Luego del resultado del pasado 2 de junio, en la búsqueda de respuestas para tratar de entender lo sucedido, una de ellas tiene que ver con el tema de los asesores que aconsejaron a los partidos de oposición y a la propia candidata Xóchitl Gálvez.

Fue notorio, en especial en el primer debate, que la senadora no recibió una adecuada asesoría, por eso su mal desempeño.

En redes sociales, las críticas abundaron al expresar que le dejaban sola, que no tenía el apoyo necesario de los partidos aliados y que no se apreciaba una estrategia correcta para derrotar a Morena y asociados.

Además, los propios simpatizantes de Xóchitl Gálvez se dejaron llevar por encuestas que al final de la contienda mostrarán sus errores, algo que parece no fue exclusivo de quienes manifestaron su deseo de votar por ella, pues los partidos también se dejaron llevar por este tipo de insumos para la toma de decisiones.

Aunque el verdadero drama es que a los pocos asesores que tenían ideas útiles no les hicieron caso, como sucedió con Enrique de la Madrid. En entrevista, comentó que priistas, panistas y perredistas “lucharán hasta el final” y que, a menos de un mes de que termine el trabajo de proselitismo, les “toca ser más disciplinados”, además de pedir que se asegurara el voto duro de esos tres partidos y convencer a indecisos y decepcionados del gobierno. Pero parece, por el resultado obtenido, no le hicieron caso en sus recomendaciones.

También está el llamdo al voto útil, para lo cual el llamado se dirigió a los simpatizantes de Movimiento Ciudadano, no a los indecisos o a los que pensaban votar por Morena, para lo cual la propia Xóchitl Gálvez señaló el pasado 14 de mayo: “soy de la generación de cuando Heberto Castillo declinó por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, y me queda claro que a veces hay decisiones que van más allá de los proyectos personales”, obviando que no entendió el contexto de aquella declinación y de la causa que se manejó en aquel momento, algo que no supieron duplicar para esta ocasión, lo que refleja la falta de asesoría para aboradar este tema de cara al electorado.

Las promesas de votos

Otro tema que se desprende a partir del resultado obtenido el pasado 2 de junio, es el de las promesas de votos que no se concretaron en las elecciones que tuvimos. Un ejemplo de esto fueron declaraciones como las de varios dirigentes de los partidos que acudieron en alianza a los comicios de este año en Nuevo León, quienes el 5 de septiembre de 2023 prometieron un millón de votos para Xóchitl Gálvez, lo cual contrasta con los sufragios que realmente obtuvo y que fueron poco más de 888 mil.

Y como prometer no empobrece, tenemos otra que hizo en Puebla el pasado 10 de mayo este año Néstor Camarillo,candidato a la primera fórmula por el Senado de la oposición, quien ante el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, prometió medio millón para su partido en los pasados comicios, cifra que no cumplió porque el tricolor en la entidad en la elección a gobernador tuvo 193 mil 622 votos como parte de la coalición opositora, en tanto que el PAN -el otro socio electoral- tuvo 577 mil 857 y el PRD 51 mil 922 para sumar 879 mil 460 sufragios.

Pero esto no para. el 12 de marzo de este año, en San Luis Potosí, Amado Vega Robledo, quien se presentó como militante del PRI y coordinador de los Xochilovers en la entidad, prometió llegar a la meta de 670 mil votos, de los cuales 250 mil serán de la sociedad civil, pero de acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares, en dicho estado el PRI tuvo 97 mil 629 votos, el PAN 179 mil 302 y el PRD 28 mil 369, lo cual suman poco más de 305 mil sufragios, lejos de la cantidad prometida.

Y la última promesa que quedó sólo en mera intención, fue dada a conocer el pasado 22 de abril cuando los cinco gobernadores del PAN ofrecieron a Xóchitl Gálvez hacerla ganar en sus respectivos estados; la realidad nos muestra que la candidata de la oposición sólo ganó en Aguascalientes y el blanquiazul perdió la gubernatura de Yucatán, a grado tal que el rumor que se está comentando en el espacio público es que Mauricio Vila fue un factor fundamental en la derrota y pronto emigrará a Morena por un resultado adverso en una entidad con un fuerta voto panista, con logros que no se cansaron de presumir como que es la entidad más segura y teniendo a uno de los gobernadores mejor evaluado en el país.

El voto de quién se buscó

Otro tema en el que fallaron los asesores fue el elector al cual se dirigieron, pues –como ha quedado evidenciado con el resultado electoral– no atendieron a su voto duro, no convencieron a los indecisos o a los abstencionistas, ni le arrebataron electores a los otros partidos como Morena o Movimiento Ciudadano.

De acuerdo a un análisis realizado por el diario español El País, en todos los estratos sociales, por ingresos o por edad, Claudia Sheinbaum ganó la votación, incluso con promedios superiores al 50%, únicamente en la categoría de educación superior no se dio este caso, pues fue el único en el que Xóchitl Gálvez ganó por 44% por 43% de Sheinbaum Pardo, así que la estrategia electoral de la oposición no logró convencer a ningún grupo –poblacional, por ingresos o por nivel educativo– durante la campaña electoral. Otro error de sus asesores.

Y si a esto agregamos las encuestas que se utilizaron para la estrategia de campaña, como han quedado evidenciadas las empresas que ya reconocieron errores en su metodología y resultados, podemos ver que las fallas son más que evidentes en el terreno de la asesoría y el diseño de la campaña.

¿Y qué hay del voto duro? Pues tampoco se logró mantener en el caso del tricolor o del sol azteca y en el caso del PAN fue el único partido que vio crecer su votación, mostrando las cifras lo siguiente:

El PRI pasó de tener una votación de 8 millones 715 mil 899 en 2021 a una de 5 millones 736 mil 759 en 2024; en tanto que el PRD vio reducir los sufragios recibidos de un millón 792 mil 700 en 2021 a un millón 121 mil 20 en 2024; en el caso del PAN, en 2021 tuvo 8 millones 969 mil 288 que aumentaron a 9 millones 644 mil 918 en este año.

En conjunto, la oposición logró la hazaña negativa de perder cerca de 3 millones de sufragios al pasar de 19 millones 477 mil 887 en 2021  a 16 millones 502 mil 697 en 2024, en tanto que Morena incrementó su votación –con abusos en programas sociales, con intervenciones ilegales del presidente López Obrador o como haya sido– en más de 10 de millones de votos al pasar de 16 millones 759 mil 917 en 2021 a 27 millones 364 mil 649 en 2024.

Así que la que brilló por su ausencia fue una asesoría estratégica que analizara todos los elementos comentados y con esta base diseñara una campaña que buscara las áreas de oportunidad que debían ser atendidas, los flancos débiles del partido oficial y en que sectores de electores había más oportunidad de crecer. Por los resultados obtenidos, parece que esto no fue atendido, así que regresamos a la pregunta con la que titulamos esta colaboración: ¿quién asesoró a los partidos?