Las sucesivas elecciones que tuvieron lugar en las dos semanas anteriores en el Reino Unido y en Francia —sacudieron los procesos democráticos en Europa—, lo que permitió que ambas naciones definieran su futuro político inmediato. Una conclusión facilona, por parte de analistas que afirman que el único camino que deben seguir las sociedades es la “izquierda que nunca se equivoca” induce a pensar que “los británicos se movieron claramente hacia su izquierda”, lo que permitió a los laboristas lograran una victoria contundente, pero no todo es tan fácil. Si se analizan los resultados con sentido crítico, se comprobará que los británicos se movieron hacia la derecha, que el Parido Laborista obtuvo menos votos que en las elecciones de 2019 y que la explicación reside en una novedosa división de las derechas. Sin embargo, para los titulares de prensa los conservadores fueron derrotados después de haberse mantenido en el poder casi tres lustros completos (14 años).

En suma, los laboristas gobernarán en solitario. Con 33,7 por ciento de la votación, lograron el 63.2 por ciento de los escaños. Seguro que hay sobrerrepresentación. Algo que seguramente se impondrá en nuestro país cuando se termine el proceso electoral en marcha, con el cuento de los morenistas de que los “plurinominales no representan a nadie”. Y porque las elecciones las ganaron por gran mayoría los de Morena el 2 de junio. Y esa mayoría se aplicará en México a rajatabla. El pueblo “bueno y sabio votó”. Nada más nada menos.

Eso por lo que respecta a Reino Unido, en Francia la historia fue distinta porque el sistema electoral es diferente. Según explica Francisco Báez Rodríguez en su acucioso artículo “Reino Unido y Francia: dos lecciones, dos elecciones”: “Es por distritos uninominales, pero a dos vueltas, con la intención de que todos los diputados sean elegidos por una mayoría absoluta de votantes en sus distritos. Se dice que, con ese sistema, en la primera vuelta vota por quien quieres que gane y, en la segunda, votas contra quien no quieres que gane. Fue lo que sucedió”.

“Para la segunda vuelta…quienes iban en tercero o cuarto lugar se retiraron, para crear un “cordón sanitario” contra la victoria de la ultraderecha. Retiraron a 218 candidatos para asegurarse de que el voto anti Le Pen no se dividiera. El cordón funcionó y no porque al partido de Le Pen le fuera peor, de hecho, creció y pasó a tener el 37 por ciento de los votos. Pero la distribución estratégica de los votos de los antifascistas generó una Asamblea Nacional dividida en tres grandes bloques, donde el Nuevo Frente Popular es el mayor y Ensemble (los seguidores de Macron) son el segundo. Igual será complicado para Macron gobernar, pero la amenaza de un gobierno de ultraderecha ha sido desbaratada”. En suma, el sistema de la segunda vuelta —que tanto se h discutido en México—, impidió que “una peligrosa mayoría relativa se convirtiera en mayoría absoluta”. El hecho es que los franceses aceptan el sistema y lo practican que es lo que cuenta.

Una vez sumados los votos, el nuevo primer británico sir Keir Starmer (originario de Londres; 61 años de edad), prometió “reconstruir” el Reino Unido con “respeto y humildad” tras conseguir una indiscutible victoria en las elecciones parlamentarias, que pusieron fin a largos 14 años de gobierno Tory, cuyo partido fue fundado en 1894.

El Partido Laborista derrotó a los conservadores que obtuvieron el peor resultado en su historia, 23.7 por ciento. Desde la residencia oficial, la histórica casona en el número 10 de Downing Street, Starmer declaró: “El trabajo para el cambio comienza de inmediato, y no tengo ninguna duda reconstruiremos Reino Unido”. Poco antes, el nuevo jefe de gobierno británico había sido recibido en el Palacio de Buckingham por el rey Carlos III, que continúa su tratamiento contra el cáncer de próstata que lo afecta, quien lo nombró oficialmente Primer Ministro y le pidió formar gobierno.

Sus primeros nombramientos fueron el de la diputada Rachel Reeve como ministra de Finanzas, primera mujer británica en ocupar ese cargo, y el de la diputada Ángela Rayner como viceprimera ministra. Asimismo, David Lammy, descendiente de esclavos de origen guyanés, y John Haley son los nuevos titulares de Relaciones Exteriores y de Defensa, respectivamente.

Los biógrafos de Starmer cuentan que el primer ministro como líder laborista acercó su partido a posiciones más de centro tras la derrota que sufrieron en los comicios de 2019 con su antecesor, Jeremy Corbyn, de corte más izquierdista, y prometió una gestión cautelosa de la economía, dentro de un plan de crecimiento a largo plazo que incluye mejorar los criticados servicios públicos, especialmente el sistema de salud. Además, aseguró que únicamente aumentaría impuestos a cierto tipo de contribuyentes, entre otros escuelas privadas o empresas del sector de hidrocarburos, no así a los obreros.

En el campo internacional, el nuevo canciller David Lammy pidió “un cese el fuego inmediato” en la guerra entre Israel y el movimiento terrorista islamista Hamás en la franja de Gaza. En su momento, Starmer ratificó el compromiso “inquebrantable” de Reino Unido con la defensa de Ucrania en la invasión rusa, durante una platica telefónica con el presidente de EUA, Joe Biden. El mandatario estadounidense felicitó al británico por su triunfo y manifestó que le daría la bienvenida en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlantico del Norte (OTAN), que tendrá lugar en Washington la próxima semana.

En suma, los laboristas sumaron 412 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, superando el umbral de 326 para obtener la mayoría absoluta. Los conservadores de Sunak, el ahora ex primer ministro, lograron apenas 121 escaños, frente a los 365 de hace cinco años con Boris Johnson, al que muchos cítricos comparan con el extravagante Donald Trump. Se trata del número más bajo de curules en unas elecciones desde la fundación del Partido Tory hace 190 años, casi dos siglos.

Por otra parte, algo que llamó la atención de propios y ajenos, la agrupación de extrema derecha, Reforma UK, de Nigel Farage, uno de los impulsores del debatido Brexit, obtuvo su ingreso a la Cámara de los Comunes con CNN escaños. En otras palabras, Farage, con poco más del 14.3 por ciento de los votos, ganó muchos sufragios a los conservadores y constituye la tercera fuerza más votada, adelante del centrista Partido Liberal Demócrata (12.2 por ciento) que alcanzó 71 diputados. No obstante, su sobrada victoria, Starmer no pudo superar el récord de diputados laboristas (418) que logró Tony Blair en 1997, cuando puso fin a 18 años de gobiernos tories en una nación de de 66.97 millones de habitantes.

Por su parte, Jeremy Corbyn, el ex líder laborista presunto amigo de AMLO invitado a la toma de posesión del tabasqueño en 2018, expulsado del Partido Laborista acusado de declaraciones antisemitas, renovó su escaño, presentándose como candidato independiente. Como se ve, también en las tierras de la Pérfida Albión “hace aire”. Y, por el contrario, varias figuras conservadoras, como la ex primera ministra Mary Elizabeth (Liz) Truss —efímera en el cargo: debut y despedida en 2022–, y los ministros salientes de Defensa, Grant Shpps, y de Cultura, Lucy Frazer, perdieron sus curules.

 

PESE A TODO, MACRON SE MANTIENE

En contra de lo que muchos analistas aseguraban, pese a la decisión de adelantar elecciones, el presidente Emmanuel Macron “respira al fin” … los resultados de la segunda vuelta dominical le “dan tranquilidad”. Como afirma Montserrat Salomón, en su columna Politicaltriage: “Macron ha logrado su propósito y ha relegado nuevamente a Len Pen; sin embargo, ya no es la rimera fuerza políica y ahora tendrá que enfrentar el gran reto de formar gobierno en un alianza amplia y complicada. La gran noticia para el presidente está en que aún tiene la capacidad de movilizar a los votantes en grandes números. Sin embargo, el avance de Le Pen u estar una vez más que el descontento va en aumento y que es necesario tomarse este asunto en serio si Francia no quiere tener un bandazo político hacia la ultraderecha”.

De hecho, la cabeza de la ultra derechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta una semana antes y los pronósticos de los sondo publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños quedó finalmente en el tercer lugar. Aunque la lideresa, Marine Le Pen no habló directamente con sus militantes en algunas entrevistas aseguró que lo sucedido el domingo 7 de julio fue “una victoria en diferido” ya que la progresión de su partido pone los cimientos de un triunfo que ve como inexorable. Dijo: “La mar ha subido, no lo fui ente esta vez, pero sigue subiendo. Ha sido una victoria en diferido”. “Es la mayor sorpresa electoral de nuestra historia”, resumió el politólogo Alain Duhamel en el canal BFM. No obstante, pese a la fuerte decepción que significó la derrota, el RN logró un resultado histórico muy por encima de los 89 diputados de 202, que ya representaron un salto excepcional desde los ocho que tenía en 2017.

De todas suertes, la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) obtuvo 182 escaños, pero quedó lejos de los 286 necesarios para dominar la Asamblea Nacional de 577 curules. La alianza centrista de Macron, Juntos por la República, alcanzo 168 y la bancada ultra derechista Agrupación Nacional (RN) quedó con 143 legisladores.

En estas condiciones, Emmanuel Macron rechazó el lunes 8 de julio, la renuncia del poder ministro Gabriel Attal, y le pidió permaneciera de forma temporal como jefe e Gobierno después de que los caóticos resultados electorales dejaran en el limbo la formación de un nuevo Ejecutivo.

Attal había adelantado que se mantendría en el puesto si era necesario, pero presentó su renuncia. Macron que lo nombró hace apenas siete meses, inmediatamente le pidió que continuara para “garantizar la estabilidad del país”.

El riesgo de parálisis se cernía sobre la segunda economía más grande la Unión Europea antes de los Juegos Olímpicos de París que están a la vuelta de la esquina: 26 de julio al 11 de agosto próximos.

Así está el ambiente político en Francia a unas pocas horas de las Olimpiadas. Bonne chance! VALE.