cierto es que los manejaron mejor y con gran perfil electorero, como no lo hizo ningún gobierno anterior. Ni los democráticos incipientes de este siglo, ni los no tan democráticos del siglo pasado, en particular del PRI.
Me refiero los beneficios a las clases bajas con los incrementos al salario mínimo, que aprovechó López para subir sin efectos sobre la inflación, por lo deprimido que estuvo durante todos los gobiernos de todos los regímenes, los beneficios sindicales por el T-MEC que mal que bien ofrecieron desde efectos reales, hasta esperanzas, que “ya vendrán en el segundo piso”…….
Retomo el análisis de Castañeda: “El salario mínimo subio 116% en términos reales de 2019 a 2023… El salario de los derechohabientes del IMSS pasó de 445 pesos diarios constantes en 2019, a 495 pesos diarios en 2023. Son derramas de impacto en los sectores formales, pero con fugas a los sectores informales.
Por último, menciona Castañeda, el impacto psicológico de las remesas, que por algún motivo los beneficiados las relacionan por un efecto inexplicable con beneficios gubernamentales, aunque es un efecto por contra que aumenta, tanto más, cuanto sea la ineptitud del gobierno por cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos. Este es el caso.
Agreguemos los beneficios sociales a poblaciones vulnerables, que siempre han existido, pero el palacio imperial supo maximizar como ningún otro gobierno, por lo menos desde la década de los años cuarenta del siglo pasado, cuando la fundación del IMSS.
Ingresos a adultos mayores, a madres solteras, a menores y jóvenes, sembrando vida, con árboles inservibles, al tiempo que destruyó más de diez millones de árboles endémicos de la selva maya y lacandona, por su tren maya y hoteles boutique dentro de la selva que manejarán sus primas.
Todo en conjunto tuvo impactos reales económicos y psicológicos alimentados diario desde las mañaneras, que no eran útiles para nosotros, pero implicaron seis años de bombardeo electoral para las mayorías, más la suma de viajes por todo el país de campaña electoral, más la imagen de hombre – mesías que se supo dar, con claros efectos en las campañas, la ilegal de Morena y aliados en formas, gastos y tiempos, y la pésima campaña de la oposición.
La bestial violencia, los cientos de miles de asesinatos por violencia, feminicidios, expulsión de ciudadanos de sus pueblos por los grupos del crimen organizado, los muertos en exceso por la pandemia, que, si somos el primer país en personal de salud muertos por coronavirus y nula protección de las autoridades, al igual que primer lugar en asesinatos de periodistas, eso no le importa a la población, no ven esas noticias, y además tienen mala memoria, como todos los pueblos del mundo.
Los pésimos servicios de salud en todo el sexenio, la educación que no educa; nada de eso importa. El pueblo es feliz con algo más de dinero en la cartera, aunque el futuro sea aún más incierto.
Esto último lo ha ensayado hasta el cansancio AMLO y sus acólitos por lo menos durante 30 años. Lo manejó con proeza en su sexenio y mejor en las elecciones.
El volvió a ganar las elecciones. Las elecciones, por más que nos duela decirlo, fue referéndum. Así, él se quedará en la silla presidencial, pero con cara de “Claudita”.
Hay que admitirlo con la gallardía que ellos no tienen: en las urnas, por éxito electoral, por miedo al narcotráfico, por la gran simpatía a AMLO, por trampas en una sobre representación que solo se entiende, en contubernio con parte del INE, del TEPJF, de los estatales, solo así se entiende el carro prácticamente completo en el congreso federal, y en suma el control mayoritario de gubernaturas.
Corolario
Las grandes preguntas que iremos analizando en próximas columnas son las siguientes:
Claudia Sheinbaum ganó en las urnas, aparentemente. El ganador efectivo fue AMLO. Por ende, Claudia NO va a gobernar, aunque sí dará la cara cuando así sea necesario. Los próximos seis años seguirá gobernando López Obrador. De ahí que él mismo afirmó: Las próximas elecciones (las del 2 de junio) más que elecciones van a ser una especie de referéndum.
Sus hijos, el narco, la economía, las fuerzas armadas, la productividad integral de las actividades productivas, el T-MEC que pasa a revisión en 2 años, el nearshoring y otros, serán temas que abordaremos en los próximos espacios y meses.
El autor es licenciado en Economía. Durante más de 45 años se ha dedicado a la Investigación económica, por un lado, y a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Ha sido conferencista en México y en EEUU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno… hasta ahora.

