A 129 años del nacimiento del Cinématographe Lumiére (28 de diciembre de 1895), descubro que la Inteligencia Artificial (ChatGPT) nos recomienda películas para iniciados como cinéfilos (Revista Siempre, No. 3727, página 56). Entre las 10 mejores películas aparece, al final, El apartamento (The Apartament, Estados Unidos, 1960) de Billy Wilder (1906-2002), con Jack Lemmon, Shirley MacLaine y Fred MacMurray. Al respecto, los criterios crítico y valorativos varían. El apartamento es una comedia dramático-romántica, según Wikipedia, en la que se aprecia en el estilo de Willy Wilder su técnica sencilla y argumento complicado, es decir, con grandes detalles, ambiciones o anhelos.
Todo cinéfilo, que se precie de serlo, sabe que Billy Wilder tiene su lugar de honor en la historia del cine. Todo buen libro sobre la historia del cine lo menciona y lo tiene que mencionar, cuando trate el tema de la comedia en el cine. Más aún, es inevitable mencionar su obra maestra El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, Estados Unidos, 1950). con Gloria Swanson, William Holden y Erich von Stroheim que no tiene nada de comedia.
Una película sórdida, una film noir, de la que Jean Mitry comentó: “A traves de la historia de este ‘monstruo sagrado’ (Norma Desmond), que no puede creer que su momento ha pasado, este film nos hace ver un poco la vida de Gloria Swanson y de Erich von Stroheim. Un un aspecto trágico de la vida de Hollywood. Su estilo amanerado, irritante a veces, desgrana algunas bellas secuencias, cuyo barroquismo corresponde con la imagen de los personajes que están en escena. Gloria Swanson brilla con sorprendente fulgor.”
Por su parte, Claude Beyle escribó: “Discípulo de Lubitsch (Ernest), pero también de Stroheim (Erich von), a quien dirige aquí en el papel de su vida, Billy Wilder logró rendir homenaje a la mitología del cine bajo la forma de una oración fúnebre… Y añadió: (En Sunset Boulevard)… situó una de las más fascinantes, y más crueles, fábulas sobre la grandeza y mitología hollywoodense… El humor (negro) del psicodrama lo atraviesa por completo, al ser narrado por un cadáver… Sin romper los lazos con el expresionismo, Billy Wilder realizó una obra hechicera, rica en secuencias oníricas (como el entierro del chimpancé)… Al evolucionar hacia la comedia, Billy Wilder realizó, posteriormente. un melancólico punto de inflexión: Fedora (Francia-Alemania, 1978), con William Holden, Marthe Keller y Hildegard Kenef, que retoma en tono menor ciertos momentos de El crepúsculo de los dioses“.
Debo de confesar que acabo de ver Fedora y me pareció un saludable divertimento que hizo Billy Wilder de sí mismo, recordando su grandeza, Efectivamente, su amaneramiento aparece claro, pero no irrita, sino divierte. No hay barroquismo, sino que se nota un rebuscamiento literario culterano y su apego a citarse con gran frescura, en su narrativa, o citando a sus maestros (la secuencias del baile,es un sentido homenaje a Lubitsch). Un Billy Wilder, en decadencia, mostrando momentos delirantes de su humor negro. A recordar películas de él: Perdición, Días sin huella, El gran carnaval, La tentación vive arriba, Con faldas y a lo loco, Irma la dulce, etc.
A 50 años de la fundación de Cineteca Nacional hubo cambios en la Dirección. Llegó al cargo Marina Stavenhagen (1 de noviembre de 2024) sustituyendo a Alejandro Pelayo. Se espera que siga promoviéndose la cultura cinematográfica de manera integral y de alta calidad, tanto en la Ciudad de México, como en los demás Estados de la República. Por lo pronto, ya existen Tres Sede en la Capital del País: La Cineteca Nacional México, la Cineteca Nacional de las Artes y la Cineteca Nacional Chapultepec.
Un recuento de lo mejor que pude ver en el año, me hace pensar que no se puede ver todo lo exhibido que valga la pena ver. Del cine mexicano, pude ver: Pedro Páramo de Rodrigo Prieto, El eco de Tatiana Huezo, Heróico de David Zonana, Tótem de Lila Avilés y la española El secreto del Doctor Grimberg de Ida Cuéllar, muy recomendables, por si les interesa verlas.
Del cine extranjero, pude ver: El pesar de los sueños de Les Blank, Fuego interior de Werner Herzog, La sustancia de Coralie Fargeat, Hitler y los nazis de Joe Berlinger, Días perfectos de Wim Wenders. La sociedad de la nieve de J. A. Bayona, Zona de interés de Jonathan Glazer, Pobres criaturas de Yorgos Lanthimos, Las bestias de Rodrigo Sorogoyen, Megalópolis de Francis Ford Coppola, El juicio del motín del Cain de William Friedkin y, por supuesto, Anora (Estados Unidos, 2024) escrita y realizada por Sean Baker, con Mikey Madison, Plama de Oro 2024, en Cannes. Por último, he continuado siguiéndole la pista a la filmografía del gran Paul Schrader, realizador norteamericano del cine trascendental.


