El proceso electoral en los Estados Unidos que podría concluir con una nueva elección del republicano Trump o la continuación de los demócratas en el poder ahora con Kamala Harris tras el desistimiento de Biden a la candidatura por su partido ha tomado una gran fuerza y comienza a polarizar a la sociedad estadounidense.
El fin del mandato anterior de Trump (2016-2020) se caracterizó por el escándalo de las revelaciones del juego sucio del millonario instalado en la Casa Blanca, acostumbrado a ganar a cualquier costo y ayuno de principios éticos y morales. Su comportamiento le costó ser sujeto de un Impeachment en el cual la Cámara de Representantes de mayoría demócrata, lo encontró culpable de abusar del poder presidencial y, posteriormente la Cámara de Senadores lo absolvió, reconociendo su conducta impropia, pero que ésta no era suficiente para destituirlo del cargo. Aunado a su reciente condena por varios delitos de los que fue acusado.
En razón de lo anterior, pese a que Donald Trump, en esencia no es un republicano de cepa, ni es totalmente aceptado por los miembros del partido y su burocracia, es sin duda uno de los inconvenientes para el nuevo triunfo del republicano. Sin embargo en estos momentos, la mayoría de los analistas políticos de ese país, están convencidos que Trump logrará volver a la Casa Blanca, sobre todo después del atentado que sufrió del cual salió solo con un pequeño raspón en la oreja.
Por su parte los demócratas al parecer debido al corto tiempo que queda para la campaña, obviarán los pasos en sus elecciones internas con características “sui generis” en que con base en los resultados de sus primarias, en que se eligen delegados en los estados para llegar a una Convención Nacional en la cual eligen con el voto de éstos el abanderado del partido.
El gran elector en esta ocasión, en estas elecciones primarias ha sido Joe Biden, quien a sus 81 años se le tiene como hombre prudente y mesurado, además por mucho en innumerables sondeos de opinión hubo un tiempo en que fue favorito para repetir un segundo mandato.
Es un lugar común en México, afirmar que si bien los demócratas son más amigos nuestros, nos va mejor con los gobiernos republicanos. La verdad es que en la política los integrantes de ambos partidos defienden los intereses de los norteamericanos, que no son los mismos que los nuestros. Con Donald Trump, sufrimos las amenazas y los amagos como candidato y como inquilino de la Casa Blanca, y ahora en plena campaña nuevamente retoma el tema sobre los mexicanos, los migrantes y la amenaza de invasión para combatir a los narcotraficantes considerándolos terroristas.
En su personal estilo de atacar e insultar a todo y a todos Trump al hablar de su táctica de extorción con los funcionarios mexicanos, se refirió a Biden como una persona con un muy bajo coeficiente intelectual con menos de 50% de IQ, que no podía negociar, lamentablemente sin haber escuchado todo el discurso de Trump en México la reacción del presidente, de Sheimbaun y de Ebrard fue inmediata y en tono de reclamo, haciendo el ridículo.
La dinámica del proceso electoral de nuestro vecino del norte, pronto repercutirá en México, primero por las expresiones en los debates entre los precandidatos demócratas que buscan el apoyo de los latinos, en especial de los México americano y paradójicamente al mismo tiempo de quienes atacan a los mexicanos para buscar los votos de los blancos xenófobos. Y cuando finalmente se decida quien enfrentará a Trump, sin duda México será nuevamente rehén del proceso electoral estadounidense, tema del cual deberemos volver a ocuparnos.
En los últimos sondeos, Harris va detrás de Trump por dos puntos porcentuales en promedio a nivel nacional, un 46 por ciento frente a un 48 por ciento. En los estados, Harris obtuvo resultados ligeramente mejores que Biden entre los votantes negros, los más jóvenes y las mujeres, todos ellos grupos que los demócratas necesitan para tener éxito el próximo noviembre.
Kamala Harris es la primera mujer en ser vicepresidenta, y recibió el apoyo de Biden para ser la candidata del Partido Demócrata. Podría llegar a ser la primera presidenta de Estados Unidos de América. Es una mujer con una gran experiencia en el servicio público, fue senadora por California y fiscal general del mismo estado.
En discursos y actos, Kamala Harris es considerada desde hace tiempo la encarnación de un país diverso desde el punto de vista racial y étnico, Hija de madre india y padre jamaicano, llegó a ser candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, ella rompió barreras en un momento en el que muchos electores exigían igualdad para los negros, y las protestas por los derechos civiles sacudían el vecino país; es una mujer fuerte, como mujer de color, ha sido objeto de críticas basadas en la raza y el género que otros políticos no han enfrentado.
Anat Shenker-Osorio, consultora de las campañas demócratas señaló: “Es casi como en Hollywood: ¿quién se enfrenta a un villano que ha sido declarado culpable de un delito, excepto una fiscala?”. “¿Quién se enfrenta a este villano que tiene una serie de acciones extraordinariamente sexistas, salvo una mujer? ¿Quién se enfrenta a este villano que ha hecho del racismo su día y su noche y del chivo expiatorio su premisa central y su promesa, sino una mujer de color?”.
Indudablemente que a México no le ira de igual manera con Donald Trump o con Kamala Harris sus orígenes y estilos son diferentes y su formación política también es diferente. Aunque ambos siempre velarán por los intereses de los norteamericanos.
Según quien sea el próximo o próxima presidente de nuestro vecino país, Claudia Sheimbaun no tiene una tarea fácil como interlocutora de México en sus relaciones binacionales, verá en situación crítica diversos temas como: el comercio binacional con el Tratado de Libre Comercio, USMECA y su revisión en 2026; el tema de la seguridad y el trasiego ilegal de drogas estupefacientes hacia los Estados Unidos como el fentanilo que ha cobrado la vida de miles de jóvenes norteamericanos y el tráfico de armas de Estados Unidos a nuestro país que ha provocado miles de asesinatos de mexicanos; el álgido tema de la migración no solo de mexicanos sino también por la permisividad que México ha tenido con las oleadas de migrantes de Centro y Sudamérica y de otras latitudes que pasan por nuestro país para llegar a los Estados Unidos.
Me permito una licencia al citar la frase que equivocadamente se atribuye a Porfirio Díaz y que pronunció el Diputado Nemesio Gracia Naranjo “Pobre de México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, se pudiera actualizar como “Pobre Claudia tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.

