Adiós, Santa Viridiana
“Nada de actores. (Nada de dirección de actores.) Nada de papeles. (Nada de estudio de papeles.) Nada de puesta en escena. Sino el empleo de modelos, tomados de la vida. SER (modelos) en lugar de PARECER (actores).”
Robert Bresson (Notas sobre el cinematógrafo).
Silvia Pinal Hidalgo (16 de septiembre de 1931, calle Bucareli 102, Ciudad de México (aunque algunas fuentes informan que nació en Guaymas, Sonora)-28 de noviembre de 2024, Ciudad de México) fue un modelo a seguir, tomado de la vida. Un SER (modelo) no un PARECER (actriz). fue una presencia, ella misma, en la vida real y frente a las cámaras, Quiso ser Viridiana y lo fue. Adiós, Santa Viridiana.
La presente crónica-crítica tiene la intención de convertirse en gráfica. Que las imágenes sustituyan a las palabras (sonopsis del argumento y comentario crítico), para llenar el espacio asignado.
“La novicia Viridiana (Silvia Pinal), antes de convertirse en monja, visita a su tío don Jaime (Fernando Rey, viejo hidalgo que desde la muerte de su esposa vive retirado en su descuidada hacienda con la criada Ramona (Margarita Lozano) y su pequeña hija Rita y el viejo Moncho. Fascinado por su bella sobrina, tan parecida a su difunta mujer, don Jaime trata de convencerla de que viva a su lado, sin lograrlo. Antes de su partida, Viridiana cumple un capricho de su tío: vestir las ropas nupciales de la esposa muerta. Ayudado por Ramona, don Jaime narcotiza a Viridiana e intenta poseerla, pero no se atreve. Horrorizada, la joven decide volver al convento. Don Jaime se sucida después de legar la propiedad de la hacienda a Viridiana y a su hijo natural Jorge (Francisco Rabal), quien llega con una eventual amante y comienza a hacer trabajar las tierras. Viridiana, renuncia al convento, alberga en su parte de la propiedad a un conjunto de mendigos, ejerciendo en ellos la caridad cristiana. Jorge despide a su amante y seduce a Ramona. Una noche en que los dueños se encuentran ausentes, los mendigos cenan orgiásticamente en la casa, se emborrachan y disputan. Los amos vuelven repentinamente El Cojo (José Manuel Martín) y El Leproso (Juan García Tienda) ponen a Jorge fuera de combate e intentan violar a Viridiana. Llega Ramona con la policía. Esa noche ya en calma, Viridiana va a buscar a Jorge a su cuarto y lo encuentra con Ramona. Los tres juegan al tute”.
Luis Buñuel comentó: “Ricardo Muñoz Suay reformó un poco el guión de Viridiana, quitando cosas que no serían aceptadas por la censura. El torero Dominguín me había llevado a hablar con el Director de Cinematografía, quien me dijo que se aceptaba la película, pero si había otro final, porque era tremendo que una novicia religiosa terminara en el dormitorio de un hombre.” Se le preguntó: “Para acostarse con él”. Buñuel: “¿Para qué, si no? En el argumento original ella tocaba la puerta, él la hacia pasar y… fin. El censor hallaba eso imposible y le prometí cambiarlo. Así lo hice y la nueva solución satisfizo a la censura, aunque a mi juicio es todavía más inmoral.” Vengan las imágenes de homenaje, con un adiós a la SANTA VIRIDIANA CORROMPIDA Y REDIMIDA, Silvia Pinal de nuestra devoción.


